El valor de la oración

Devocionales Cristianos – Mensajes Cristianos

“…Orarás a él, y él te oirá; Y tú pagarás tus votos…” Job 22:27

Orar y pedir a Dios son algunas de las prácticas a las que en ocasiones más recurrimos y también de las que, en ocasiones, más nos olvidamos.

En el entendido de que todas las personas tenemos buenos y malos momentos en nuestras vidas, está entredicho que hay momentos en los que más sentimos la necesidad de recurrir a la oración a manera de petición, y en otras ocasiones a manera de agradecimiento. Esto lo compartimos todos: la vida no es uniforme, no es plana y sin retos o malos ratos; la vida se presenta ante nosotros como una gran historia que escribimos en compañía de Dios. En la vida nosotros le demostramos a Dios y a nosotros mismos de lo que somos capaces; muchas veces nos hemos dado cuenta de lo que somos capaces de superar, por ejemplo, haciendo caso a nuestra fe.

Dios siempre está atento a lo que nos está sucediendo; es todopoderoso y sabio. Todos los acontecimientos de nuestras vidas son pruebas de nuestra fe; oportunidades para demostrarnos que somos humanos, pero también que estamos bendecidos con el amor de Dios.

A pesar de que la oración en algunas ocasiones la pensemos como un intercambio que hacemos con Dios, es decir, momentos en los que hacemos una petición a cambio de un sacrificio, la oración es mucho más que eso. La oración es el vínculo sagrado que tenemos con Dios. Es el momento más especial de nuestros días, pues podemos abstraernos del mundo para entrar en conexión con la inmensidad del amor de Jesús, de Dios, de nuestra fe.

Podemos hablar con Dios en todo momento para pedirle que nos ayude con más fe a abatir nuestra condición humana y a veces le ofrecemos algo, un sacrificio. Dios no espera nada de nosotros porque es nuestro creador, nos ha mostrado ser nuestro salvador y porque nos ama; sin embargo, sacrificar algo de nuestras vidas para tener un poco más de fe, un poco más de amor por nuestras circunstancias, es algo que nos sirve a nosotros para ser más humildes y conectarnos con las enseñanzas de Jesús.

Estamos hechos a imagen y semejanza de Cristo, y como tales podemos elegir vivir una vida que siga sus enseñanzas, sin perder nuestra manera de ser, nuestra personalidad, nuestra esencia. Podemos ser nosotros mismos y al mismo tiempo ser la imagen viva del amor que Dios nos ha demostrado que tiene por nosotros, por nuestras vidas, por nuestro paso por el mundo, por nuestras debilidades y también por nuestras virtudes. Dios no nos juzga porque sólo Él es perfecto; Dios nos entiende y nos aconseja, a través de las palabras de Jesús, cómo comportarnos para llenar este mundo de amor, de vida y de fe.

En nosotros está el convertir la oración en un momento de peticiones y sacrificios superficiales, o en un momento de verdadera reflexión sobre nuestras vidas, de abstracción del mundo para conectarnos con Dios durante unos minutos o unas horas. En nosotros queda el valor de la oración, pues es una acción propia, de iniciativa personal.

Sin embargo, Dios siempre nos está escuchando y nos está dando la oportunidad de poner en práctica todo su amor.

© Hector Patron. Todos los derechos reservados.

Predicas Biblicas.. Reflexiones Cristianas

Acerca HectorPatron

Héctor Raúl Patrón Ramírez

También Revise

Devocionales Cristianos - El silencio

El silencio

Devocionales Cristianos - Hay muchas personas que tienen por costumbre hablar sin pensar, sin refrenar su lengua aunque diga mentiras. Pero el silencio en..

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *