Iglesia, muéstrame tu rostro

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: Iglesia, muéstrame tu rostro

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: “Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes; Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto”. Cantares 2:14 

Introducción

Iglesia, muéstrame tu rostro, nos dice el Señor en este día. Pareciera ser que en estos tiempos que transcurren, la verdadera iglesia del Señor permanece escondida. Esta como atemorizada por el enemigo que se levanta para hacerla retroceder.

Es por esto que el Señor nos exhorta ahora porque quiere que cambiemos nuestro rostro de temor y lo transformemos en seguridad. Que cambiemos nuestro rostro de amargura para transformarlo en un rostro que muestre su gozo.

Por la geografía de la zona, que es muy diferente a la nuestra, las palomas allí buscan para anidar el refugio de los huecos de la montaña. Pues allí están a cubierto de todas las inclemencias del tiempo, y además protegidas junto a sus crías de los depredadores que tratan de destruirlas.

Por otro lado, si estamos en una congregación es porque el Señor ha llegado a nuestra vida para que abandonemos las cosas del mundo. “Porque la roca de ellos no es como nuestra rocaDeuteronomio 32:31.

Iglesia, Jesús es la roca del cristiano

Estamos en el mundo y tenemos las mismas necesidades del mundo, pero Jesús es la roca del cristiano.

Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador2 Samuel 22:2. Jesús es quien nos hace fuertes y nos defiende de nuestros enemigos.

Vemos que son muchos los cristianos que toman la actitud de las palomas y se han acostumbrado a vivir en los agujeros de la roca. Son demasiado los que se han acostumbrado a vivir en el hueco de la mano del Señor. Pero no porque su confianza esté en Él, sino que como las palomas solo buscan un refugio. Un lugar seguro en donde vivir tranquilo.

El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras” Isaías 33:15-16.

La justicia de Dios habita en la iglesia

Los justos habitarán en la justicia de Dios como los creyentes habitan en las congregaciones y ponen su fe, su confianza en el Altísimo. Pero no por temor sino porque han comprendido la importancia de estar al abrigo del Altísimo. “Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitaciónSalmo 91:9. Habitación para los tiempos en que las inclemencias de las pruebas se levanten en nuestra contra.

El Señor es nuestra roca de refugio pero no debemos hacer de esa roca el escondedero de nuestros temores ni debilidades. No debemos hacer de la iglesia el escondedero donde venimos a llorar o lamentar nuestras pena. Sino que debemos hacer de ella el nido en donde resguardamos a nuestros polluelos espirituales.

El Señor nos manda, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criaturaMarcos 16:15. El fruto de nuestro cumplimiento son esos polluelos que necesitan refugio. pero también alimentación y enseñanza. Para todo esto es que nuestra roca, que es Cristo, ha establecido su iglesia.

Refugiados en la Iglesia – Viviendo atemorizado

Tal vez sin darte cuenta te has ido acostumbrando a vivir atemorizado por las mentiras del demonio, o por las ataduras de enfermedad y pobreza con que ha envuelto tu vida. Y es por eso que vives refugiado en la iglesia. Pero dice el Señor:

El Espíritu de Jehová el Señor esta sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de la venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generacionesIsaías 61:1-4.

Si hasta hoy eras uno de esos afligidos de Sion que solo llegabas a la iglesia para llorar tus penas ante el Señor, ¡Levántate de tu silla!! Deja ya tus lamentos. Ponte de pie y corta las ataduras de impiedad que venían destruyendo tu vida y tu felicidad.

Ponte de pie, y en el nombre de Jesús rompe el cerrojo de esa cárcel de mentiras en que te metió el demonio., Rompe las cadenas de tu enfermedad, rompe los lazos de pobreza que atan tu economía. Corta las ataduras que impiden la unidad y la felicidad de tu familia. “Me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de cárcel” (vers. 1), dice el Señor.

Iglesia – Eres libre

Comprende que eres libre. Busca el refugio de la roca cuando tengas dificultades. Pero comprende que ya no eres un polluelo desvalido que se atemoriza por cualquier cosa. Los polluelos de esas palomas que viven en los agujeros de la peña, cuando comienzan a crecer camino a su adultez, también comienzan a asomar su cabeza a la realidad de la vida y se preparan para enfrentar esa realidad.

El Señor nos dice: Iglesia, muéstrame tu rostro. Pero, ¿cual es el rostro que le mostrarás al Señor? Un rostro lloroso porque no puedes abandonar esa cárcel sin barrotes en que te mantiene el demonio solo con temor. O le mostrarás un rostro triste y sufrido porque no puedes salir de bajo el yugo del dolor con que te somete el enemigo recordándote los problemas de tu pasado sin Cristo.

Iglesia El Señor quiere ver tu rostro

Cuando el Señor quiere ver tu rostro, quiere ver el rostro dulce y hermoso que nos produce la conversión de nuestros malos caminos, y no el rostro agrio que tenías cuando estabas en el mundo; el señor quiere ver tu rostro resplandeciente por su presencia, y no oscurecido por el pecado y la rebeldía.

El Señor quiere escuchar tu voz llena de la dulzura que brinda la presencia del Espíritu Santo en tu vida y quiere escucharla predicando el evangelio, y no una voz sucia por la mentira, por la hipocresía o la arrogancia que solo puede estar presente en aquellos que continúan en la vida mundana.

Piensa por un momento como es tu relación con el Señor

Piensa como es tu voz cuando le hablas allí en la intimidad. Ponte a pensar si es la misma voz con la cual le pides, y luego que tu petición te es concedida, elevas acciones de gracias, que cuando le pides y por no estar conforme a la voluntad de Dios, esa petición no te es concedida y entonces solamente elevas tus quejas al Señor; es siempre dulce tu voz o cambia conforme pides, agradeces o te quejas.

El Señor quiere escuchar tu dulce voz, pero, es tan dulce tu voz cuando das gracias a Dios como cuando criticas a la iglesia, al pastor o a tus hermanos en Cristo; es tan dulce tu voz que es capaz de endulzar los oídos de quien te escucha y que resultaren atraídas por el evangelio.

¿Y qué me dices de tu rostro? ¿Es el mismo cuando estás en la iglesia, cuando agradeces ese prodigio que el Señor hiciera en tu vida, que cuando estás solo o en la intimidad de tu hogar y las cosas no salen como quisieras? ¿Sigue tu rostro siendo hermoso por la presencia de Dios, o se transforma al cargarse de ira, de rencor, de rebeldía, y se manifiesta en ese rostro la vieja naturaleza que nunca apartaste de tu vida?

Conclusión

El Señor hace un llamado en esta día, Iglesia, muéstrame tu rostro, deja de vivir tras unas puertas cerradas en donde nadie puede verte, para ver la realidad y poder así enfrentarte a ella.

Siervos y siervas del Dios Altísimo, dejen que el Señor escuche su voz hablando de su reino, dejen que el Señor escuche su voz predicando su evangelio. Ha llegado el tiempo en que los hijos de Dios dejemos de vivir atemorizados por un enemigos a quien Jesús ya ha derrotado en la cruz, para comenzar a vivir la realidad del llamamiento al ministerio.

Siervos y siervas, ya dejaron de ser polluelos para transformarse en esas palomas a quienes el Señor llama a que muestren su rostro y hagan oír su voz. El Señor quiere ver tu rostro, pero un rostro sin temor. Y quiere escuchar tu voz, pero no la voz amarga que solamente se quejaba, se lamentaba o pedía. Sino tu dulce voz proclamando las buenas nuevas de la salvación.

Palomas, iglesia del Señor, siervos y siervas de Dios, es tiempo que muestren su rostro para cumplir con el servicio en la obra del Señor. es tiempo que hagan oír su voz diciendo como Isaías: “Heme aquí, Señor, envíame a míIsaías 6:8. Envíame a mí porque quiero dejar la comodidad del agujero en la roca y la silla de la iglesia para servirte conforme a tus propósitos.

© Sep 3, 2020, José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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Esta predicación cristiana fue plagiada por el supuesto pastor Eddie Ildefonso. El plagio es robo. 

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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