Avivando el fuego

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Avivando el fuego

Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: Hechos 28:1-6

Introducción

Avivar el fuego es algo que todo tenemos que estar realizando. Tenemos que nutrir el fuego del Espíritu Santo en nosotros para obtener un renacimiento. ¿Cuánto de los presentes anhelamos y requerimos un avivamiento? Pero cuando les digo de un avivamiento, les digo de un anhelo inagotable de estar al servicio de Dios. Cuando les comento de un avivamiento, les comento de dejar que arda esa llama que habita en nosotros con energía como lo que es, un llama abrazadora.

¿Cuantos anhelan sentir esa llama? ¿Cuantos proclaman amen? Pero ¿Conocen ustedes de verdad a los que han proclamado amen? Este es una lección que les anhelo examinar el día de hoy. Deseo que todos tengamos en cuanta de lo que ocurre una vez que esa llama es prendida y flamea con vigor. Demos paso a la Palabra de Dios.

Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. 2 Y los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío. 3 Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. 4 Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. 5 Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. 6 Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; más habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.”

Avivando el fuego

Como he comentado siempre, para lograr un mejor entendimiento de esta lección que Dios tiene para nosotros, es requerido realizar un pequeño recordemos un poco de historia. Cuando interpretamos lo que está ocurriendo con Pablo antes de llegar a estos versículos que estaremos empleando en el día de hoy, veremos que él era un prisionero en vía a Roma para ser llevado a juicio ante el Cesar. En el capítulo 25 hallamos que los primordiales sacerdotes y lo judíos más prestigiosos se mostraron en su contra en Hechos 25:2-3 al leer “Y los principales sacerdotes y los más influyentes de los judíos se presentaron ante él contra Pablo, y le rogaron, 3 pidiendo contra él, como gracia, que le hiciese traer a Jerusalén; preparando ellos una celada para matarle en el camino.

También hallamos que aunque todo querían extinguirle, nadie podía exponer algo que acreditara tan esto legalmente; como bien lo dice en Hechos 25:18-19 cuando leemos “Y estando presentes los acusadores, ningún cargo presentaron de los que yo sospechaba, 19 sino que tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su religión, y de un cierto Jesús, ya muerto, el que Pablo afirmaba estar vivo.

Después observamos en el capítulo 26 Pablo se protege ante el rey Agripa, y su declaración es una que por poco logra convertir al mismísimo rey al cristianismo; observemos lo que dice el rey a Pablo en Hechos 26:28Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.

Claramente ellos no tenían razón alguna para detenerle, Pablo no había realizado ningún delito y esto queda muy claro en Hechos 26:30-31 cuando leemos “Cuando había dicho estas cosas, se levantó el rey, y el gobernador, y Berenice, y los que se habían sentado con ellos; 31 y cuando se retiraron aparte, hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna ni de muerte ni de prisión ha hecho este hombre.” De lo solo que era culpable era de realizar con la misión de que Jesús le había encomendado. Solamente de lo que era culpable Pablo era de compartir el evangelio.

Pero porque no involucraba su fe, porque no se oponía a Cristo, porque no le fallaba a Dios, él ahora se hallaba en cautiverio por este mundo de mentiras y malicia. Entonces, en esta parte de la historia hayamos que Pablo había sido mandado a Roma para ser enjuiciado por el César. Pero el trayecto no fue para nada sencillo observemos lo que ocurrió según Hechos 27:14 cuando leemos “Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón.” De esta manera podemos observar que la embarcación fue acometido por una enorme tempestad que les ocasiono que naufragaran en una isla de nombre Malta, donde ellos habitaron por los siguientes meses.

La embarcación se naufragó, se hundió lo que significa que ellos debieron nadar desde la embarcación hasta llegar a la orilla, y cuando finalmente llegaron a la playa, probablemente estaban exhaustos y como observamos en los versículos padecían de Frio. Entonces observamos que fueron acogidos por los nativos y que Pablo estaba en curso de encender un fuego. Es acá donde empieza nuestra enseñanza de hoy.

Probablemente la mayoría comentará de esto que le sucedió a Pablo es mucho, primero, fue mantenido en cautiverio sin motivo alguna o crimen, segundo, fue conducido a Roma para ser sentenciado por Cesar, tercero, el barco donde realizaba su viaje se hundió y fueron náufragos en aquella isla; cuarto como si lo anterior fuera poco, el desamparado hombre estaba por encender una llama para entibiarse cuando repentinamente aparece una serpiente que se le aferra a su mano, ¿Que situaciones verdad?

Cuando realizamos una similitud entre lo que le ocurrió a Pablo en esa época y lo que nos está ocurriendo en la vida de demasiados e hoy en día, rápidamente encontramos una gran similitud. Tal como Pablo descubrió en aquella isla, exhausto, con frio y con todas las demás menesteres en el mundo existen múltiples personas que caminan sin dirección o sin sentido y podemos observar que múltiples personas que rebuscan una desenlace a ese vacío que poseen en actos no indicados; Actos como la drogadicción, el alcoholismo, los perdición, la obscenidad y la lujuria. Pero lo que más nos entristece es que esto no solo destina para los mundanos, es decir para los que no creen.

Lamentablemente con múltiples repeticiones hallamos estos actos dentro del mismo Cuerpo de Cristo. ¿Porque ocurre esto? Estos actos ocurren al interior del Cuerpo de Cristo porque la mayoría son los que dejan amedrantar. Comprobemos muy bien estos versículos para observar si lo que les comento tiene sentido alguno.

La Palabra nos dice: “Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano.” Sin temor alguno todos podemos comentar los que ocurrió fue algo atemorizante, escapando de las llamas una serpiente se aferra a la mano de Pablo. Esto puede ser clasificado como una embestida más del enemigo, una embestida que no solamente tenía el propósito de atemorizar e intranquilizar sino también de acabar con la vida de un siervo de Dios.

Hermanos les comento algo, esta es una estrategia que nuestro enemigo sigue usando en cada momento. Comento esto porque cuando realmente nos damos a Cristo, cuando realmente empezamos a caminar con Él, es cuando empieza a arder fervorosamente en nosotros la llama del Espíritu Santo, pero de todos lados saldrán esas serpientes que nos arremeten.

Probablemente ciertas personas comente que no han observado una serpiente o víbora, pero les comento que la gran mayoría si no es que seguramente todos nosotros hemos sido agredidos por estas víboras. No indispensablemente tiene que ser un reptil que nos agrede, pero las serpientes en este suceso son todas aquellas acciones, actos, personas que buscan poner fin de nuestra relación con Dios.

Óiganme muy bien,  a Satanás no le interesa cuando estamos con frío. A Satanás no le interesa que nos sentamos insensibles, no le interesa que seamos condescendientes. A Satanás no le interesa que desestimemos y humillemos las bendiciones de Dios. Pero cuando la llama del avivamiento aparece en la vida de un cristiano, cuando una persona sostiene la llama consumidora del Espíritu Santo, Satanás crea un plan de batalla así como lo realizo con pablo. Satanás crea un plan de batalla con el motivo de asesinarnos.

En este momento deseo parar aquí por un pequeño instante para dar claridad en algo. Cuando pronuncio la palabra asesinarnos, no me refiero a la muerte del cuerpo debido a que Satanás no tiene autoridad para acabar con nuestro cuerpo. Solo existe uno que tiene toda la autoridad sobra la vida y la muerte y su nombre es Jesús.

Esto lo podemos hallar en Apocalipsis 1:18 cuando leemos “y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.” Pero si se lo dejamos, Satanás si nos puede asesinar nuestro espíritu que es más grave. Entonces con esto, el enemigo si tiene la autoridad sobre las cosas mundanas como lo hallamos en Lucas 4:6, cuando leemos “Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.

De esta manera el enemigo si puede provocarnos a apartarnos de los caminos y la voluntad de Dios proponiéndonos placeres y anhelos de la carne que son su reino acá en el mundo. Su embestida será con el motivo de dañar nuestra relación con Dios, su embestida será con el motivo de intoxicar nuestra vida espiritual. Su embestida será como el veneno de una serpiente, ponzoña que asesinara nuestra relación con Dios.

La ponzoña en nuestra vida logra en esencia muchas cosas, en este caso el de Pablo leemos: “Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.” Notoriamente acá observamos que el veneno de esta serpiente no es muy desigual a las de otras serpientes que están agarrándose de los creyentes hoy en día. No tienen mucha diferencia a la intoxicación que está perjudicando la vida de la mayoría de las personas en este mundo y en la iglesia en la actualidad.

¿De qué veneno les esto comentando? les comento del veneno del miedo más enorme que podamos imaginarnos nosotros. Esto, a mi parecer es el miedo más enorme que todos tenemos. Deseo que nos concentremos atentamente en algo acá, estas personas en seguida que observaron que la serpiente se descolgaba de la mano de pablo, ellos todos sacaron sus desenlaces.

Todos ellos dijeron y lo que dijeron no fue nada en absoluto bueno. Algo que debemos apreciar acá es que en ese instante Pablo pudo tomarse la mano y gemir del dolor. En ese instante él pudo haber intentado que los demás sintieran compasión por lo que había acontecido, pero este no fue el caso. Y les comento que si en ese instante él no estuviera fuerte en su fe probablemente los comentarios le hubieran parado para proseguir.

Pero nada de esto paro a Pablo, no lo que estuvieran pensando o comentando, no la tortura que estuviese sintiendo, la palabra nos comenta: “Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. “¿Porque fue capaz de realizar esto Pablo? El motivo es sencillo, lo logro realizar porque él intuía que él había depositado su confianza. Cuando depositamos nuestra confianza en Dios y permanecemos fuertes en Su palabra, Él no nos deja solos y de esto tenemos juramentos como hallamos en 1 Juan 3:24Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.”

Pero el adversario anhela que observemos esto. El adversario anhela hacernos observar y razonar que estamos desamparados, pero reprendamos esto en el nombre del poderoso de Jesús. Amarremos a estos mentirosos demonios que desean intoxicar nuestros pensamientos, que desean intoxicar nuestro espíritu.

Realicémoslo inamoviblemente conociendo que tenemos la autoridad de realizarlo como nos comentó el Señor en Lucas 10:19 cuando leemos “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.” Reprendamos a ese mentiroso demonio con seguridad conociendo que no existe nada ni nadie con más autoridad que nuestro salvador.

Observemos bien como dice en 1 Pedro 3:21-22El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, 22 quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.” No existe poder o autoridad que no esté sometido a Cristo. ¡Gloria a Dios!

Hermanos, Cristo murió en la Cruz por nosotros, para que pudiéramos ser liberados. En Su muerte nos otorgó liberación, sanación y paz. Él nos otorgó el fuego del Espíritu Santo el que habita en todo cristiano para que acabe con todas las perversidades que existe en nosotros. Porque de esa llama huyen las serpientes, y si no estamos pendientes, esas serpientes tóxicas arremeterán en contra de los que están a nuestro alrededor.

Esas serpientes empezarán a distribuir su ponzoña en nuestros hogares, familiares, hijos, parejas. Si no permanecemos fornidos en su Palabra, si no permanecemos fornidos en nuestra fe, entonces de esta manera más temprano que tarde el enemigo volverá, solo que en esta vez será más dura la arremetida, y esto nos lo advierte el Señor en Mateo 12:43-45 cuando leemos “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. 45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.” De la llama del Espíritu Santo deberán escapar estas víboras, si no estamos alerta y orando, si no estamos enteramente confiados en Cristo Jesús, Entonces no será raro que se nos prendan a nosotros en las manos.

Para concluir

Les cuestiono, ¿se les ha agarrado la serpiente de religiosidad, de miedo, de desobediencia, de orgullo, de arrogancia? ¿Has permitido dejarte atemorizar por las víboras que han salido corriendo de las llamas y que están a tu alrededor? ¿Tienes una serpiente agarrada de tu mano en este instante? Si has contestado que si a algunas de estas cuestiones, para ti tengo noticias alentadoras el día de hoy.

Hoy te comento que el mismo Dios que accedió que pablo se quitara esa serpiente de su mano está presente para que apalees de la tuya. El veneno de esta serpiente es algo que en múltiples sucesos no acaba con la persona de inmediato, es algo que se mantiene y que se riega por todo el cuerpo durante algunos minutos hasta que sea mortal.

¿Porque les comento esto? se los comento porque probablemente tengamos algún tiempo soportando con algo, probablemente tengamos algún tiempo padeciendo una pena, raíz del desconsuelo, o una espina introducida en nuestro corazón; probablemente este veneno se esté regando en nuestras vidas, pero hoy Cristo te dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateo 11:28-30) ” Colosenses 1:13-14 cuando leemos “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

El mismísimo Señor fue quien nos admitió a cada uno de nosotros personalmente. Él no vino a nuestra vida por azar sino porque quiere conducirnos a un lugar donde le podamos servir observen bien como dice en Salmos 40:1-3Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. 3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.” Él desea conducirnos hacia el lugar donde quiere que estemos y obtengamos la paz y la dicha de vivir en su reino como nos comenta el Señor en Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Él nos condujo juntos en este día con un motivo. Nos condujo juntos en este día para que departamos con Él. Cuando vamos en la búsqueda de Dios, El Espíritu Santo nos acobija totalmente. Cuando vamos en búsqueda de Dios, el Espíritu Santo nos desata. ¡Arroja hoy esa víbora de tu mano!

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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