Predicas Cristianas
Predicas cristianas predica de hoy: Mirando con fe
Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: Hebreos 11:6
Introducción
Hay historias Bíblicas que desde niños nos cuentan y nos van moldeando la Fe, cuán importante son las escuelas Bíblicas dominicales y cualquier proyecto que invierta en la evangelización de la niñez, lo que aprendemos de niños jamás lo olvidaremos, por eso la Biblia dice “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” Proverbios 2:26
Sin embargo no quiero hablar en esta ocasión particular de la niñez sino de una historia que coloreé, que escuché, que conté y que aún recuerdo, que he tenido la oportunidad de enseñar; es la historia de dos hombres con un punto de vista diferente al resto, dos hombres que vieron lo que nadie más pudo ver, que vieron con ojos de Fe. Números 13.
Todos habían pasado por las mismas circunstancias, habían visto los mismos milagros, oídos las mismas promesas los doce tenían un mismo Dios, pero solo dos aprendieron a creerle, esta es la historia de Caleb y de Josué dos hombres que frente a las dificultades y aquello que parecía imposible pudieron ver lo que nadie pudo ver, lograron ver a Dios en medio de lo imposible.
I. La Fe puede hacer que tu vida cambie
Sin duda alguna la Fe puede hacer que tu vida cambie, que tu visión del mundo sea diferente al del resto por que estás seguro que no estás solo, que estas acompañado de Aquel que lo puede todo, del Dios de lo imposible.
Doce hombres de doce tribus, uno de cada tribu, una misión: reconocer la tierra (Números 13:1-2). Dios había mandado a Moisés a que esto se realizara, cuando se escogen las personas las directrices de este profeta de Dios son: observar como es la tierra, como son los habitantes y sus características fisiológicas, si la tierra es buena para la agricultura, que tipo de ciudades tienen y que lleven frutos de esa tierra al campamento de Israel.
Moisés era un comandante de los ejércitos de Egipto, tenía escuadrones enteros a su mando en la guerra y en la conquista de ciudades enteras, este sabía que no iba a llegar a Canaan, a la tierra prometida y decirle a los habitantes de buenas a primera que era hora de irse porque esa era la tierra que Dios le prometió, por lo contrario, se debe luchar por las bendiciones de Dios.
Permítanme ahora compartirle algunos aspectos destacables de esta historia tan maravillosa, tres lecciones que nos harán cambiar de actitud cuando estemos por enfrentar un reto en nuestras vidas, cuando vemos la bendición de Dios venir pero delante de ella vemos una barrera gigante.
El primero de ella es una verdad que veremos reiteradamente en las escrituras y en nuestras vidas, se debe trabajar y luchar por nuestra bendición que Dios nos dio, ¿Por qué esto? Dios quiere ver nuestra Fe siéndole demostrada, que lo que decimos creer y sentir por Él sea cierto, que no seamos de puro hablar sino de hacer; Jacob luchó (forcejeo) toda la noche contra el Ángel de Jehová para que este le bendijese (Génesis 32: 22-32).
El mismo Moisés debió enfrentarse contra el Faraón de Egipto para que liberaran a la nación de Israel (Éxodo 5-14); Elías se enfrentó a Jezabel , Acán y los profetas de Baal para demostrar que el Dios de Israel, Jehová de los Ejércitos es el único que debe ser adorado (1 Reyes 18:20-40).
La mujer con flujo de sangre
La mujer con flujo de sangre tuvo que entrar y forcejear contra la multitud (aun cuando ella era considerada inmunda y debía estar lejos de las personas) para tocar a Jesús porque creía que recibiría el milagro (Lucas 8:43-48); y muchos más son las historias de personajes que debieron obrar no para ser salvos, sino para demostrar su Fe.
De igual forma vemos que Moisés estaba consciente de que tenía que ir a luchar contra los habitantes de aquella tierra, por esa razón mandó a hacer un reconocimiento de todo la información valiosa que pudieran suministrarle para hacer frente de batalla, él sabía que la bendición se la había dado Dios por medio de las promesas, que estaba enfrente de ella, que debía luchar por ella, porque el mismo que le prometió es el mismo que estaría con él en cada momento para conquistarla.
II. La fe de los doce volvieron de reconocer la tierra
Volviendo a la historia estos doce volvieron de reconocer la tierra, y vieron que la promesa de Dios era cierta, una tierra buena y prospera, sin embargo, diez de estas doce personas vieron los impedimentos (tierras con caminos difíciles, muralla fortificadas y habitantes enormes y fuertes) y hasta allí llegó su Fe, solamente dos personas creyeron que más grande que aquello que se les interponía era el Dios que les prometió.
Lo que nos lleva al siguiente aspecto: Dios es más grande que cualquier situación.
Uno de los más grandes problemas en la vida cristiana es que queremos las bendiciones de Dios, pero al ver las dificultades nos derrumbamos, la fe llega hasta donde el problema se hace enorme. El Apóstol Pedro, vio a Jesús caminando por el agua, y él quiso ir y hacerlo también, y su Fe lo llevo a dar los primeros pasos, pero cuando vio la situación a su alrededor lo llenó de duda y empezó a hundirse.
¿Cuantas veces nos hemos derrumbado ante las dificultades? ¿Cuántas veces hemos visto lo que se interpone ante nuestra bendición y nos rendimos?, se nos olvida que el Dios de la promesa es mucho más grande que cualquier situación, e impedimento que se nos interponga.
III. La falta de fe es contagiosa
Ahora bien, algo que me parece increíble de esta historia es lo contagioso que puede ser el pesimismo, el desánimo y la falta de Fe y que estos se propagan a una velocidad increíble, el testimonio pesimista y la falta de Fe de diez hombres pudo contagiar a una nación entera de más de tres millones de persona, no importa cuántos milagros de parte de Dios pudieron ver, simplemente ocurrió lo que para nosotros es el tercer aprendizaje de esta historia la falta de Fe es contagiosa.
Y no solamente la Fe, las malas actitudes, el pesimismo, el pecado, prácticamente todo lo negativo se contagia rápidamente, mi madre siempre ha tenido un dicho: “lo malo es lo más rápido que se aprende”, no nos dejemos contaminar nunca. “Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos” Versículo 20, gritó Caleb lleno de Fe, palabras de ánimo, de aliento, de Fe, sin embargo la posición que se esparció y ganó fue esta: “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros” Versículo 31.
Increíblemente toda la nación de Israel hizo a un lado las promesas, las esperanzas, los sueños de habitar aquella tierra de libertad, de bendiciones y que Dios les había concedido, simplemente no miraban con ojos de Fe, miraban con los ojos humanos, el que ve las dificultades.
Sin embargo queridos hermanos, vemos que donde al parecer había pesimismo siempre aquellos que tienen sus ojos puestos en el Señor y su obra no callaran.
IV. Cuarto aprendizaje, la Fe en Dios no puede callarse.
No podemos callar cuando tenemos la fe puesta en nuestro Señor, no podemos callar lo que Él ha hecho y hará, y así mismo hicieron Josué y Caleb, no les importaba las dificultades, ellos vieron la tierra que Dios les prometió, creyeron en quien se las había prometido y guiado hasta ese momento, sabían que no hay rival para el Rey de Reyes y Señor de Señores, así creían y así profesaron:
“La tierra que recorrimos y exploramos es increíblemente buena. Si el SEÑOR se agrada de nosotros, nos hará entrar en ella. ¡Nos va a dar una tierra donde abundan la leche y la miel! Así que no se rebelen contra el SEÑOR ni tengan miedo de la gente que habita en esa tierra. ¡Ya son pan comido! No tienen quién los proteja, porque el SEÑOR está de parte nuestra. Así que, ¡no les tengan miedo!” Números 14:7-8.
Después de este discurso de Fe creeríamos que la nación se arrepentiría y volvería la mirada a Jehová, sin embargo, ese corazón duro y sin fe de la nación entera se movió para apedrear a estos dos hombres, en ese momento Dios se manifestó en medio de todo el campamento justo cuando la vida de Caleb y Josué peligraba, lo hizo porque Dios protege a quienes le creen. Esa es la quinta y última enseñanza de este pasaje.
Para concluir
Vemos en esta historia como las dificultades y la falta de Fe se interpuso entre el pueblo de Israel y la promesa de la tierra prometida, olvidaron la gran obra que Dios había hecho en medio de ellos y dudaron de la grandeza y el poder de Él.
En nuestra vida diaria vemos las dificultades que se nos presentan, los gigantes que debemos derribar para conquistar la bendición que Dios nos ha prometido.
No seamos con esa generación de israelitas, que por su falta de Fe y de quejarse contra Dios perdieron la oportunidad de todos ellos entrar a la tierra prometida. Que nuestra Fe pueda ver más allá de las dificultades, crean en Aquel que nos la dio y puedan ver a Dios en medio de la lucha con los ojos de la Fe.
Quien les ama en Cristo.
© Reenier Gonzalo Prado. Todos los derechos reservados.