Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: Ten buen ánimo
Predicas cristianas texto bíblico: Mateo 9:2; Mateo 9:22; Mateo 14:27; Juan 16:33; Hechos 23:11
Introducción
El mensaje central y más importante de los evangelios es la vida de Cristo y su ministerio terrenal, de allí nosotros como hijos(as) nos guiamos para saber cuál es nuestra manera de vivir en la fe. Si hay algo a lo cuál merece tener toda nuestra atención fueron a las palabras que nuestro amado Señor nos dijo en todos los hechos relatados. Cristo ve la realidad de una perspectiva diferente a la nuestra, y ante toda circunstancia en nuestras vidas. Él nos da una palabra poderosa para que sigamos adelante sin desmayar…!
I. Las palabras de Cristo tienen vida
- “Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.” Mateo 9:2
- “Ten ánimo hija; tu fe te ha salvado “. Mateo 9:22
- “Tened buen ánimo, yo soy, no temáis.” Mateo 14:27
- “Pero confiad; yo he vencido al mundo.” Juan 16:33
- “A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma..” Hechos 23:11
La lectura de estas palabras recuerda cinco imágenes familiares del Nuevo Testamento:
A. La primera es la de un hombre paralítico, llevado por sus amigos a la presencia de Jesús.
B. El segundo es el de una mujer que lucha por alcanzarlo preocupada por todo el sufrimiento de doce años, doce años de dolor físico, y de excomunión.
C. Tercero es el de un grupo de discípulos en medio de las dificultades surgidas en el camino del deber. El Maestro les había ordenado que pusieran la proa de su barco hacia la orilla más lejana, y el viento era contrario y las olas eran bulliciosas.
D. El cuarto es el de una compañía de discípulos cara a cara con el hecho de la inminente partida de su Señor de alguna manera que no podían entender.
E. El último cuadro es el de un siervo de Dios en la cárcel, rescatado de una turba.
El hecho central en estas imágenes no es el de las almas atribuladas. El hecho central es el de Cristo y lo que dijo a esta gente. Al hombre enfermo de parálisis le dijo: “Ten ánimo”. A la mujer quebrantada, magullada, cansada, demacrada y desamparada, le dijo: “Ten ánimo, hija”.
A los discípulos en medio de la tormenta, aterrorizados por la proximidad del fantasma les dijo: “Tengan buen ánimo”. Al hombre en la prisión, obstaculizado en un alto y santo servicio, le dijo: “Ten buen ánimo”. En cada caso desafió el miedo, hizo un llamado a la valentía y dio su razón para hacerlo.
El llamado de Jesús: Ten buen ánimo
El llamado de Jesús, “Ten buen ánimo”. Estudiando la palabra encuentro que estas son las únicas ocasiones en las que tenemos algún registro de que Él haya usado estas expresiones, y nunca se registra que nadie más haya usado exactamente la misma expresión al dirigirse a los hombres. La palabra es única de Cristo.
La palabra empleada indica valentía más que alegría. Nuestro Señor no dijo: Olvida tu problema haciendo algo. Eso puede ayudar por el momento, pero la agonía vuelve cuando cesa la actividad. La palabra que nuestro Señor dirigió al hombre, a la mujer, a los discípulos, al apóstol encarcelado. El llamado, entonces, es liberarse del miedo y tener una seguridad absoluta en su palabra.
En ningún caso Cristo minimiza las fuerzas antagónicas. Eso no es simplemente una palabra de paso. Eso es algo en lo que hay que pensar y recordar. Al hombre enfermo de parálisis no le dijo: Estás muy equivocado acerca de esta parálisis. No tienes ninguno. No dijo: El pecado no existe, anímate. ¿Hay algo más engañoso, vil, diabólico, que decirle eso a un hombre que sabe qué pecado hay en su propia sangre y vida?
