La iglesia quiere Fuego

Predicas Cristianas

Introducción 

Como todos saben, ayer tuvimos bautizo. Aunque el pronóstico del tiempo no era el mejor, el Señor nos proporciono un día fabuloso. El sol estaba afuera y a pesar de que hizo frío en estos días, el agua no estaba en realidad fría.

Aunque el oleaje estaba un poco fuerte, todos los hermanos recibieron el bautismo y el día fue otro día más de gozo y gloria para el Señor. Manteniendo el bautizo en las aguas en mente, quiero hablarles de otro tipo de bautizo. Quiero hablarles de un regalo muy especial. Antes de pasar a la lectura de la palabra del día de hoy, quiero preguntarles algo. ¿Ha recibido alguien aquí un regalo que no han sabido lo que hacer con él?

Les hablo de alguna cosa rara que mientras más la miras menos sabes que hacer con ella. Me acuerdo que cuando era chico yo le hacia regalos a mi mama de cosas que yo había hecho, y ella siempre me decía “que lindo, esto mismo era lo que yo necesitaba,” pero en realidad reflexionando en ese entonces, estoy seguro que muchas de las cosas que le di, ella no sabia que iba hacer con ellas, o realidad que eran. Ahora hablemos acerca de algo muy diferente, hablemos del fuego.

El fuego es algo fascinante, niños hablan de ser bomberos; cuando oímos que hay un fuego en un lugar vamos a verlo; en una noche invierno nos gusta el calor que emita, etc. Seguramente estén preguntándose ¿de que estoy hablando? Combinemos estas dos cosas fuego y regalo. ¿Te han regalado fuego alguna vez? Si te lo regalaran seguramente estarías fascinado. Busquemos en la palabra de Dios.

La palabra de Dios

Hechos 2:1-13Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. 5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? 13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.

Vamos analizar esto profundamente

Los estudios bíblicos nos dejan saber que ellos estaban reunidos en este lugar esperando tal como el Señor les había instruido, estaban todos unánimes reunidos. El Señor les había dicho que enviaría al Espíritu Santo, pero ellos no comprendían exactamente que era esto.

Igualmente algunos Cristianos hoy en día no lo comprenden; no comprenden que el fuego del Espíritu Santo esta aquí con nosotros. Dejamos que el diablo venga y apague el fuego. Estoy seguro que no tengo que decirles esto, pero el diablo es el mejor bombero del mundo. Pero el fuego que nos dejo Cristo es más poderoso que cualquier demonio. ¿Qué tan poderoso es?

Los versículos 2 y 3 nos dice que ellos oyeron un gran estruendo. Imaginémonos un huracán o tornado, pero nada se movió, no hubo destrucción alguna. No se movieron ni las hojas de los árboles. Esto fue el cumplimiento de las palabras de Juan el bautista acerca del bautismo y Espíritu santo Lucas 3:16 “…el os bautizara en el Espíritu Santo y fuego.”

Dios manifestó su presencia de una manera espectacular

Cuando paso esto todos miraron a su alrededor a ver que pasaba, y vieron que asentado encima de cada uno había un fuego. No quemaba, no se movía pero había fuego. El fuego cual es el regalo de Cristo a su iglesia. El fuego que es el Espíritu Santo.

Cuando leemos el versículo 4 nos dice: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” Llenos del Espíritu Santo hablando en lenguas. Hablar en lenguas no solo quiere decir cuando hablamos en un idioma que no entendemos.

Los estudios bíblicos y predicas cristianas acerca de este tema nos enseñan que las lenguas también simbolizan el mensaje y la comunicación del evangelio. Cristo nos dio el regalo del fuego en nuestras lenguas es para que lo utilicemos para evangelizar; para llevar la palabra de Dios a todo el que la escuche; para servir de luz al mundo (Mateo 5:14).

La presencia de Dios en nuestra vida

El fuego muestra la presencia de Dios en nuestras vidas. Llama que consume las cosas indeseables y nos purifica. En Éxodo 19:16-18 Dios confirmo las leyes del viejo testamento con fuego. Y en el día Pentecostés lo hizo con fuego igual, pero de una manera muy diferente.

En el Sinaí el fuego descendió en un solo lugar, pero en el día Pentecostés descendió sobre muchos. Esto simboliza que la presencia de Dios esta al alcance de todos. El fuego del Espíritu Santo esta presente para que lo usemos.

A muchas personas hoy en día se les ha olvidado que tienen fuego. Y como todos sabemos, el fuego cuando no tiene que quemar se apaga. El fuego necesita oxigeno, madera, combustible, en si muchas cosas para mantenerse quemando, sino se apaga.

Igualmente, si no suplimos la necesidad del fuego del Espíritu Santo, pues entonces se va apagando. Para mantener el fuego del Espíritu Santo en nuestras vidas tenemos que suplirle con obediencia a Dios, sometimiento en todo, oración, lealtad a su palabra y a nuestra misión. Estas son las cosas que alimentan el fuego del Espíritu Santo en nosotros.

Un cristiano que esta en fuego

Cuando se habla de un cristiano que esta en fuego todos quieren verle. Todos quieren recibir del Espíritu Santo. Estamos dispuestos a oír el mensaje y recibir, pero no estamos dispuestos a pagar el precio para ser nosotros los que estemos en fuego. Pero yo estoy aquí hoy para decirles que el fuego del Espíritu Santo esta al alcance de todos nosotros.

El versículo 4 nos dice: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo…” Lo que sucede es que tenemos que estar dispuestos a pagar el precio. Todo tiene su consecuencia, la iglesia necesita hermanos dispuestos a pagar el precio. Necesita que el fuego del Espíritu Santo sea encendido en cada uno de nosotros.

Queremos crecer queremos recibir bendiciones, pero no queremos pagar el precio. No estamos alimentando el fuego del Espíritu Santo. Estamos contentos de venir a la iglesia, sentarnos y oír el mensaje pero eso es todo. ¿Se pueden imaginar si este hubiese sido el caso en el día Pentecostés?

Si ellos hubiesen decidido no hacer nada, si hubiesen decido solamente recibir ese día y nada más, entonces hoy no estuviéramos aquí. Se hubieran ido todos a sus casas y ya. Pero no, ellos fueron y llevaron el evangelio, a causa de esto, lo recibiste tu y yo.

Para concluir

No hay nada que nos pueda detener, la victoria nuestra esta garantizada por el Señor (1 Juan 5:4). Pero tenemos que alimentar el fuego, tenemos que orar mucho, someternos a los mandatos de Dios.

Tenemos que hacerlo de tal manera que cuando nos vean griten: ¡FUEGO, FUEGO! Que cuando nos vean hablando digan ese hermano o esa hermana esta en fuego. Ese hermano o esa hermana tienen el fuego del Espíritu Santo. Porque donde existe el fuego del Espíritu Santo no existe nada malo.

El fuego del Espíritu Santo en un fuego consumidor de todo pecado. Les pregunto de nuevo: ¿te han regalado fuego alguna vez? Los estudios bíblicos acerca de este tema nos revelan que la respuesta es SI. Entonces alimentemos ese fuego, alimentemos ese fuego con la palabra de Dios, con oración, con alabanza. Más que todo, tenemos que dejar que sea reflejado en todo lo que hacemos.

© Jose R. Hernández. Todos los derechos reservados.

Predicas Biblicas… Predicas Cristianas Escritas

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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