La Prosperidad

Si Dios te da una visión personal, si te llama al ministerio, como pastor, como predicador, como cantante, como músico, como evangelizador, escucha ese llamado, porque Dios va ha hacer que se cumpla y si tú desobedeces solo lograras que la visión se retarde y que tú sufras. Jonás no hizo si no retardar el cumplimiento de la visión y en consecuencia, ser arrojado al mar, ser devorado por el pez y el resto de la historia ahí esta escrito en su libro.

El segundo tipo de visión es “La visión del hombre”

Esto no es malo de ninguna manera, Dios te dio libertad para hacer todas las cosas. Si tu deseas algo y no esta en contra de los mandatos de Dios, y se lo pides a Él en el nombre de Jesús, la Biblia dice que te será concedido.

Pero voy a dar tres ejemplos bíblicos de visión de hombre

Primero: la visión de Lot; Lot vio las tierras en la región de Sodoma y Gomorra, que eran de riego, que eran buenas, y se visualizó próspero en aquellas tierras. Pero hubo un problema, jamás puso esa visión en manos de Dios.

No dice la Biblia que Lot hubiese consultado a Jehová para tomar esa decisión, no dice tampoco que haya bendecido la tierra y la haya dedicado al Señor. Las consecuencias fueron nefastas para Lot y su familia.

Así sucede cuando hacemos las cosas sin ponerlas en manos de Dios, y no solo en nuestra vida personal sino también en el ministerio. Hay veces que un cristiano se empeña en convertir a un amigo o a un familiar, y le insiste y le insiste y le insiste, y no consigue nada, y mientras tanto ignora la voz de Dios que le indica evangelizar a otra persona, pero él sigue duro y dale con quien él quiere que sea salvo sin pensar si Dios tiene otro tiempo para aquella persona.

Pero pasemos al segundo ejemplo: la visión de David de construirle casa a Jehová

Usted podrá decir que esa era visión de Dios, pero hay algo que demuestra que era visión de hombre, y es que Dios no le permitió a David construir él mismo el templo. Dios le dijo, no serás tu sino tu hijo quien me edifique casa.

Tu puedes tener una visión de un negocio, pero la desechas porque piensas que ya estas viejo y que no veras los frutos, pero no sabes si Dios quiere prosperar a tus hijos por medio de ese negocio. A veces no asistes a los cultos de oración porque a ti no te gusta o dices que no sabes orar. Pero no sabes si en alguno o varios de tus hijos hay un verdadero guerrero de oración y que se esta alimentando y que se esta estimulando al verte a ti y los demás hermanos entregándose a la oración y a la adoración.

David no edificó la casa de Jehová, pero preparo los materiales con los que Salomón la edificaría. No abandones una visión por parecerte que no verás los frutos de ella, tal vez Dios quiere esas bendiciones para tus hijos o para los hijos de tus hijos.

Por ultimo el tercer ejemplo: la visión de Nehemías

Nehemías sintió en su corazón compasión por su pueblo y por la ciudad de sus padres que se encontraba destruida. No dice que Dios puso en su corazón reconstruir la ciudad, fue Nehemías quien oró a Dios para que el le diera gracia ante Artajerjes para que este le permitiera ir a Jerusalén y reconstruirla.

Esa es la visión que queremos los cristianos, que usted quiere levantar un templo, póngalo en manos de Dios, y empiece a buscar el terreno. Si quiere un empleo mejor, póngalo en manos de Dios y reparta solicitudes. Si quiere reconstruir su vida, póngalo en manos de Dios y apéguese a sus mandamientos y enseñanzas.

Esfuérzate y se valiente

Vamos a continuar con la palabra; Josué 1:6. “Esfuérzate y se valiente…” Hasta ahí, el tercer secreto se llama “ACCIÓN”. La mas maravillosa de las visiones es solo un sueño si no la acompaña la acción, si no hay un esfuerzo de tu parte.

Josué tuvo que levantarse y cruzar el Jordán, Jonás tuvo que viajar a la ciudad de Nínive y pregonar por las calles, Nehemías tuvo que orar por varios meses y finalmente hablar con el rey, mas todas las acciones que siguieron a este hecho.

Si usted quiere que Dios lo prospere levántese y haga algo y sea valiente porque el enemigo no se va ha quedar quieto. En cuanto usted arranque va ha poner obstáculos en su camino, cuando usted se convierte a Cristo siempre habrá quien lo critique y trate de convencerlo de que esta cometiendo un error.

Le dirán te están engañando, ahí solo te sacan dinero, te están lavando el cerebro, y esto ultimo es muy cierto, se le esta lavando el cerebro de toda la porquería que lo había ensuciado el mundo, y no nada mas el cerebro toda su vida fue lavada con la sangre bendita de nuestro Señor Jesús de Nazaret.

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Raúl Lambert

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