Bendiciones de Dios

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: Bendiciones de Dios

Predicas Cristianas Texto Bíblico:Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3)

Introducción

Alabamos a Dios porque nos bendice con toda bendición espiritual. Dios es bueno con quienes le han seguido y dejado la vida de pecado por una vida de santidad. Pero incluso a veces los cristianos como comprendemos la magnitud de las bendiciones de Dios. Grandes bendiciones de Dios las vemos como algo normal y común cuando en realidad implican un milagro hecho por Dios.

Porque las bendiciones de Dios no solo se darán aún en cielo al final de los tiempos. Hoy mismo somos testigos del poder de Dios en nuestra vida y alrededor de nosotros por la misericordia que tiene de nosotros.

1. Bendiciones espirituales

La principales bendiciones que Dios nos da cuando le conocemos son las bendiciones espirituales en Cristo. La mayor de todas las bendiciones es la salvación de nuestra alma por medio del perdón de pecados por la sangre de Jesucristo. Para estos solo vasta rendirse completamente al Señor y vivir para Él, confesando con nuestra boca y creyendo en nuestro corazón como dice la biblia.

a. Sabiduría de Dios (Santiago 1:5)

Dios es omnisciente y toda sabiduría y conocimiento están en Él. Esta sabiduría la puede entregar a sus hijos si tan solo le pedimos a Él que nos la de. Es sorprendente cómo el mundo lucha por encontrar soluciones a problemas comunes, incluso a veces en la lucha contra organismos diminutos que causan gran daño a las personas. Sin embargo Dios es el creador de todas las cosas. 

Hay soluciones a cualquier problema incluso muy cerca de nosotros, pero no siempre podemos verlas. Es necesario pedirle a Dios el conocimiento y la sabiduría sobre algún tema para que Él nos muestra el mejor camino y la respuesta a múltiples problemas. En Dios está la solución.

No importa la dificultad de un problema, aunque parezca imposible, debemos acudir al Señor para que nos muestre la salida.

b. Frutos del espíritu (Gálatas 5:22-23)

Al vivir en pecado éramos merecedores de los frutos que este producía en nosotros. En el capítulo 5 de Gálatas se mencionan algunos de esos frutos en los que seguramente encontramos como vivíamos en el pasado. Pero gracias a Dios ahora podemos dedicarnos a las cosas del Espíritu y recibimos esas bendiciones que se mencionan en los versículos 22 y 23 del capítulo 5 de Gálatas. 

Ahora tenemos amor, hacia Dios y hacia los hermanos de la fe. También amor por aquellos que no han conocido del Señor para que también, al igual que nosotros, pasen de experimentar los frutos del pecado y experimenten las bendiciones del Espíritu. Tenemos Gozo al saber que en la eternidad veremos a Dios y estaremos siempre con Él. Este es un maravilloso fruto pues siempre estamos con gozo de espíritu y disfrutamos la vida. 

Por sobre todas las cosas tenemos paz, al saber que a los hijos de Dios todas las cosas ayudan para bien, y que podrán caer a nuestro lado miles pero ninguna plaga nos tocará, porque Dios está con nosotros.

Tenemos paciencia en medio de la tribulación al saber que en Dios encontramos solución y que por algún propósito las permite. También la benignidad de Dios se impregna en nosotros y podemos mostrar compasión por los demás, aunque nuestro carácter antes no fuera así. Bondad, Mansedumbre, fe y templanza. Dios es es que da estas bendiciones espirituales a través de su Espíritu.

Ahora podemos recibirlas y llenan nuestra vida cada día a través de este cambio de en nosotros que solo Dios pudo hacer. Gracias a Dios por su bondad hacia su pueblo.

c. La plenitud de Dios (Efesios 3:19)

No debemos creer en ningún momento que estas bendiciones pueden alcanzar a los demás y no a nosotros. El Señor las ha dejado para todo aquel que crea y solo espera Dios que se lo pidamos para darnos toda bendición espiritual. 

Dios quiere darnos toda bendición hasta que tengamos la plenitud de Cristo. Dios quiere daros esa plenitud que se manifestara en ese amor hacia Dios, pero no un amor impuesto sino que nace del interior de cada uno. Un amor hacia Dios y hacia la humanidad entera. 

De repente solo queremos el bien y actuar con justicia. Buscamos hacer lo bueno todo el tiempo. Y nos damos cuenta que no es algo que normal en nuestro corazón, sino que Dios ha comenzado a vivir en él y toda nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo son rendidos al Señor.

Sin darnos cuenta empezamos a vivir totalmente para Dios y cada acción automáticamente está regida por la palabra de Dios y su voluntad. Empezamos a pensar como Cristo, sin darnos cuenta, sin saberlo es plenitud nos llena poco a poco hasta que podemos decir como el apóstol Pablo, ya no vivo yo, Cristo vive en mi.

2. Bendiciones materiales

Dios es dueño de todas las riquezas y nos bendice con ellas. Muchas veces esas riquezas las tenemos y no les prestamos atención pues las damos por sentado. Pero es Dios quien nos guarda y protege de todo mal.

a. Salud (Éxodo 15:26)

En el mundo hay infinidad de plagas, enfermedades y dolencias que en algún momento afectan al ser humano y nadie es inmune a ellas. Pero Dios tiene cuidado de sus hijos y ofrece bendecirnos si le obedecemos. Si hacemos lo recto delante de Dios ninguna plaga tocara nuestra morada y podremos estar seguros.

En el libro de Éxodo leemos cómo Dios sacó al pueblo de Israel de Egipto con poder. Leemos como las plagas afectaron al pueblo de Egipto pero al pueblo de Dios permanecía a salvo. De la misma manera Dios quiere estar con su pueblo hoy día y protegerlos de todo mal. No importa que los tiempos hayan cambiado, que las plagas sean distintas, Dios sigue siendo el mismo.

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Ricardo Hernández
Siervo de Jesucristo.

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