La responsabilidad de nuestra salvación

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“…Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no solamente cuando estoy presente, Sino mucho más ahora que estoy ausente, Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor…” Filipenses 2:12

Introducción:

Hay que trabajar en la salvación. Hay que creer en ella, porque viene acompañada de responsabilidad en su proceso. La salvación no es un acontecimiento que sucede un día y ya se acabó. Hay quienes piensan que ya no es necesario hacer nada, porque ya todo aconteció en ese momento. En el Reino de los Cielos la salvación es un proceso continuo de crecimiento: de ser y hacer. Este binomio debe permanecer en la vida del creyente hasta que el Señor lo llame a su presencia.

I. Con temor y temblor

A. Interesante que Pablo utilice estos vocablos para referirse a la salvación. Basados en este texto y otros, se ha desatado una polémica desde hace muchos años y todavía persiste, acerca de si la salvación se pierde o no. Baste con decir por ahora que, la salvación no se pierde, sino que se renuncia a ella.

B. Se toma una decisión para ser salvo, así como otro día puedo tomar otra decisión para no vivir como salvo. En este pasaje, Pablo les dice a los filipenses que hay que obedecer no sólo porque haya alguien enfrente de uno vigilando. Al contrario, debo obedecer porque es un concepto, una convicción; y se debe obedecer más aún cuando la otra persona está lejos. El proceso de obedecer se amplía cuando la persona que lo cuida a uno está presente pero, a su vez, se restringe cuando esa persona no está.

C. Un Sueño.

Me contaron el siguiente sueño: Usted estaba predicando y como la tercer parte de la Iglesia se salió hacia el parqueo. Ud. siguió predicando. Pero ellos estaban haciendo cosas feas, cometiendo diferentes pecados, etc.; en eso Ud. fue a verlos y ellos se portaban bien. En eso, Ud. se metió para seguir predicando y ellos continuaron haciendo lo malo. No se habían ido de la iglesia, estaban dentro de la propiedad.

Al escuchar este sueño, me puse a orar para preguntarle a Dios qué significado tendría para nosotros. Y siempre hay un porcentaje de la iglesia que está luchando con su pecado, en una doble vida. Y es que nosotros los cristianos no sé por qué, pero tratamos de convencer a los demás con nuestras apariencias. Pero usted no tiene que convencer a nadie. El único que tiene que estar convencido con lo que hace, es precisamente usted mismo con su relación con Dios.

D. Cuando nos reunimos como Iglesia, tomamos una posición de cristianos. Hace algunos años, cuando veníamos a congregarnos llevábamos la Biblia debajo del brazo, la gente hacía burla diciendo que la Biblia la usábamos como desodorante; y eso era la apariencia de uno que era cristiano. Otro signo externo del ser cristiano, era (todavía persiste hoy), poner un pececito fuera del carro. Luego en las casas, hay cuadros con ciertos paisajes y un texto bíblico. No obstante todo esto, quisiéramos saber si realmente viven como cristianos. Porque la salvación es vivencia. La salvación es un estilo de vida. No es un acontecimiento aislado, determinado, de una fecha en el pasado sino de todos los días.

E. Por eso Pablo habla de cuidar la salvación con temor y temblor. Que en la Biblia significa reverencia, respeto, dedicación. No tiene nada que ver con miedo. Ustedes tienen una salvación que debe ser trabajada y atendida. Pablo insta a los filipenses a obedecer los mandamientos de Dios. Deben tomar la responsabilidad de administrar su salvación.

F. En Romanos 10:9-10, comienza un proceso. En este proceso debemos ser diligentes, responsables con esa salvación que Dios nos ha dado, entre tanto dure su advenimiento en gloria. No existe en la Biblia ningún concepto que me diga que en una decisión en un determinado momento, soy salvo y me quedo allí porque ya todo esta hecho. Soy salvo y nada más. Al contrario, la enseñanza bíblica es un proceso de crecimiento; p. e. el que robaba, ya no robe más. ¿Por qué? Porque es salvo ahora y los salvos no roban.

Los que mentían ya no mientan más. Los que están en adulterio, ya no adulteren más. Los que fornican, ya no forniquen más. Porque todos los salvos hacen, caminan y viven como salvos. Los del mundo caminan por un camino pero los salvos, por otro. Esto es lo que Pablo les está diciendo a los filipenses. Señores, dense por enterados, que lo que ustedes tienen es algo muy grande para sus vidas y su futuro último. La salvación es lo más maravilloso que le pueda pasar a un hombre.

G. En el concepto de las grandes religiones antiguas, según ellos, todas llevan a Dios; incluso aquellas religiones que creen en el reciclaje. Su objetivo es llevar al hombre a Dios. En los conceptos filosóficos de perfección, todo lleva al Supremo Bien. Todas ellas toman al ser humano desde su carnalidad para llevarlo a una espiritualidad. El cristianismo no es diferente en este concepto. Cristo toma al hombre en esta condición caótica, de enemistad con Dios, de rebelión y lo hace amigo de Dios a través de Cristo. Cristo lo forma, le hace crecer y madurar para que llegue a parecerse lo más que pueda a su Señor.

H. ¿Qué hacemos con la administración de nuestra salvación? Ese es el gran problema que tenemos actualmente los cristianos.

Porque la mayoría de nosotros nos quedamos en el nivel de salvados, de tal manera que estamos salvos hasta la coronilla. ¿Qué ha pasado con tu salvación? No tienes recursos nuevos; por lo tanto, no pasa nada nuevo. Todos tus días son exactamente los mismos. No pasa nada extraordinario. Entonces lo que hacemos es, que vamos creciendo de “tanate en tanate”; en lugar de crecer de gloria en gloria. Durante la prueba sólo atinamos a aguantar el ventolero. Aguantamos, dependiendo de lo que hemos sembrado en nuestro corazón, para echar mano de lo que hay allí, para poder soportar. Pero si no hay nada, estamos a plena voluntad de lo que el chaparrón nos depare.

I. Pablo dice a los filipenses trabajen de manera responsable con la salvación que Dios les ha dado. Ustedes tuvieron un inicio pero no pueden quedar allí. Necesitan crecer y hacer a favor del Reino de Dios, que certifique que son salvos. Ustedes, cuando recibieron la salvación, fue un regalo de Dios. Andamos por la vida cargando la salvación – como una gran caja, envuelta en papel de regalo – entonces nos preguntan: ¿Sos salvo? Contestamos: Sí, mírala; aquí la ando (el regalo sin abrir). Te preguntan: ¿Qué hay adentro? Respondemos: No sé. Vuelven a preguntar: Pero, ¿sos salvo? Respondemos: sí, mírala (otra vez mostramos el regalo sin abrir). Dios quiere que seamos capaces de abrir ese regalo, porque encontraremos cosas sorprendentes.

La salvación tiene dos elementos:

a. Lo que Dios hace en nuestra salvación y,

b. Lo que nosotros hacemos con ella. Hay una parte de la salvación que nos toca a nosotros descubrir, desarrollar, crecer. Dios te regaló la salvación, ¿Qué harás con ella? Está ahora en tus manos. Lo que hagas con ella es tu problema, tu responsabilidad.

J. La Biblia dice que tenemos que retener la Palabra de Dios, para que se haga efectiva. Tenemos que asumir nuestra responsabilidad con la salvación; pero también, perfectamente podemos dejarla de lado; si usted asume esto último, es su opción, ya no depende de Dios.

II. 1 Corintios 15:1-2

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano…” 1 Corintios 15:1-2

A. Se desarrolla a través de toda la historia del hombre con Cristo. Tenemos que empezar diariamente a abrir esa caja de regalo – la salvación – y sacar todos los días algo maravilloso para nuestras vidas. Esa caja de regalo, está llena de bendiciones. Entonces venimos y le reclamamos a Dios, diciéndole: Señor, ¿Por qué no me bendices a mí? ¿Por qué bendices a otros? El Señor te responderá: Yo sí te he bendecido. Abre la caja, muchacho ! Señor, tú no me hablas. Dios responde: Yo ya te hablé. ¿Cuándo? Pues abre la caja, muchacho. Yo ya te lo di todo!

B. En la cruz de mi Hijo te lo di todo. Asúmelo, pero con responsabilidad. A veces tenemos un concepto equivocado de Dios. Pensamos que solamente es un Dios chineador, que a pesar de que nos portemos mal, Dios nos dará, de todas maneras, lo que le pedimos porque somos los chiquitos bonitos de Dios.

C. En el concepto de la salvación, habrá que generar hombre y mujeres de carácter cristiano, puesto que sólo los calientes arrebatan el Reino. Esa caja está llena de lo que yo necesito para vivir como salvado en el aquí y ahora. Aquí hay muchos que están frustrados en su relación con Dios y terminan culpando a Dios. Todo es culpa de Dios. Si quieres más bendiciones, el Señor te dice, comienza a sembrar más. Si usted no está en un estudio bíblico donde crezca, donde asuma la responsabilidad, donde sepa qué hacer con la bendición que Dios le ha dado; usted será uno de esos que anda cargando la caja que se llama salvación pero que ha sido incapaz de abrir y sacar todas esa cosas maravillosas que están allí adentro para ti.

III. 1 Pedro 2:1-3

“...Desechad, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y toda maledicencia, y desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, ya que habéis gustado la bondad del Señor…” 1 Pedro 2:1-3

A. Nadie nace para quedarse pequeño; todos nacemos para crecer y madurar y aportar la Reino de los Cielos. Algunos de nosotros tenemos muchos años de conocer al Señor y aún somos bebés de pecho. El mundo ahora va muy adelantado. Antes uno iba al kinder a los 6-7 años; ahora los chiquitos salen del hospital con el uniforme, con la matrícula en la mano. El mundo se ha adelantado a nosotros: los chiquitos ahora desde temprano se les pone a estudiar varios idiomas, computación, motora fina, test sicológicos, etc.; en cambio, en el Reino de Dios la velocidad es sumamente lenta. Nos convertimos al Señor y dos años después comenzamos a leer la Biblia, de una manera más o menos ordenada; a los 3 años empezamos a asistir a un estudio bíblico; a los 4-5 años incursionamos en un ministerio. Después nos decimos a nosotros mismos: ¡Qué rápido estoy creciendo en la vida cristiana!

Sabemos que en el mundo hay un ser que se mueve muy rápido y todos los días sin descansar ni dormir, nos ataca, persigue, estorba y tienta. Mientras que nosotros seguimos lentamente en el Reino de Dios.

B. A la salvación hay que ponerle pasión. Dios tiene muchas cosas preparadas para ti. Dios tiene un camino mucho más excelente que por el que actualmente transitas. (Isaías 35:8; Juan 14:6).

C. Deja de pensar en lo que tienes que hacer y hazlo. Ponte metas. Abre la caja y descubre lo que Dios tiene para ti. A estas alturas, serás una persona más madura en Cristo y definida en el Reino de los Cielos.

© Geraldo Morales Hernández

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Geraldo Morales Hernández

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