Restaurando al caído

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Cita Biblica: Gálatas 6:1-6

Introducción

El verdadero creyente no debería de apartarse jamás del Señor (2° Pedro 1:3). Si perdemos la comunión con Dios es siempre culpa nuestra. La restauración llega cuando a un creyente ha caído. Debemos de preguntarnos entonces, ¿Cómo comenzó la caída?

Generalmente es un proceso gradual, no un acontecimiento repentino. Placeres inocentes llegan a ocupar el lugar de nuestro estudio bíblico y la oración (el tiempo de/con Dios); compañías mundanas y pecaminosas nos alejan de los asuntos espirituales, pecados sin confesar nublan nuestro sentido del bien y del mal; poco a poco vamos cediendo ante las tentaciones del mundo, la carne y Satanás.

Cuando vivimos así, pronto será difícil que nos distingan de los inconversos que nos rodean. Le paso a Sansón (Jueces 14-16), Noemí (Rut.1:1-5) y Pedro (Lucas 22:54-62). Intro-Preliminares “Alguno” se refiere a una persona que es igual a todos nosotros, que tiene deseos, pasiones e impulsos tal como nosotros. Enfrenta las mismas tentaciones que enfrentamos nosotros (1 Corintios 10:13).

¿Cómo debemos de actuar cuando un cristiano ha cedido a la tentación, ha tambaleado y ha caído? ¿Debe de responder la iglesia? ¿Cómo debemos de abordar el problema? ¿Tenemos que ignorarlo, echarlo, criticarlo, aislarlo, apartarnos de él, avergonzarlo, difamarlo, censurarlo?

En esta parte de las escrituras no se especifica ningún tipo de pecado, puede tratarse de uno: pequeño o grande, negro o gris, despreciable o aceptable (para el hombre), dañino o inofensivo. “Sorprendido” parece ser que se trata de alguien tomado por sorpresa o de manera inesperada. “Restaurarle (katartizete)” nos habla de arreglar un brazo o una pierna fracturada o para cortar algo que ha crecido en el cuerpo.

Los cristianos debemos de ayudar a nuestros hermanos a: volver a la senda correcta, corregirlo, restaurarlo, conducirlo de regreso. Ayudarlo a cortar de raíz el pecado La forma en que abordemos al hermano caído es de gran importancia, por lo que debemos de hacerlo con el espíritu correcto. El ministerio de restauración es el ministerio del Dios del Amor, ministerio para el cual nos ha llamado, debemos de andar restaurando hombres para el reino de Dios y para una iglesia santa.

1. Características de un creyente alejado (caído) del Señor.

a) No tiene interés en el estudio de La Biblia o en la oración (1 Corintios 3:1-2)

b) No desea la compañía de cristianos fieles (2 Timoteo 4:10)

c) No tiene el deseo de avanzar espiritualmente (Hebreos 5:12)

d) Tiene poco o ningún sentido de dependencia de Dios (Santiago 4:13)

e) No es feliz (Salmo 51:12)

f) Condena a sus semejantes (Mateo 7:3)

g) Finalmente se disculpa a sí mismo (Malaquías 2:17)

2. Siete principios Bíblicos para tratar la caída y la restauración:

I. Las cuestiones de pecado en la iglesia las manejan hermanos espirituales.

(vers. 1) Los creyentes espirituales son los que caminan en el Espíritu de Dios (Gálatas 5:22-23), por lo tanto ellos serán los encargados de ayudar en la restauración del caído. Son los que:

Viven conforme al fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.

Los que viven una vida de sacrificio y de negación propia.

Viven una vida coherente con su postura espiritual.

No vive una vida de super-espiritualidad No se creen los superespirituales): envidia, orgullo, celos, arrogancia, egoísmo….”no se siente el más espiritual de todos”

II. Acercarse al hermano que ha pecado con espíritu de mansedumbre (vers. 1)

¡Con cuanta frecuencia se necesita esto! Con demasía lo que se expresa es con espíritu de: dureza, crítica, reprobación, indiferencia, censura, rudeza, murmuración, rechazo. Si abordamos de esta manera, seguramente no ayudaremos a restaurar al hermano, lo único que lograremos es destruirlo. Y la gran tragedia es que haremos les obligaremos a buscar refugio en el mundo. Debemos de acercarnos al hermano con espíritu de mansedumbre (6:1); ser cordial, tierno, cálido, amoroso y cuidadoso.

author avatar
Rubén Márquez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio