Reflexiones Cristianas
Reflexiones Cristianas Lectura Bíblica: “...Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros…” Santiago 4:8
Introducción
La preciosa sangre derramada de nuestro señor Jesús compró esta promesa para nosotros.
Muchas veces, por el engaño del pecado, comenzamos a alejamos de Dios, y en la mayoría de veces no es hasta que nos hemos alejado completamente que nos damos cuenta de que su presencia se ha ido. Ya que no nos alejamos completamente de Dios de la noche a la mañana. Esto conlleva un proceso, cuando de a poco permitimos que el pecado entre a nuestras vidas.
Sí, tristemente, así suele suceder. Y cuando nos hallamos en este punto, alejados completamente de Dios, la culpa acumulada por la falta de confesión paralizará nuestro camino hacia la reconciliación con Dios. El pecado nubla nuestra visión y en lugar de ver a Cristo, vemos nuestro alejamiento y pecado, lo cual nos llevará a frustrarnos y detenernos de ir a Dios.
Un antiguo predicador solía decir: -Si tienes problemas para continuar tu relación con Dios, a causa del pecado, comienza nuevamente.
Hoy es el mejor día para comenzar de nuevo. Aquí está la promesa que Dios ha izado para que en ella alcances paz. Si tú dices: -Dios no se acercará a mí, puesto que me he alejado de Él. No mires la distancia que has puesto, sino, anda y acércate a Dios. Él ha dicho: “acércate a mí, y yo me acercaré a ti”. Tú dices: -No, Él no se ha acercará nuevamente a mí, he pecado mucho. Acaso osas poner en duda la Palabra de Dios. Acaso pretendes llamar a Dios mentiroso. Acaso no es digno de que nos arrojemos sin mirar sobre lo que Él ha dicho. Mientras más te acerques a Dios, más Él se te acercará y se te revelará.
Qué dice la parábola del hijo pródigo: “Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” (Lucas 15:20).
Cuando el hijo pródigo se dirigía hacia su padre, dice que aún estaba lejos, y le vio su padre y fue movido a misericordia y corrió hacia él… ¿Lo ves? Cuando tú te levantes para ir y acercarte al padre, Él viéndote que aún vienes lejos, Él correrá hacia ti, Él se acercará a ti… Oh, divina providencia de nuestro Dios… No sólo se acercará a ti, sino que se echará sobre tu cuello y te besará… Tú, acércate a Dios…
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