Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: La unidad de la iglesia
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Efesios 4:1-16
Introducción.
Difícil tema, este de la unidad, en el sentido de que no se practica en la iglesia, la unidad es deseada por el cuerpo de Cristo, es mas es una de las peticiones de oración de la iglesia, la iglesia intercede, clama y hasta reclama constantemente por la unidad, pero no esta dispuesta a votar su orgullo, por ella por ello hoy quiero presentar algunas razones, por las cuales es urgente iniciar a trabajar en este tema.
I. La unidad de la iglesia responsabilidad de cada creyente. (Versos 1:6)
a. La unidad de la iglesia debe de ser buscada seriamente por cada creyente
A propósito la palabra nos exhorta de la siguiente manera: Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados” (Verso 1).
Difícilmente nosotros somos dignos, ya que somos seres pecaminosos, pero si permitimos que el Señor nos guíe, vamos a caminar directo a la dignidad de hijos perdonados, si el nos llamo es porque quiere que seamos dignos. Recordemos que la unidad es responsabilidad de nosotros, es por esto que debemos.
b. Caminar dignamente
La palabra del Señor nos exhorta a que caminemos equilibradamente, como el malabarista, que camina por la cuerda floja con una vara para guardar el equilibrio. Esa vara que tiene el mismo peso en sus dos extremos le proveen seguridad, y le protegen de no caer.
Así mismo Dios nos demanda que caminemos con equilibrio, por un lado con humildad de corazón (vers. 2), esta virtud la cual no es aceptada hoy por el mundo, y tristemente tampoco por la iglesia.
Y tampoco fue aceptada la época en que Pablo escribe esto, para los pueblos gentiles de esa época significaba degradación. La humanidad siempre ha sido corrupta, esta orden de ser humilde a lo mejor es muy dura para el no cristiano porque va contra su naturaleza.
Pero entre nosotros no debe ser así, por el otro lado se nos demanda ser mansos (Verso 2). La mansedumbre es aquella virtud que existe en el creyente para aceptar las disposiciones de Dios sobre nuestras vidas, sin resistirnos.
La mansedumbre es la negación de la agresividad cuando somos provocados, esto no existe sin la humildad. Por eso debemos caminar equilibradamente, sin estos dos elementos no podremos soportar a los hermanos, el texto sagrado dice: “soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.” (vers. 2.)