Cuida lo tuyo

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Cuida lo tuyo

Predicas cristianas lectura bíblica de hoy:Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.Proverbios 27:18 

Introducción

El Señor Jesucristo ha puesto en nosotros la capacidad de crecer, multiplicarnos, y ser prosperados, y que siempre tengamos salud. Pero además nos ha regalado la salvación al morir su hijo Jesucristo en nuestro lugar, y eso nos permite ser parte del reino de Dios. La pregunta es: ¿Has cuidado esos regalos que Dios te ha dado?

Quizás todos piensan que si porque asisten a la iglesia, pero si hilamos un poco más fino podríamos ver que muchos creen que son salvos y no han dejado el pecado, o de tomar alcohol hasta embriagarse en los cumpleaños o alguna fiesta.

Se están destruyendo niñas al embarazarse, los jóvenes en la droga, y los padres borrachos golpean a sus esposas e hijos; ya no se valora el matrimonio, por eso la cantidad de divorcios y separaciones que hay.

Muchos tienen trabajo y lo descuidan, son irresponsables y encima se quejan porque ganan poco, pero cuando lo pierden y se dan cuenta de que necesitan un trabajo, buscan y lo que encuentran es peor que el que tenían.

Muchos tienen dificultades para llegar a la iglesia, o para crecer espiritualmente, porque están demasiado ocupados con sus cosas. Por esto van a la iglesia cuando tienen tiempo, y por eso la gente no es salva, ni crece espiritualmente. No hay tiempo para la iglesia, para leer la Biblia, o para consagrar la vida para Dios.

Como cristianos tenemos la mejor oportunidad que existe, y muchos la descuidan. El Señor Jesucristo nos ofrece vida eterna, felicidad, y prosperidad, pero no se ocupan de esto. Por eso hoy te digo: Cuida lo que Dios te dio, cuida lo tuyo.

La comodidad – construir una nueva vida

El problema es cuando se ingresa en la comodidad de las bendiciones, cuando nos acostumbramos a recibir constantemente bendiciones. El problema es que como llegan tan fácil ya ni siquiera nos ocupamos de cuidar lo nuestro.

No entendemos que “por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casaEclesiastés 10:18. Y aunque generalmente se vincula la pereza con la falta de ganas de hacer algo, la pereza también hace que no podamos mantener lo que ya tenemos. Lo que en algún momento construimos, y se va perdiendo, o destruyendo, por falta de mantenimiento a través de una buena relación con el Señor.

También dice que por la flojera de las manos se llueve la casa, es porque todo empieza con algunas goteras, pero después se agrava. Es por eso que creyentes que eran activos en la cosas de Dios se volvieron perezosos con el tiempo, y pierden sus logros en lo material y espiritual.

Aparecen grietas en su vida espiritual por no mantenerse firmes como lo hacían antes, dejaron la obediencia y se les viene abajo la economía. Dejan de orar y pierden la relación con Dios, descuidan la relación íntima con el Señor, y pierden la posibilidad de escuchar su voz, y terminan perdiéndolo todo.

Construir una nueva vida

Tengamos entonces cuidado, pues la pereza, además de pecado, es un enemigo que no solo se presenta al comienzo de algo, sino durante el proceso. Sus efectos destruyen lo construido, y hace que perdamos lo que ya hemos obtenido.

Si estamos viendo goteras en algún área de nuestra vida, tomemos fuerza en el Señor Jesucristo y echemos la pereza fuera para que no se termine cayendo lo que ya hemos logrado. Reacciona, actívate, y si estás en un ambiente donde la pereza es común, no te dejes llevar por el ambiente. Fortalécete, esfuérzate, y serás librado de sus consecuencias.

Libre de la pereza podemos desarrollarnos y crecer, pues tendremos el ánimo correcto, “con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos.” 2 Crónicas 32:5

Vemos que la bendición comienza cuando Ezequías actuó resueltamente, y edificó todos los muros caídos. Quizás vos hoy tienes que tomar la misma decisión volviéndote al Señor Jesucristo para construir una nueva vida, o desatando y perdonando para construir una nueva familia, o comenzando a servir nuevamente para construir tu vida ministerial, o pagando tus deudas para construir una nueva economía, o saliendo a buscar trabajo para construir una nueva vida laboral.

Dios esta de tu lado

No importa lo que tengas que edificar, necesitas saber que Dios está de tu lado. Pero también debes actuar para ver su mano obrando en tu vida.

Necesitas saber que para el Señor Jesucristo nada es imposible, pero que será clave que actúes con el ánimo correcto. No esperando estar de ánimo, sino gobernando tu estado con la fuerza del Espíritu Santo, y desatando la vida de la pereza con determinación, y con la bendición de Dios reedificar tu vida. Echa fuera la depresión, desata fortaleza y entusiasmo en tu vida, y veras que los resultados te ayudarán a seguir.

Un mayordomo

Ahora, en la palabra de Dios leemos que “Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes. Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo” Lucas 16:1-2

Sabemos que un mayordomo es un hombre que maneja y cuida las propiedades de otro, aclarando que administrar no significa ser dueño.

Puedes decir que eres dueño de algunas cosas que posees y las cuidas. Pero, ¿quién es el verdadero dueño? Dios nos dice: “Habéis sido comprados por precio1 Corintios 6:20. Por lo tanto eres propiedad de Dios. Si compras un auto, también eres dueño de la radio que viene con el auto, las cosas que forman parte del auto, la rueda de auxilio, y todo lo que viene con el auto.

Dios pago el precio y no solo somos de Él, sino que también es dueño todo lo nuestro, y si Dios es el dueño, significa que somos mayordomo de Sus cosas, y que debe cuidar bien lo que pertenece a Dios.

Dios es el dueño

Si pertenecemos a Dios, todas las cosas que tenemos, también le pertenecen. Mis cosas, son en realidad Sus cosas, pero cuando el creyente realmente se da cuenta de que todo lo que tiene pertenece al Señor, es cuando cuida las bendiciones y las usa para agradar y glorificar a Dios, ya que también pueden ser usadas de manera pecaminosa.

Una de las cosas que posees es el dinero, y no es necesario que seamos ricos, pero necesitamos darnos cuenta que nuestro dinero también pertenece a Dios. Y el hecho que diezmes y ofrendes no significa que con el resto puedas hacer lo que quieras ya que como dijimos todo es de Dios. De manera que si quieres ser un buen administrador debes usarlo bien y sabiamente, para que sea Dios glorificado con cada inversión que hagas.

Nuestro cuerpo

Otra cosa que tenemos es nuestro cuerpo, cuerpo que ha sido hecho conforme a la imagen y semejanza de Dios. Y si hemos sido comprados por precio, es necesario que glorifiquemos a Dios en nuestros cuerpos, y para eso debemos evitar todo lo que pueda dañarlo, como son la droga y el alcohol.

También nos ha dado talentos y habilidades con que podemos glorificar al Señor. Pero, ¿estas usando estos talentos para Dios? ¿Estás desarrollando los talentos como deberías?

El Señor Jesucristo nos dice: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén” 1 Pedro 4:10-11.

La mejor manera de ayudar a la iglesia es construir una nueva vida

Debemos entender que la mejor manera de ayudar a la iglesia es permaneciendo sano. Es decir, caminando en el Espíritu. Creciendo en el Señor, leyendo la palabra de Dios, orando, y siendo activo en la iglesia. Sometiéndose al Señor, obedeciendo Sus mandamientos, creyendo Sus promesas, y haciendo Su voluntad. Si está haciendo estas cosas, su vida será de gran bendición para otros.

El Señor Jesucristo preparó una tierra con todas las promesas y bendiciones de Dios. Te preparó como tierra y puso la semilla. Ahora es tu tarea hacerla crecer y dar fruto para que den testimonio del poder de Dios.

Recuerden que los hijos de Dios que creen en su poder, son herederos de todas las promesas del Señor, y pueden recibir todas las peticiones de su corazón. Pero la incredulidad destruye las promesas de Dios. Esta es el arma que Satanás usa para tener a los hijos de Dios atados y sin bendiciones. Llevando una vida cristiana mediocre y sin frutos que glorifiquen a Dios y su poder.

La semilla

La fe es la semilla que Dios planta, y cada bendición que Dios derrama en tu vida es un fruto de esa semilla. Pero si no cuidas lo tuyo también puedes dejar que lo que siembra el diablo, la duda, la raíz de amargura, el odio, el resentimiento, la incredulidad, y muchas otras cosas ahoguen la fe y destruyan tus bendiciones.

De manera que si nos conformamos con lo que estamos viviendo, sea enfermedad, problemas matrimoniales, familiares, o económico, y no luchamos en fe para buscar bendición, ya el diablo nos ganó la batalla porque nos conformamos, dejamos de creer, y “no piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del SeñorSantiago 1:7. Pero si la fe crece y se multiplica, produciendo frutos y acciones, harán el Señor Jesucristo diga: “Bienaventurados los que no vieron y creyeronJuan 20:29.

Conclusión

Haz que tu tierra sea fértil y sana para que las bendiciones glorifiquen al Señor. Recuerda que Dios no te ha llamado para vivir debilitado o derrotado. El Señor Jesucristo no te ha llamado a ser un fracasado, no te ha llamado para ser cola sino cabeza.

Dios te ha llamado para ser bendito y de bendición, Cristo le llamó para ir de poder en poder y de victoria en victoria. Dios te entregó todo en sus manos para que administres bien lo que te dio y seas un triunfador, “porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio2 Timoteo 1:7.

Hoy puedes estar esperando una bendición, pero no dudes como Tomás que necesitó ver para creer; el Señor Jesucristo te dice: “Si puedes creer, al que cree todo le es posibleMarcos 9:23.

Si en tu corazón recibiste una palabra de bendición para tu vida, espera en el Señor Jesucristo y verás la gloria de Dios. No permitas que el maligno destruya la semilla de la fe que Dios ha plantado en tu corazón. El Señor Jesucristo te dice: Cuida lo tuyo.

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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Julio Torres
Nacido en hogar cristiano, me gusta estudiar la biblia y predicar el evangelio de Jesucristo.

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