Resistiendo la tentación

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Resistiendo la tentación: Lecciones del desierto

Predicas Cristianas Lectura Bíblica de Hoy: Mateo 4:1-11

Introducción

Resistiendo la tentación
Resistiendo la tentación .. Predicas Cristianas

Hermanos y hermanas, hoy vamos a explorar una de las partes más significativas de la vida de Jesús: el tiempo que paso en el desierto, donde fue tentado por el diablo.

En Mateo 4:1-11, vemos a Jesús enfrentándose a pruebas y tentaciones. Además de ver su experiencia, de ella aprendemos mucho sobre cómo resistir las tentaciones en nuestras propias vidas.

I. La tentación del pan (verss. 1-4)

Después de ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches, Jesús tenía hambre. Aquí es donde el diablo vio una oportunidad, y le tentó a que convirtiera las piedras en pan. Pero Jesús resistió, citando Deuteronomio 8:3: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios“.

Es típico que en nuestras propias vidas, nos enfrentemos la tentación del “pan”. Es decir, las tentaciones que llegan a nuestra vida en forma de deseos materiales o necesidades físicas. Pero en el versículo anterior Jesús nos enseña que la verdadera satisfacción no proviene de satisfacer nuestras necesidades físicas, sino de la palabra de Dios.

Aplicación:

Debemos aprender a resistir la tentación como lo hizo Jesús, buscando fortaleza y dirección en la palabra de Dios. Cuando nos sentimos tentados, debemos recordar que nuestra verdadera satisfacción y plenitud solo se encuentran en Dios.

Ahora pregunto: ¿estás buscando satisfacción en las cosas de este mundo o estás buscando a Dios y su Palabra? ¿Estás permitiendo que las tentaciones del mundo te alejen de Dios, o estás resistiendo como lo hizo Jesús?

En nuestro caminar cristiano debemos prestar atención a las lecciones que Jesús nos ha dejado, y hacer de su ejemplo nuestra inspiración para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.

II. La tentación del Templo (verss. 5-7)

a. Profundicemos en la tentación

En la segunda tentación, el diablo lleva a Jesús a la santa ciudad, Jerusalén, y lo coloca en el punto más alto del templo. Aquí, el diablo tienta a Jesús a lanzarse hacia abajo, distorsionando las Escrituras para tentar a Jesús a probar la protección de Dios.

Esta tentación nos puede parecer extraña a primera vista. ¿Por qué Jesús se lanzaría desde el templo? Pero si profundizamos, encontramos una tentación a la que todos nos enfrentamos: la tentación de probar a Dios; la tentación de desafiarle para que demuestre Su amor y cuidado por nosotros.

b. La confianza en Dios

Una vez más, Jesús responde con las Escrituras, esta vez con Deuteronomio 6:16: “No tentarás al Señor, tu Dios“. Con estas palabras, Jesús está afirmando que Su confianza esta totalmente depositada en Dios. No necesita probar a Dios. No necesita un espectáculo de ángeles para saber que Dios cuida de Él. En otras palabras, Jesús nos muestra que debemos confiar en Dios, y no ponerlo a prueba.

¿Y nosotros? ¿Confiamos en Dios de la misma manera? ¿O exigimos signos y milagros para creer? ¿Intentamos poner a prueba a Dios con nuestras acciones, esperando que Él intervenga de la manera que queremos?

Aplicación

La lección aquí es clara: debemos confiar en Dios. No necesitamos poner a prueba a Dios para saber que Él está con nosotros. En lugar de buscar signos y maravillas, busquemos a Dios en nuestra vida diaria, en las bendiciones que a menudo pasamos por alto.

Hoy te invito a reflexionar sobre esto. ¿Estás confiando realmente en Dios, o estás poniéndolo a prueba? ¿Estás buscando a Dios en tu vida diaria, o solo estás buscando signos y maravillas? Recuerda que la verdadera fe no requiere pruebas.

En nuestra próxima sección, exploraremos la tercera y última tentación que Jesús enfrentó en el desierto: la tentación del poder. Veamos cómo Jesús resistió esta tentación y cómo podemos aplicar sus lecciones en nuestras vidas.

III. La tentación del poder (verss. 8-10)

a. Profundicemos en la tentación

En la tercera y última tentación, el diablo lleva a Jesús a un monte muy alto y le muestra todos los reinos del mundo y su gloria. Y le ofrece todo esto si Jesús se postra y le adora. Aquí, el diablo está tentando a Jesús con el poder y la gloria de este mundo.

Esta tentación es especialmente astuta porque se disfraza de algo que puede parecer bueno. Después de todo, si Jesús gobernara todos los reinos del mundo, ¿no podría llevar a cabo Su misión de una manera aún más grande y poderosa? Pero Jesús ve más allá de la tentación a la verdad. El Señor ve que el poder y la gloria de este mundo son efímeros y, en última instancia, no son nada en comparación con la gloria de Dios.

b. La lealtad a Dios

Una vez más, Jesús responde con las Escrituras, diciendo: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo servirás” (vers. 10). Aquí, Jesús rechaza la tentación del poder y reafirma su lealtad a Dios. De esto aquí aprendemos que debemos resistir la tentación del poder y la gloria de este mundo y, en su lugar, buscar servir a Dios.

Ahora pregunto: en nuestra vida, ¿cómo respondemos a la tentación del poder y la gloria? ¿Buscamos acumular riquezas, poder y reconocimiento, o buscamos servir a Dios y a los demás?

Aplicación

La lección que Jesús nos enseña aquí es clara: debemos resistir la tentación del poder y la gloria de este mundo, y en vez debemos buscar servir a Dios. Cuando nos sentimos tentados por la gloria y el poder de este mundo, tenemos que recordar las palabras de Jesús y resistir.

Así que te pregunto, ¿estás buscando la gloria de este mundo o estás buscando servir a Dios? ¿Estás permitiendo que las tentaciones de poder y reconocimiento te alejen de Dios, o estás resistiendo como lo hizo Jesús?

Conclusión:

A través de las tentaciones a las que Jesús fue expuesto, aprendemos lecciones valiosas que podemos aplicar en nuestras vidas.

Primero: aprendemos la importancia de la palabra de Dios: Jesús nos enseña que la palabra de Dios es más esencial para nuestras vidas, que incluso nuestras necesidades físicas. Así que al enfrentamos a las tentaciones, debemos buscar la fuerza y la dirección en la palabra de Dios.

Segundo: aprendemos acerca de la confianza en Dios: Jesús nos muestra que debemos confiar en Dios, y no ponerlo a prueba. No necesitamos signos, ni milagros para creer en Dios y en Su amor por nosotros.

Tercero: aprendemos acerca de resistir al poder y la gloria de este mundo: Jesús rechaza la tentación del poder y la gloria de este mundo, eligiendo en su lugar servir a Dios. Él nos enseña a hacer lo mismo. Debemos servir a Dios en lugar de buscar el poder y la gloria de este mundo.

Las tentaciones que Jesús enfrentó no son ajenas a nosotros

Pero, e igual que Jesús, nosotros tenemos el poder de resistirlas y vencerlas (Santiago 4:7). Para vencer solo debemos buscar la fuerza y la dirección en la palabra de Dios.

Así que, al verte em medio de las tentaciones, te invito a que te sumerjas en la palabra de Dios, a que confíes en Él en todas las circunstancias, y a que resistas las tentaciones de este mundo. Así como Jesús nos mostró, podemos resistir y vencer la tentación, y al hacerlo, nos acercamos más a Dios y a la vida que Él desea para nosotros.

Que Dios te bendiga en tu caminar cristiano, te fortalezca para que puedas resistir toda tentación, y que el Espíritu Santo te de la convicción para que deposites tu confianza completa en Él, y te acerques más a Dios todos los días de tu vida. Amén.

© Juan C. Planterio. Todos los derechos reservados.

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Juan C. Planterio
Siervo de Jesucristo y amante de la palabra de Dios. Me gusta compartir los mensajes que el Espíritu Santo me inspira a escribir.

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