Reflexiones Cristianas
Líbrate de pensamientos que no provienen de Dios.
La palabra de Dios nos dice “Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu” (Romanos 8:5)
En nuestro caminar con el Señor al decidir dejar la vieja naturaleza, podemos entrar en conflicto entre lo que quiero y pienso.
Te llegan pensamientos que desequilibran tu armonía en tu relación con el Señor, inclusive puedes soñar situaciones que no deseas vivir y no provienen de Él, por lo que afecta tu psiquis y conlleva a no sentirte bien contigo mismo lo cual produce desanimo, desaliento y te preguntas ¿Por qué me sucede esto?
La respuesta es, porque al querer dejar nuestra vieja naturaleza, satanás quiere tentarnos (2 Corintios 10:3-5). No influye el tiempo en el cual hayas tomado la decisión de cambiar, estamos firmes cuando tenemos una relación con Dios y comprendemos su palabra, decidimos con todo nuestro ser que Él este en primer lugar y es ahí cuando entenderás porque nos sucede cada situación y nos dará la salida.
En la palabra de Dios está la respuesta
Vivamos conforme al Espíritu Santo para que llene nuestra mente, nuestro corazón, porque lo que pensamos, hablamos y obramos empieza por nuestros sentimientos.
“La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz”. (Romanos 8:6), el Señor es vida y es lo que elegimos al seguirlo, nos da la paz que sobrepasa todo entendimiento.
El Señor nos llama también a tener dominio propio y a controlar nuestros pensamientos para que produzcan abundancia del corazón y es lo que habla la boca (Lucas 6:45)
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2)
Al aplicar lo que nos dice su palabra, podemos renovar nuestra mente si:
Dependemos de Dios por medio del Espíritu Santo, avivemos su poder por medio de la oración “Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil” (Mateo 26:41)
Reemplace sus pensamientos negativos
Inicia un entrenamiento guiado por el Espíritu Santo y uno de sus dones es el discernimiento, para que en el mismo momento en que llegue pensamientos sepas cuales son de bendición y los que no decidas reemplazarlos por alabanza, declara lo contrario por ejemplo, si es referente a que eres incapaz, di que eres un hijo de Dios y todo lo podemos en Cristo que es nuestra fuerza.
Elimina prejuicios de que tu naciste así y así te quedas, porque no es cierto, al seguir a Cristo todo lo viejo quedara atrás y tus comportamientos pensamientos y obras serán transformados. (Efesios 4:22-32)
Lograras dominarlos creando el hábito y obtendrás la victoria para Gloria del Señor.
Tus sentimientos y pensamientos serán de abundancia, agradecimiento, porque han sido llenos de su palabra. Hermano tus palabras y actos serán evidencia de tu transformación, convirtiéndote un exitoso hijo de Dios, porque hay congruencia entre lo que sientes, piensas y haces.
Tu mente debe estar productiva
Ora y lee para persistir en la Fe, mantén tu mente ocupada, en tu estudio, hogar, trabajo, deporte, en tu hobbies, compartiendo con tu familia y amigos, etc. Ayuda mucho cuando entrenamos nuestra mente, lo que te aflige o preocupa no ocupara el primer lugar en tus pensamientos.
Escoge que ves, escuchas y con quien te relacionas
En tu entrenamiento es vital que decidas que entra por medio de tus sentidos a tu ser, en una etapa inicial es importante hasta que adoptes el hábito de desechar lo que no te ayuda.
Me explico; inicialmente escoges lo que te ayude a tu edificación en tu relación con el Señor; luego cuando estamos más fortalecidos por ejemplo escuchas música de despecho y ya no te afecta, porque el Señor ocupa el primer lugar y confías en Él y superas tu ruptura o ves las noticias y ya no te deprimen porque sabes que lo que pase a tu alrededor no determinara tu futuro, porque estamos en manos del Señor.
Señor, gracias por mostrarme el camino, sé que todo lo puedo lograr en ti, porque eres tu quien me fortalece.
Aleja de mi cualquier pensamiento que no provenga de ti. No permitas que entre la confusión, temor y rodéame de tu luz, amor, cúbreme con tu divina sangre.
Señor mi vida está en tus manos porque confió en ti, creo en ti, espero en ti. Guíame Espíritu Santo. Soy tu hijo (a) y eres mi Padre Señor. Concédeme discernir cuál es tu propósito para mí en esta vida y no dejes que me desvié de Él.
Espíritu Santo lléname, que seas tú quien fortalezcas mis sentimientos y pensamientos. Hecho esta!, porque tu amor es grande, poderoso y majestuoso. Nos proteges y exaltas cuando andamos en tus caminos.
Gracias Señor, Amen.
© Francisco Hernandez. Todos los derechos reservados.
Predicas Biblicas… Reflexiones Cristianas
