Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: La prosperidad
Predicas Cristianas Texto Bíblico: “Amado, deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” 3 Juan 1:2
La prosperidad – Introducción
Esta no es solo una salutación de Juan al anciano Gayo, es el deseo de Dios para todos su hijos amados, Dios quiere que tú seas prosperado en todo, y en todo significa en todo. Ahora bien, hay que comenzar por aclarar una cosa, prosperar no significa ser rico, la prosperidad tiene mas que ver con el progreso constante que con el alcance de una meta.
Hay personas que son ricas en lo económico, pero que no prosperan, viven de créditos, tienen que hacer cosas fuera de la ley o simplemente han sacrificado todos los demás aspectos de su vida en pro del dinero. Eso no es prosperar, es vivir con la constante zozobra del temor de perder las cosas materiales, y Dios quiere que seas prosperado en todo y que tengas salud. Pero principalmente que lo hagas conforme prospera tu alma, dice la palabra de Dios:
“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si granjeare todo el mundo, y pierde su alma” (Marcos 8:36). También dice: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y lo demás vendrá por añadidura” (Mateo 6:33). Estas son dos grandes verdades, si no lo fueran no estarían en la Biblia; pero, he aquí el pero.
Desear la prosperidad no es malo
No significan de ninguna manera que prosperar económicamente sea malo. Abraham fue rico, Job fue rico, lo mismo que Isaac, Daniel, David, Salomón, Nehemías, José de Arimatea y muchos otros hombres que sirvieron al Señor. Ser rico no es malo, lo malo no esta en lo exterior sino en lo interior. Por eso dice claramente; “así como prospera tu alma”.
Si eres prosperado en algo y especialmente en el área económica, sin que prospere tu alma, corres el riesgo de caer en tentación y en lazo del enemigo, porque no estas preparado para digerir la grandeza de las bendiciones que Dios quiere poner en tu vida. O peor aún que el mismo enemigo te este proveyendo para que no sientas necesidad de Dios y de una forma u otra le sirvas, y que esto no te asombre.
¿Cristianos sirven a las intenciones del enemigo?
Hay muchos que diciéndose cristianos sirven a las intenciones del enemigo, y esto se debe a la falta de conocimiento y la mala interpretación de las escrituras. Dice la palabra de Dios “Contentos con lo que tenéis” (Hebreos 13:5). Pero jamás dice contentaos con lo que no tenéis, si eso fuera que sentido tendría la palabra que dice “Pedid y se os dará”.
Contentarse no significa conformarse, voy a poner un ejemplo. Un padre de familia solo puede proveer a su familia frijolitos para comer, y al momento de bendecir los alimentos eleva al cielo la siguiente oración: “Padre nuestro, te damos gracias por estos alimentos que has traído a nuestra mesa, bendícelos y has que sacien el hambre de nuestros cuerpos, así como tu palabra sacia el hambre de nuestras almas, ahora Señor humildemente te pido que me prosperes para que en un día no muy lejano pueda traer a esta mesa unos bistecitos”.
Ustedes piensan que Dios le va decir a ese hombre, ¡Ha, como no te contentaste con lo que te di, ahora hasta los frijoles te voy a quitar! Yo no lo creo así, y si usted lo cree así entonces Usted y yo no estamos predicando al mismo Dios, porque mi Dios es un Dios de poder, amor y bondad.
Vamos mas allá, al poco tiempo aquel hombre es prosperado por Dios, y en aquella mesa ahora hay unos huevitos con jamón, con una salsita verde, un poco de queso, y por supuesto los frijolitos, porque estamos de acuerdo Dios no se los quitó ¿Verdad?
Y ahora también la oración ha cambiado “Padre nuestro, te agradecemos el habernos prosperado, bendecimos en tu nombre estos alimentos que has puesto ante nosotros, pero señor, con toda humildad te recuerdo que aun espero los bistecitos”; yo le aseguro que los bistecitos van a llegar, y no solo eso sino muchas mas bendiciones, si Dios dio a su hijo para el perdón de nuestros pecados como no nos dará juntamente todas las cosas, por algo Él es el dueño del oro y la plata, pero como en todo hay secretos, hay misterios que deben ser escudriñados en su palabra, y el secreto de la prosperidad se encuentra entre otros lugares en el primer capitulo del libro de Josué.
La condición del pueblo de Israel
Pero antes de entrar de lleno a la palabra, analicemos cual era la condición del pueblo de Israel en ese momento. El pueblo de Dios venia de vagar cuarenta años en el desierto, un desierto del que es muy difícil escapar, “la mediocridad de la estabilidad”.