Predicas Cristianas
Prédica de hoy: El valor de la perseverancia
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Job 1:6-22; 42:7-8
Introducción
La vida de un cristiano es a la vez enérgica y ferviente. Algunos creen que ser hijos de Dios significa que el camino será más fácil y manejable; sin embargo, esto no podría estar más lejos de la verdad. Las dificultades ciertamente existen, pero es la fe y la firmeza con la que las enfrentamos lo que puede marcar la diferencia en el resultado.
Es transformador y gratificante descubrir que somos capaces de perseverar en la adversidad. Esta habilidad solo se puede ejecutar con la ayuda del Padre. En Su mano podemos resistir y confiar que de cualquier aflicción saldremos victoriosos.
Cuando leemos la Biblia, encontramos diferentes ejemplos de perseverancia, de lo que realmente significa no olvidar a Dios. Job fue uno de los más destacados. Job fue un verdadero ejemplo lo que Dios pide de nosotros. Su amor fue incondicionalmente activo y nos enseña sobre las motivaciones que debemos tener para adorar a Dios.
I. Significado de perseverancia
1. Es ser inquebrantable y consecuente (Deuteronomio 5:32)
Los contenidos que experimentamos en la iglesia, las hermosas sensaciones que tenemos al orar y la inspiración para hacer el bien no son opcionales. Deben acompañarnos en nuestra actitud diaria y hacia todos los que nos conocen.
Ser perseverante significa ser capaz de hacer lo que Dios pide con honestidad, siendo fiel a los mandamientos del Padre, incluso en nuestros peores momentos. De hecho, principalmente en nuestros peores momentos.
2. Estar motivado por la verdad (Proverbios 3:17)
Debemos tener muy claro qué nos motiva a decidirnos por Su camino: ¿miedo o amor? Si seguimos al Padre con tristeza y deseamos con envidia el pecado, estamos siendo deshonestos. La perseverancia debe estar motivada por el amor a Dios.
Debemos ser movidos por una fe sobrenatural para ejercerla correctamente. Dios nos pide que seamos felices siempre. Nuestra forma de adorarlo debe ir de la mano con esta virtud. Perseveramos con alegría y confianza de que Su voluntad es la correcta para nuestras vidas.
3. La perseverancia es salvación (Lucas 21:19)
Perseverar es salvación. Cuando confiamos en que Dios es nuestra fuente de vida y lo seguimos fielmente, ejercitamos nuestra paciencia y caminamos hacia la salvación. Nuestro camino está lleno de una esperanza viva que nunca se consume.
Nos alimentamos de las promesas que el Padre nos hizo. Ante esta gran verdad, cualquier problema terrenal es de poca importancia, y la perseverancia se convierte en nuestro camino seguro.
II. La vida de Job (Perfecto ejemplo de perseverancia)
1. Era perfecto y honesto (Job 1:1)
Desde el primer capítulo se menciona que él era perfecto a causa de su justicia. Era un hombre rico e industrioso, se decía que era el más grande de todos los orientales.
Lo que realmente llamó la atención de Job está relacionado con su gran temor de Dios. Recogió las virtudes que Dios encomendó para guiar nuestra vida.
2. Los ricos y el reino de los cielos (Mateo 19:23)
Es muy importante considerar que Job no tenía carencias materiales. Realmente tenía mucho capital, pero eso no le impedía dar constantemente a Dios.
En esta cita del Nuevo Testamento, Jesús explica que es muy difícil que un rico entre en el reino de los cielos. Esto no quiere decir que Jehová no quiera que seamos ricos, porque básicamente todo le pertenece. En realidad tiene que ver con lo que recopilamos, valoramos y priorizamos.
Job tenía muchas riquezas pero su tesoro y prioridad era Dios, esta es la diferencia. Superó la codicia y otros deseos carnales a los que estaba sujeto. Su objetivo principal era seguir a Dios y nada lo detendría.
III. Determinación de Job (Fe inconmensurable)
1. Determinación y perseverancia ante los desastres (Job 1:10-22)
En este pasaje vemos cómo Satanás deseó el mal a Job porque su adoración al gran Dios se basaba en todo lo material a su disposición. Jehová permitió que lo pusieran a prueba, mientras que Job se quedó casi sin bienes ni hijos durante la noche.
Es más fácil adorar a Dios cuando estás lleno de privilegios y riquezas, lo que en realidad es difícil es cómo enfrentamos la adversidad. Imaginar perder todo lo que tenemos es probablemente una de las experiencias más duras por las que alguien puede pasar. ¿Qué hizo Job?
Su decisión decía mucho de la clase de sirviente que era. Su respuesta a todo este dolor fue inclinarse y adorar a Dios.
2. La persistencia ante los ojos del otro (Job 2:7-10)
Después de perderlo todo, Dios también permitió que Satanás atormentara a Job con una sarna maligna. Fue atacado no solo materialmente, sino también por su integridad y salud.
Cuando alguien se encuentra en una situación tan dolorosa, las voces a su alrededor pueden tratar de expresar su opinión o dar consejos sin sentido. Esto es lo que le sucedió a la esposa de Job, quien le aconsejó maldecir a Dios y morir.
Nuevamente vemos el ejemplo de perseverancia de Job. Su respuesta no fue justificarse por todo el mal que le había pasado, y simplemente abandonar el camino. Se mantuvo firme ante el Padre. Sí, experimentó dolor y quiso morir, pero nunca maldijo al Creador. Su fe fue mejor que todas estas tragedias.
III. Restauración
1. La perseverancia restaura (Job 2)
En el último capítulo de Job, podemos analizar cómo fue recompensada esta perseverancia. Dios restauró a Job aún más de lo que era antes.
Job se arrepintió de los momentos en que tuvo que hacerlo. No anticipó su propia voluntad antes que la voluntad de Dios, y nos muestra que sus intenciones fueron siempre las de un amor profundo.
El Señor vio su paciencia y su sacrificio, y también su fe y su obediencia. Estas cualidades lo hicieron seguro y lo llevaron a su continua prosperidad hasta el final de sus días.
Conclusión
Job es un ejemplo de por qué el dolor nunca es una excusa para alejarse de Dios. En los momentos en que menos entendemos las circunstancias, debemos aferrarnos más y permanecer firmes en el Padre.
El verdadero significado de la perseverancia se fortalece a medida que crece nuestra fe. Esa seguridad divina de que aunque ahora no entendamos, Dios siempre tiene una respuesta. En este caso, el Señor conocía el corazón de Job, se mantuvo humilde y fuerte en todo y sin nada.
Así es como Dios nos confía el amor. Sin nuestros propios intereses, pero confiando en que nosotros, sus hijos, seremos prósperos y abundantes.
Donde existe la posibilidad de resistir, fortalecemos nuestro amor por el Creador y volvemos a salvar.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.