Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: Débora – Una mujer protagonista
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Jueces 4:4-9
Introducción
Una de las tantas mujeres de la Biblia protagonista en el tiempo que le tocó vivir fue Débora, una mujer que estaba gobernando el pueblo de Israel. Es probable que Débora llegara a gobernar su pueblo por el vacío de poder en la que estaba atravesando.
Sabemos que en aquellos tiempos era muy difícil que la mujer ocupara un papel preponderante en la sociedad, ya que la mujer estaba entregada al servicio de su familia, y a la crianza de los hijos.
Dios se glorificó en la vida de Débora
Una mujer como tú o como yo, una mujer que supo tomar la iniciativa correcta conforme a la situación del momento que estaba atravesando el pueblo, una mujer que Dios usó y la bendijo por la confianza que ella tenía en Él.
Débora sabía escuchar y obedecer la voz de Dios, en tanto que el pueblo reconocía que la mano y el respaldo de Dios estaba sobre ella, Proverbios 31:30-31 “Engañosa es la gracia y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová esa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos”.
Esta mujer tuvo que involucrarse en la sociedad y ser parte, protagonista e instrumento en las manos de Dios para llevar a todo un pueblo a la victoria.
En estos tiempos que estamos viviendo no muchas mujeres toman las iniciativa de involucrarse en las necesidades de la sociedad. Vemos que nadie quiere jugarse por nada, como muchas veces se dice: “Yo no pongo las manos al fuego por nadie”.
Esta es la triste realidad que vive el mundo y vemos que también sucede en la iglesia de Jesucristo, donde muy a menudo escuchamos a hermanas que dicen: “Yo no me involucro en la obra, mejor no me comprometo, pues si lo haces cada vez te quieren involucrar mas”
así se excusan y van esquivando el trabajo en la obra de Dios, estas vidas sin frutos no serán prosperadas, sus necesidades la alcanzarán ya que no serán saciadas del bien de la casa de Jehová:
Mateo 25:28-30 “Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talento. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
