Predicas Cristianas
Predicas cristianas predica de hoy: El objetivo de la oposición: ¡detenernos!
Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: Lucas 19:1-10
Introducción
Algunas de las situaciones que con continuidad interrumpen la progresión espiritual, y es seguro que detienen el andar cristiano, es así como la oposición que con continuidad enfrentamos, puede paralizar. Ya que esto es la realidad de lo que sucede cuando obtenemos un llamado del Señor. Sin embargo ¿Qué es una Oposición?
Una oposición es eso que nos lleva a distanciarnos de la compañía de Dios. La oposición se encarga de interrumpir la voluntad que tiene Dios en la vida del cristiano, es así como indaga a que deje de mirar al único que no se puede dejar de mirar, y es Jesús.
Sin embargo varias personas son alejadas por la oposición que aparecen en la vida. Y es así como todos los días vemos como encontramos personas en la iglesia, que cuando obtuvieron dones y capacidades, no lo utilizan.
Es algo que comúnmente vemos a diario a esas personas que sintieron la presencia de Dios en su vida, y habiendo sentido su compasión, gracia y amo, dejan que las oposiciones que hay en este mundo les interrumpan conseguir una relación más cercana con el Señor.
Es algo que comúnmente vemos a diario a esas personas que se han alejado por completo, lo que les quiero expresar, es que ya no asisten a la iglesia, su corazón se ha retirado mucho de Dios.
Es por esto que en el día de hoy anhelo que analicemos a un personaje de la Biblia que pese a que fue enfrentado por amplias oposiciones, no dejo que nada ni nadie lo interrumpiera para así poder llegar al Señor.
Zaqueo enfrentando la oposición
Pasemos ahora a la palabra de Dios.
Lucas 19:1-10 – Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Como les suelo decir, que para recibir una mejor comprensión del mensaje de que Dios tiene para cada uno de nosotros en este día, será indispensable realizar un corto repaso de historia.
Estos sucesos que hemos leído acá ocuparon una gran parte del tiempo en que el imperio romano dirigía esta región, y esta ciudad era una de las tantas bajo con este imperio. Sobra manifestar que el pueblo judío era observado bajo un cargo militar, ya que ellos consideraban que para pagar los impuestos a Roma era establecer una acción de engaño hacia Dios. Algo primordial que debemos tener en cuenta es el sistema que llevaban a cabo el imperio para recaudar los impuestos.
La autoridad romana de las regiones lo que ejercían es que ellos empleaban a personas locales, en otras palabras, del mismo pueblo o ciudad, para que ellos mismos se dirigieran a cumplir con esta labor. Lo atractivo de todo esto es la norma con que gobernaba esta autoridad. Ya que la norma romana, decía que la persona delegada de recaudar los impuestos, es decir el “publicano”, cancelaba por adelantado una suma de dinero al imperio, en gratitud, el imperio de ofrecía el poder de recaudar los impuestos en distintas áreas.
No solo le daban esto, sino que el publicano estaba plenamente capacitado para así recibir una ganancia por lo que estaba haciendo. Es decir, si era decretado que cierta persona le debía quince dólares al imperio, el publicano tenía todo el derecho de reclamar veinte y el ciudadano estaba obligarlo a pagarlos o sujetarse a dichas consecuencias por infringir la norma romana.
Sobra decir que esta norma se brindaba para la corrupción, y que algunos publicanos si no la mayoría eran personas corruptas se aprovechaban del pueblo. De acuerdo a la corrupción y la injusticia que había, y así era como estas personas fueron rechazadas por todos.
Esto lo podemos ver reflejado en Marcos 2:16 cuando leemos “Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?” Conservando cada uno de estos sucesos en la memoria, seguiremos con el análisis que tenemos en el día de hoy.
Siguiente con nuestro análisis leeremos “Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.” En cada uno de estos versículos hay sucesos de un gran interés.
Número uno, es la denominación que poseía esta persona; En la palabra nos menciona que era “jefe de los publicanos.” Número dos, los detalles de la apariencia de esta persona; En la palabra nos menciona que era “era pequeño de estatura.” Analicemos estos dos mínimos detalles más a fondo, para así poder concluir si en verdad son de tanta existencia y si vale la pena.
La denominación: “jefe de los publicanos.” Si observamos esta denominación en una posición más moderna, cada uno de nosotros diríamos con en conclusión que no tiene nada de importancia.
Presentaríamos esta conclusión ya que en la existencia encontramos muchas desigualdades entre los que colaboran a recaudar impuestos de hoy en día, y los de en ese tiempo. Hoy en día contamos con unas entidades profesionales, constituida por personas correctas en cuestión de la parte de la contabilidad y normas. Personas educadas que siguen las normas decretadas y lo único que hacen es llevarlas a cabo.
Pero como podemos ver en el tiempo de Zaqueo, los sucesos eran todo lo contrario. Sin embargo lo que es verdad que las personas encargadas de las organizaciones en recaudar los impuestos en estos días no es que se digan que sean muy populares que se pueda decir, en ese tiempo, las personas que ayudaban de recaudar los impuestos ellos eran considerados plenamente rechazados.
Así que su puesto nos indica que él era una persona odiada por el pueblo, pero existe otro detalle que también debemos notar. El puesto de este hombre era “jefe de los publicanos,” algo que nos muestra que él practicaba la potestad sobre un grupo de publicanos.
Este puesto nos deja estar al tanto que este hombre era alguien sumo influjo y poder. Así que del puesto logramos establecer dos cosas; podemos establecer que Zaqueo era detestado por todos los que le cercaban, y segundo, que este hombre practicaba autoridad e influencia con el estado, algo que con plena seguridad era causa de gran vanidad en la vida de este hombre.
Digo que debidamente era de gran vanidad porque él había alcanzado una posición que nadie antes había alcanzado; es más este puesto solo aparece una vez en la Biblia y es exclusivamente en relación a Zaqueo.
Su representación física; “era pequeño de estatura. “ ¿Por qué debemos observar esto? Es transcendental que observemos esto porque sabiendo de la manera que marchaban las cosas en ese entonces, y sabiendo que este hombre era alguien odiado y detestado por el pueblo, entonces alcanzamos a tomar con certeza que ninguna persona en la muchedumbre que se reunió para ver a Jesucristo le iba a otorgar a Zaqueo una oportunidad para que llegara al frente para que lograse observarle.
Nadie en esa muchedumbre movería a un solo dedo para que Zaqueo lograra llegar al frente. Es más, este hombre estaba tomando un enorme riesgo. Comento que estaba tomando un enorme riesgo porque él era alguien detestado por el pueblo, y como todos aquí conocemos, dentro de una muchedumbre pueden ocurrir cosas indebidas o dañinas.
Como todos están tan pendientes de observar o en acercarse, nadie esta dando mucha atención, lo que suministra una oportunidad a un bandido de realizar algo indebido. Es decir, alguien le lograría acertar una puñalada y seguir su camino, y nadie hubiera logrado caer en cuenta de quien fue. Entonces de su estatura también logramos establecer dos cosas; podemos establecer que existía un gran obstáculo que le atajaría de ver a Jesucristo, y que llegar a observarlo sería sumamente riesgoso.
Acá poseemos a Jesús que desfilaba por esta ciudad, y cuando el pueblo se dio cuenta que Él se encontraba en camino, todos salieron a observarle. El motivo fue porque Su reputación le acontecía, y todos querían observarle a este hombre que ellos habían escuchado que realizaba milagros.
Zaqueo no era distinto a todos ellos
Él también sentía curiosidad de observar a este hombre quien muchos le registraban como el Mecías, pero como era bajo de estatura, él estaba al tanto que jamás podría lograría observarlo porque la muchedumbre no le concedería el paso. Y es por eso que leemos “Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.”
Hermanos y es acá donde empieza nuestra enseñanza. Comento esto porque las pruebas que le cercaban eran grandes; les comento de los indebidos sentimientos que habían hacia él de parte de este pueblo; les comento de la vanidad de su cargo o prestigio; y les comento de su estatura y peligro de riesgo en que se encontraba.
Pero sin embargo toda esta pruebas, él no admitió que nada le atajara de acercarse al rostro del Señor. Pero desafortunadamente estas mismas pruebas atajan a varios de buscar más de Dios. Debido al motivo que no buscan más de Dios, entonces hallamos a personas con hermoso talentos que Dios le ha otorgado que no los utilizan.
Debido al motivo que no buscan más de Dios hallamos a personas que han dejado que su relación con Dios se congele, y lo mismo le da acercarse como no acercarse a las congregaciones. Es decir, las adversidades como: el vanidad y la petulancia de esta vida; lo que puedan discernir o comentar de nosotros; lo que derrocharemos debido a un cambio total de vida; han cumplido su intención causando una gran brecha entre muchos y Dios.
Pero si al inspeccionar tu vida hallas que esto ha ocurrido, está ocurriendo, o está a punto de ocurrir, yo te comento corre a buscar Su rostro. Búscale de todo corazón, y le encontraras sin problema. Es como nos comenta la Palabra en Deuteronomio 4:29 cuando leemos “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.” Y como nos comenta el Señor en Mateo 7:7-8 cuando leemos “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”
El Señor quiere abrir su puerta para que ingreses en su descanso y amor, pero nosotros somos los que debemos que buscar una relación más intensa con Él. Busca de Dios porque una gran verdad es que este mundo no te puede dar nada importante.
Las cosas que este mundo otorga nunca podrán compensar ese vació que ahora sientes, las cosas que otorga este mundo nunca podrá acabar tu sed. Solo existe uno capaz de realizar todo esto, y su nombre es Jesús
Que estemos acá unidos muestra que estamos en búsqueda del rostro de Dios, pero para encontrarlo debemos que realizarlo de todo corazón y cuando esto ocurre entonces acontecerá como encontramos aquí cuando leemos “Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.”
Supongamos esto, había una gran muchedumbre para observarle, pero de todas las personas que estaban allí conglomeradas en ese sitio para observarle, Jesús distinguió a este hombre por nombre. De las escrituras asimilamos que Zaqueo nunca había visto a Jesús, así que podemos suponer confiadamente que Jesús nunca había observado a Zaqueo. Pero Jesús lo distinguió por nombre.
Coméntale a la persona que tienes a tu lado, Jesús conocía a Zaqueo. De la misma manera Jesús nos conoce a cada uno de nosotros. Observemos bien como lo comenta el Señor en Juan 10:14 cuando leemos “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.” Dile a la persona que tienes a tu lado, Jesús te conoce a ti.
De entre todos los billones de habitantes que existen en este mundo, Jesús nos ha examinado individualmente, y tal como en el caso de Zaqueo, busca instalarse en nuestro corazón. Tal como en el tema de Zaqueo, Cristo nos ha vociferado a todos por el nombre.
Él nos ha seleccionado, nos ha alejado de la putrefacción donde estábamos, nos ha limpiado de todo pecado y nos ha otorgado la vida eterna. Nosotros somos sus ovejas, nosotros hemos oído Su voz, nosotros le continuamos.
Pero, si no estamos intentado conocerle, si no estamos asediando toda oposición, pues entonces no le será muy complicado al enemigo confundirnos. Comento esto porque si no sacamos el tiempo de oír Su voz, si no sacamos el tiempo de conocerle profundamente y conocer la voluntad del Padre, entonces no podremos entender la discrepancia en lo que es de Dios y lo que es del enemigo.
Si no otorgamos mucha atención, si no generamos una relación personal con Cristo, le será muy sencillo al enemigo impedir o demoler los planes de Dios en nuestra vida. Observen bien como todo esto es algo que queda bien aclarado en 2 Corintios 11:14-15 cuando leemos “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.”
Estos versículos acá nos comentan visiblemente que si no tenemos precaución, si no sacamos el tiempo necesario de conocerle, pues entonces seremos burlados.
Para finalizar
Un alto porcentaje del rebaño de Dios admite que las adversidades y los agresiones del enemigo influyan en su conocer a Cristo. Acceden que las cosas de este mundo, que las cosas que no son eternas les separe de las bendiciones de Dios.
No podemos permitir bajo ninguna ocurrencia que nada nos aleje de los caminos de Dios. No podemos permitir que las adversidades nos extravíen del conocer a Cristo entrañablemente. En el caso de Zaqueo observamos que Cristo le conoció por su nombre, Cristo indago su corazón y miro el anhelo que él tenía por conocerle.
El amor de Cristo genero un enorme cambio en la vida de este hombre y es capaz de conseguir un enorme cambio en tu vida hoy. Observen atentamente en estos últimos datos de las escrituras cuando leemos “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.”
El amor de Cristo le otorgó la evidencia de sus errores, faltas y pecados, y le llevó a un arrepentimiento verdadero. En un momento, este hombre detestado y aborrecido, en un momento este hombre podrido y abusivo, fue transfigurado por el amor de Dios.
Ese amor está presente en este instante y está a la disponibilidad de todo el que quiera alcanzarlo. Oye hoy que el Señor te dice “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” No dejes que las adversidades de este mundo trunquen tu relación con Dios.
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