Oraciones Codiciosas

¿Qué es lo que sucede entonces? Para poder cubrir estos gastos adicionales nos vemos obligados a trabajar más. Esto conduce a desatender a nuestros hogares, familias, hijos, hijas etc. En si no estamos satisfechos con lo que tenemos.

No estamos satisfechos con saber que Dios suple nuestras necesidades

Dios sabe lo que cada uno de nosotros necesitamos. Los estudios bíblicos nos enseñan que Él nunca te va dejar desamparado, Él siempre nos cuida. Nosotros somos los que nos olvidamos de Él, y olvidamos su poder absoluto y soberano.

El pueblo de Israel protestaba porque estaba cansado del maná. ¡Que cosas mas grande! Protestaban porque Dios mismo les estaba dando de comer diariamente. Dios mismo les estaba mandando el mana del cielo. Pero ellos protestaban porque estaban aburridos del maná. Estaban aburridos de las bendiciones.

A ellos, y al igual que a muchos de nosotros nos parece que lo que tenemos no es lo suficiente, que somos merecedores de mucho mas. Cuando tomamos esta actitud debemos tener mucho cuidado. Esta actitud no es la de una persona que esta viviendo escondido en Cristo. Cuando tomamos esta actitud caemos en un pecado muy serio.

El pecado de codicia

Cuando tomamos esta actitud dejamos de pedirle a Dios que supla nuestras necesidades. Empezamos a demandar a Dios que nos de mas. Empezamos a decir: “Y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.”

Sufrimos porque lo que Dios nos ha dado no es suficiente para nosotros. Y cuando nosotros vamos ante nuestro Padre con esta actitud, las cosas no se ponen nada buena. Cuando le pedimos al Padre con actitud pecaminosa, las respuestas pueden ser mucho mas que duras. Leamos la palabra de Dios:

Números 11:18-20Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: !!Quién nos diera a comer carne! !!Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. 19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, 20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?

Aquí Dios le dijo a Moisés lo que tenía que decirle al pueblo. Estaban protestando porque ellos pensaban que merecían mucho mas de lo que Dios les estaba dando. Llegaron hasta decir que mejor se hubiesen quedado como esclavos.

Existen muchas personas en el mundo que piensan de la misma manera.

El seguir a Dios no es nada fácil. Nosotros tenemos que hacer la voluntad de Dios y mantener nuestra santidad. El mundo no lo ve de esta manera. El mundo solo vive para el placer de la carne y toman todo lo que Dios le a dado por alto y lo desprecian.

Números 11:32-34Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento. 33 Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande. 34 Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.

Aquí vemos claramente que cuando menospreciamos lo que Dios hace por nosotros en si encontramos la ira de Dios. Ellos no estaban satisfechos con las bendiciones que Él les estaba mandando y se postraron ante Él en oración pecadora, en oración codiciando.

Ellos no le estaban pidiendo al Padre que les mandara lo que necesitaban, le estaban exigiendo que les mandara lo que se merecían. Y eso mismo hizo Dios. Les mando lo que en realidad se merecían, les mandó una plaga por ser tan codiciosos.

Para concluir

Los dejo con este pensamiento; cuando le oramos al Padre tenemos que tener mucho cuidado con lo que le pedimos. Tenemos que tener mucho cuidado de no postrarnos ante su presencia pidiendo cosas que no necesitamos, pero que pensamos que las merecemos.

Dios sabe exactamente lo que cada uno de nosotros necesita y merece. Tenemos que darles muchas gracias a nuestro Padre celestial por las bendiciones que ha derramado sobre nosotros. Pero sobre todo tenemos que darle gracias a nuestro Padre por no contestar esas oraciones que le hemos hecho, oraciones codiciosas.

Cuidado no recibas lo que pides. Tengamos mucho cuidado con nuestras oraciones.

© Jose R. Hernandez. Todos los derechos reservados.

Predicas Bíblicas.. Predicaciones Cristianas

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José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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