Predicas Cristianas
Predica de Hoy: Tiempo de guerra
Predicas Cristianas Texto Bíblico: Isaías 7:1-6
Introducción
Como podemos ver en nosotros y en nuestras propias familias, este es un tiempo de pruebas, tiempo de luchas como no hemos tenido antes quizás, pero es en estos momentos en los cuales se deben manifestar los verdaderos hijos de Dios.
Un hijo de Dios sabe en quien ha confiado, (Salmo 18:2), y por ello no teme a la prueba, un verdadero hijo de Dios pasa la prueba confiado, sabiendo que es el Señor quien le alienta hablando a su corazón (Isaías 41:10).
Si tu dices ser un hijo de Dios, que confía en aquél que venció a la muerte en la cruz y resucitó de entre los muertos para darte salvación y vida eterna, no puedes andar llorando por los rincones y lamentándote de tu situación sino que debes fortalecerte, hacer que la Palabra viva en ti, levantarte en búsqueda de la victoria que el Señor tiene preparada para esa guerra en que estás inmerso; para aquellos que aman a Cristo, (Salmo 37:39).
Cuando la noticia de que el enemigo se había unido para el ataque, aún la casa de David se estremeció, nos dice la Escritura; y en este tiempo en que parece ser que todos tu enemigos se han unido para atacarte en el mayor ataque que hayas sufrido en tu vida, en este momento en que pareces no tener escapatoria pues hacia donde miras en tu vida hay una complicación, seguramente también tu corazón temblará como un árbol azotado por el viento pareciendo que en cada embate se ha de quebrar.
Los que esperan en Jehová
Es allí, cuando parece que se acaba todo, cuando parece que no te quedan fuerzas para levantarte nuevamente, es allí cuando viene una Palabra del Señor para tu vida, un renuevo de fuerzas que hace que te levantes, pues “Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas” (Isaías 40:31); esa fortaleza que recibes de su Palabra es la que te hace levantar vuelo como las águilas que se elevan hasta ubicarse por sobre la tormenta, en la misma presencia del Señor.
Allí, en esas alturas es donde el Señor permite que puedas llegar si confías en Él; debes recobrar tus fuerzas para levantar nuevamente el vuelo y remontarte sobre la tormenta que ha venido para que desde la quietud de lo alto puedas mantener la comunión íntima con el Padre, para que recibas en tu corazón la paz de saber que ha dejado de ser tuya la lucha para ser la de Dios, (2 Crónicas 20:15).
Era un pésimo momento para el pueblo, (verss. 5-6), el corazón del rey Acaz temblaba, pero la verdad es que estudiáramos un poco todas las circunstancias de estos tiempos, (2 Reyes 16:5-18; 2 Crónicas 28:1-21), nos daríamos cuenta que ese temor no provenía solamente de la noticia que le llegaba sino de su falta de fe y porque sabía que no hacía las cosas como le agradaban a Jehová para agradar a los sirios.
Tiempo de guerra – Para ti y tu familia también puede ser este un momento difícil
Un momento en que tiembla todo nuestro ser frente a la adversidad, y debería ser el tiempo de preguntarnos si la razón de nuestro temor no es la misma que la del rey Acaz; deberíamos preguntarnos si nuestro temor no proviene de nuestra falta de fe en el Señor, porque no hemos aprendido a confiar plenamente en Él, (Hebreos 11:6).
Deberíamos quizás si nuestro temor no proviene de saber en nuestro interior que los caminos que transitamos nos son del todo agradables al Señor, queremos estar bien con Dios pero no queremos dejar las cosas del mundo, (1 Juan 2:15-17); queremos estar bien con Dios y seguir aferrados a ciertas cosas que el mundo tiene y que nos agradan demasiado como para dejarlas.
Dios tuvo compasión, tuvo misericordia de Acaz, no por él mismo, sino porque era hijo de David, y allí envió al profeta para entregarle una Palabra de aliento y fortaleza, “Guarda , y repósate; no temas, ni se turbe tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean” (vers. 4); la misericordia y el amor de Dios es infinito, (Juan 3:16), y con esa misericordia y ese amor viene sobre nosotros en los momentos críticos de la vida para darnos aliento y fortaleza.
En esta tarde, el Señor envía a su profeta para entregarte esta Palabra, “No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo” (Isaías 8:12).