Reflexiones Cristianas
Reflexiones Cristianas… Lectura Bíblica: Deuteronomio 6
Tema: La gran responsabilidad como Cristianos de obedecer los mandamientos.
INTRODUCCIÓN
La obediencia a Jehová nuestro Dios nos hará merecer Sus buenas recompensas, seguir Su guía como Él lo manda, Sus mandamientos son para respetarlos y darlos a conocer con nuestra familia.
En el capítulo 6 del libro de Deuteronomio nos habla de la guía que Dios da, luego de revelar y estipular los mandamientos, la manera de cómo debemos replicarlos, y como tenemos que obedecer Su mandato.
La Ley de Dios
Como Cristianos Dios nos dejó guías de obediencia en la tierra, con Sus mandamientos que son las reglas de conducta básica para vivir en armonía. Estos mandamientos se hicieron para respetar a Dios y saber que con Él, nuestro camino está lleno de buenas obras y así multiplicaremos nuestra existencia a través de nuestros hijos y estos a través de sus hijos, obrando siempre bajo la guía de Jehová nuestro Dios.
“Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. (Deuteronomio 6:5)
En nuestro corazón tienes que vivir los mandamientos porque son las leyes que Dios nos da, como buenos Cristianos acogemos sus mandatos. Tenemos que hablar a nuestros hijos de los mandamientos para que ellos puedan conocerlos y saber de qué manera Dios nos dice que debemos convivir, para llevar una vida en su amor.
Y en nuestra casa deben ser pilar los mandamientos para ser ejemplos de su amor ante los demás y ayudar a que todos conozcan Su palabra.
No olvides los mandamientos de Dios
Cuando estemos en abundancia, en los mejores tiempos de nuestra vida, donde tengamos gozos, una buena casa, buen empleo y demás comodidades, en ese momento no debemos olvidar a Jehová nuestro Dios. Porque es gracias a Él que tenemos abundancia en nuestras vidas, gracias a Sus bendiciones, gracias a su guía.
El hombre se deja manipular fácilmente de la avaricia, de las cosas materiales y es ahí donde la fe desfallece, pero como buenos Cristianos debemos mantener la Fe en Dios, mucho más fuerte. Agradezcamos a Dios por todas sus bendiciones, que son Su obra de gracia tenemos abundancia en nuestras vidas.
No busques dioses ajenos
Nuestro Dios es celoso de sus siervos, y no permite que miremos otros dioses como a Él, ni que tengamos fe en esos dioses que son falsos. Porque Su palabra es la verdadera y en momentos de angustia, si eres un buen hijo y un buen obrador Él te escuchará.
Si buscas refugio en otros dioses es porque tu amor a Dios no es fuerte, ni sincero, no eres puro de corazón.
Dios nos quitara del camino a nuestros enemigos
“Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus padres; para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho.” (Deuteronomio 6:18-19)
Cuando hacemos el bien, cuando obramos en el amor de Dios siempre seremos recompensados. En nuestro camino no habrá obstáculos que nos impidan hablar de Su palabra, porque Su palabra es más fuerte que la lengua de los enemigos.
Podemos encontrar enemigos fuertes pero la Palabra de Dios tiene mayor poder que el más fuerte de los enemigos. Siempre tenemos que refugiarnos en la oración como arma de batalla.
Habla de Dios a tus hijos y a los hombres que no conocen de su palabra.
Cuando Dios dejo Sus mandamientos en la tierra, pidió a sus siervos hablar de ellos a sus hijos y a los hijos de sus hijos, para replicar sus mandatos. Debemos hablar a nuestras familias de su amor, de su misericordia, de su ira, de su celo y de sus mandatos e inculcar el Temor a Dios.
Habla de sus milagros, de cómo curó a leprosos, de cómo curo a quien no podía ver, de cómo el lisiado camino; porque todo esto es muestra de su gran poder y que solo su palabra logra grandes milagros.
Y habla de cómo Dios en la antigüedad saco a los Israelitas de Egipto, los liberó de su esclavitud y les dio su tierra prometida. Así como hizo Dios, así hace hoy en día en tu vida, te llena de misericordia y gozo y gracias a Él hoy tienes el pan en tu mesa cada día.
CONCLUSIÓN
Como Cristianos tenemos la gran responsabilidad de obedecer sus mandamientos para ser ejemplo ante aquellos que aún dudan de su fe. Sus mandamientos son la esperanza de que los hombres vivan en armonía bajo la palabra de Dios.
© Hilda Hernández. Todos los derechos reservados.