La ansiedad

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: La ansiedad

Predica Cristiana Lectura Bíblica: Filipenses 4:6-8

Introducción

Una de las cosas que más afecta a las personas en esta vida tan apurada que llevamos es la ansiedad o estrés. Esta condición tan real es algo que nos hace sentir mal, nos deprime, y en ocasiones nos puede afectar físicamente. Según algunos estudios médicos, el estrés o ansiedad es la mayor causa de infartos o sincopes cardíacos.

La razón por esto es porque la ansiedad causa que nuestro cuerpo comience a funcionar de manera errática; el corazón bombea mas rápido, las arterias se comprimen, y la sangre deja de correr por las venas sin restricción.

Como les dije, es algo que nos puede afectar físicamente, pero algo aún más común es que nos afecte en el sentido psicológico. La ansiedad o estrés causa que entremos en estado de depresión, causa que lleguemos a pensar que nada podemos y que nadie nos puede ayudar.

Les puedo hablar por experiencia cuando les digo que no existe nada más peligroso que una persona en un estado de depresión. Según he leído algunos estudios médicos, y basado en mi experiencia en mi trabajo secular, les puedo decir que la depresión se categoriza como la razón número uno del suicidio.

Una persona en un estado de depresión no piensa o razona debidamente, una persona en un estado de depresión no le ve la salida a una situación y piensan que de la única manera que pueden aliviarse del estado depresivo es quitándose la vida, o en casos cuando el estrés es causado por otra persona, entonces matan a esa persona.

Es por eso que en el día de hoy quiero enfocar este tema; quiero enfocar este tema porque existen muchos creyentes que se encuentran en esta situación hoy en día.

Hoy quiero que aprendamos como podemos vencer la ansiedad en nuestras vidas, y evitar la depresión. Leamos ahora unos versículos claves que nos demostraran tres pasos a seguir para que podamos vencer sobre la ansiedad.

La ansiedad: Pasemos ahora a la Palabra de Dios.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Una pregunta que nos debemos hacer es: ¿por qué les estaba diciendo esto Pablo a esta iglesia? Para tener un mejor entendimiento nos será necesario repasar un poco de historia.

Pablo les escribe esta carta porque en esos momentos ellos estaban pasando por una gran persecución (Filipenses 1:18-19); en la iglesia existía discordia entre los miembros, y desunión en los lideres (Filipenses 1:27); existían miembros en la congregación bien carnales, otros vanagloriosos, y otros egocéntricos (Filipenses 2:3-4; 3-12).

Ellos también estaban confrontando falsos maestros que se habían unido, y dichos maestros atacaban la cruz de Cristo (Filipenses 3:2-3), y si todo esto no fuera poco, algunos de los creyentes estaban luchando por las necesidades básicas de la vida como comida, ropa, y lugar donde vivir (Filipenses 4:19).

¿Creen ustedes que este pueblo estaba un poco frustrado y ansioso? Creo que sabiendo la historia no tenemos que estar presente en ese entonces para ver que el nivel de ansiedad de ellos era grande. Pero, ¿cómo podrían ellos superar todo esto?

¿Cómo se aplica esto a nuestras vidas?: La ansiedad

Como podemos leer aquí, la Palabra nos dice “Por nada estéis afanosos”. Este es el primer paso a seguir. Sé que ya muchos están pensando que esto es más fácil decir que hacer, y ¿saben qué? Tienen toda la razón. Es bien fácil decir esto, pero si verdaderamente confiamos en Dios, si verdaderamente hemos hecho un compromiso con Cristo, entonces también es bien fácil de hacer.

Una de las cosas más bella acerca de nuestra fe es que nosotros tenemos la seguridad de que Dios se ocupa de nuestras necesidades, y que tiene un plan para cada uno de nosotros (Mateo 6:8); es más, la Palabra nos dice explícitamente que Dios nos escogió mucho antes de que nosotros naciéramos (Efesios 1:4-6). Pero, para poder eliminar el afán de nuestras vidas, para poder eliminar la ansiedad, existe algo que tenemos que hacer, tenemos que rendirnos a Cristo.

De la única manera que podremos vivir vidas gozosas es permitiendo que sea Dios quien nos guíe a través de toda situación, y dejando de depender de nuestras propias habilidades y conceptos.

Tenemos que aprender a dejarnos guiar por Dios

Dejarnos que Él nos guíe hacia la vida que Él ha escogido para nosotros. Tenemos que aprender a descansar en Él, y hacer Su voluntad y no la nuestra. Existe un gran grupo de personas en el mundo que piensa que una ves que se acepta a Cristo todo problema desaparece, pero como todos nosotros aquí sabemos esto no es verdad.

Los problemas y dificultades no desaparecen de nuestras vidas por el simple hecho de aceptar a Cristo, la ansiedad no se desaparece por el simple hecho de aceptar a Cristo, pero todo esto si puede ser vencido cuando confiamos y descansamos en el (Mateo 11:28).

Pero, ¿qué significa el descansar en Cristo? Para contestar esta pregunta usemos nuestro sentido común. Creo que todos aquí esteremos de acuerdo cuando digo que para poder descansar en una persona, primero es necesario conocer bien a esa persona, ¿verdad?

Un ejecutivo de una gran empresa no descansara su responsabilidad en otro empleado sin antes conocer a ese empleado y tener confianza en su habilidad de hacer el trabajo o tarea asignada. Igualmente un pastor no descansará en un ministro, o diacono alguna tarea antes de primero conocer la habilidad de esa persona.

Así que con solo estos dos ejemplos podemos decir confiadamente que para poder descansar en una persona primero tenemos que conocerle, y segundo tenemos que confiar en su habilidad de llevar a cabo la tarea o obra que le sea asignado. Igual sucede con nosotros cuando decimos que descansaremos en Cristo.

Para eliminar la ansiedad tenemos que conocerle

Hermanos para poder decir que descansamos en Cristo primero tenemos que conocerle. Esto significa que tenemos que estudiar Su palabra, tenemos que tomar el tiempo de conocerle íntimamente y tenemos que confiar que Él es mas que capaz de cumplir lo que nos ha prometido (Hebreos 13:16; 1 Juan 5:14).

El conocerle intimidante significa que no solo estudiaremos la Palabra, el conocerle íntimamente significa que viviremos Su Palabra (1 Pedro 1:14-16).

Así que el primer paso a seguir para eliminar la ansiedad de nuestra vida es el no afanarnos, y esto es algo que podemos lograr cuando aprendemos a confiar en Él y vivimos su Palabra.

El segundo paso para eliminar nuestra ansiedad es el tener una comunicación constante con Dios. La Biblia aquí nos dice: “sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

La comunicación con Dios es algo de suma importancia en la vida del creyente, en realidad la comunicación es algo de suma importancia en todo aspecto de nuestra vida porque nosotros en si somos débiles (Mateo 26:41).

Permítanme ponerles un ejemplo; ¿qué dirían ustedes que es lo más importante de un matrimonio? Muchos dirán que el amor, y por supuesto que esto es algo muy importante, pero el amor no es todo. En un matrimonio lo más importante es la comunicación.

Cuando en un matrimonio no existe la comunicación, el amor tiende a morir. Cuando en un matrimonio no existe la comunicación el enemigo usara el silencio para que existan malas interpretaciones, malos pensamientos, y los problemas comenzaran a surgir.

Es por esa razón que vemos un gran número de divorcios, vemos como hogares son destruidos, y en la mayoría de los casos la razón principal es porque tanto el esposo como la esposa dicen que su pareja no le entiende.

La razón principal es la falta de comunicación, después de todo para que alguien pueda ser entendido primero tiene que haber comunicación. ¿Cómo podemos saber lo que una persona quiere si primero no le preguntamos?

No existe manera de saber, si no tomamos el tiempo de preguntar. Lo mismo sucede en nuestra relación con Dios, tenemos que tomar el tiempo de orar, y exponerle a Dios nuestros pensamientos, entregándole a Él nuestras preocupaciones, y buscando que nos guíe a través de nuestras dificultades. La oración es el hablar con Dios; al demonio nada le das mas placer que ver a un creyente que no se comunica con Dios.

Nuestro enemigo hará todo lo posible para evitar que tengamos una comunicación con Dios porque el sabe que un cristiano que no se comunica con Dios es un cristiano débil. Hermanos, todo (fíjense bien que dije todo), lo que hacemos tiene que ser hecho a través de la oración (1 Tesalonicenses 5:17).

Hermanos cuando nuestra vida de oración falla, cuando la oración carece en nuestras vidas, entonces nuestra vida espiritual será débil. Cuando no oramos y buscamos que Dios nos guíe, entonces le será bien fácil al enemigo el poder infiltrarse en nuestros hogares, en nuestra vida, y nos hará caer en un estado de depresión. Cuando nuestra vida espiritual se debilita, entonces todo lo que hagamos será igual, todo lo que hagamos será débil.

Así que para poder vencer la ansiedad

Tenemos que establecer una línea de comunicación con Dios constante; necesitamos orar debidamente (Mateo 6:5-8). Tenemos que orar del corazón y no de palabras solamente; recordemos que las palabras no impresionan a Dios ni tienen poder. Recordemos que una relación no puede crecer si no existe una comunicación; una relación se debilita y puede llegar a morir por falta de comunicación.

El tercer paso para eliminar la ansiedad es que tenemos que cambiar nuestra manera de pensar. La Palabra aquí nos dice: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Fíjense bien la importancia de los dos primeros pasos a seguir, y el resultado que se obtiene.

Cuando dejamos de afanarnos por las cosas, y cuando establecemos una comunicación constante con Dios, entonces recibiremos la paz que todos anhelamos. No una paz que nos podamos imaginar, sino que la Palabra nos dice que es una paz que “sobrepasa todo entendimiento.”

En otras palabras se nos esta diciendo que la paz será de tal manera que nosotros no la podremos explicar, será de tal manera que no la podremos entender. ¿Cómo vamos a sentir paz a través de un sufrimiento? Eso para nosotros es algo imposible, pero recordemos que lo que aparenta imposible para nosotros es posible para Dios (Marcos 10:27).

Es algo que sobrepasa nuestro entendimiento, pero cuando nuestro entendimiento no alcanza, es en ese entonces que nuestra fe tiene que suplementarle (Isaías 26:3; Salmos 29:11; Hebreos 11:6). Aquí también leemos “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. En otras palabras tenemos que cambiar nuestra manera de pensar. ¿Por qué es esto tan importante?

La respuesta es fácil, es tan importante porque nosotros actuaremos y seremos tal como pensamos. Una persona que concentre sus pensamientos en las cosas del mundo vivirá para las cosas del mundo; vivirá afanado con cosas como el dinero, las riquezas, posesiones, poder, posiciones, fama y un tanto más de otras cosas que existen en este mundo de maldad.

Pero recordemos que si nuestra vida se encuentra de esa manera no estamos agradando a Dios. Una vez que llegamos a los caminos del Señor tenemos que cambiar por completo nuestra manera de ser y nuestra manera de pensar, no nos podemos conformar con las cosas de este mundo, tenemos que trasformarnos al hombre o mujer que Dios quiere que seamos (Romanos 12:2).

No podemos vivir concentrados en los placeres de la carne ya que esto nos aleja de la voluntad de Dios (Romanos 8:5). Así que si queremos obtener la victoria sobre la ansiedad tenemos que dejar de concentrarnos en lo negativo, lo negativo es todo aquello que nos aleja de la voluntad de Dios, tenemos que concentrarnos en las bendiciones, y tenemos que renovar nuestros espíritus (Efesios 4:23-24).

Para concluir

La iglesia en Filipos estaba pasando por grandes tribulaciones, el nivel de ansiedad y estrés de ellos era sumamente elevado, los fieles estaban a punto de desesperación, le pregunto, ¿se encuentra usted igual?

¿Qué situación estas encarando en estos momentos que te causa esa ansiedad? ¿El trabajo, la familia, los hijos o hijas, tu esposo o esposa, el dinero?

Te invito a que recibas hoy el descanso que Cristo te quiere dar (Mateo 11:28). Recuerda que este mundo no nos puede nunca dar paz, solo existe uno y su nombre es Jesús (Juan 14:27).

Recordemos al vernos confrontados con situaciones que aumentan nuestro nivel de ansiedad que para vencer:

  • Primero tenemos que no afanarnos con las cosas, sino entregarle nuestro afán a Dios
  • Segundo tenemos que mantener una línea de comunicación constante con Dios pidiendo siempre que nos guié hacia el lugar que Él ha escogido para nosotros
  • Tercero tenemos que renovar nuestra manera de pensar, tenemos que renovar nuestras mentes y concentrarnos en las bendiciones de Dios y nos las maldiciones de este mundo.

Si nos tocará pasar por momentos difíciles, si nos tocará atravesar por situaciones duras, si tendremos que brincar obstáculos, pero recordemos que nunca estamos solos, Cristo nunca nos abandona. Recuerda que Cristo murió en la cruz para entregarte la victoria (Juan 16:33).

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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