El valor sagrado del trabajo

Devocionales Cristianos – Mensajes Cristianos

Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará”. Salmos 37:5

Hay tantas cosas que tenemos en nuestras vidas: nuestras relaciones, nuestras familias, nuestra cultura, nuestras posesiones, nuestros trabajos, nuestros gustos, nuestra manera de pasar el tiempo y libre y muchas cosas más.

En cada una de las cosas que amamos, que disfrutamos hacer o que simplemente tenemos que hacer por necesidad o porque son parte de nuestra rutina, tenemos una oportunidad de encomendarnos a Dios y de ofrecerle algo de nuestras personas. Todo el tiempo estamos viviendo cosas que están llenas del amor de Dios, así como de su voluntad.

Si comenzamos a pensar nuestras vidas como un regalo de Dios que nosotros tenemos la libertad de moldear según nuestras personalidades, nuestros gustos, según las cosas que amamos y que nos hacen felices, podemos también comenzar a pensar en nuestras acciones como la obra divina de la vida. Podríamos entonces, comenzar a dedicarle nuestras vidas a Dios, pues Él nos dio la libertad, nos dio la vida y puso en nuestros caminos todas las cosas por las que podemos llegar a sentirnos plenos, vivos, llenos de amor y llenos de fe.

Una de las cosas más fáciles de identificar en nuestro paso por la vida, es nuestro trabajo. Trabajar es una bendición. Es una actividad que nos mantiene activos, que nos demuestra nuestra capacidad de pensar, de sentir y de crear. Trabajar nos sirve para demostrarnos que somos autosuficientes, que hemos alcanzado la madurez, que estamos comprometidos con la vida y que tenemos disciplina para alcanzar cosas cada vez más grandes.

Desde las épocas de Jesús, el trabajo era un bien sagrado. Hoy, todavía lo es. Debemos de amar nuestros oficios, nuestras carreras, nuestras oportunidades, así como debemos de buscar el crecimiento personal, sin caer en la vanidad y en la avaricia. Desarrollar constancia y disciplina es algo que se evidencia de gran manera en el trabajo, pero que sirve para todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo nuestra cercanía con Dios.

En cada día de trabajo tenemos la oportunidad de dedicar nuestras actividades a Dios. Pero, ¿cómo se hace esto?

Encomendar nuestros oficios al Señor se hace desde las acciones: cuando hacemos nuestro trabajo con amor a la vida, con amor al prójimo, con amor a la creación y con amor a Dios, nuestras acciones comienzan a cambiar y se comienzan a adaptar a lo que Dios espera de nosotros.

Cuando trabajamos con base en las enseñanzas de Jesús y demostrando el amor que le podemos tener a Dios, así como el que Él nos tiene a nosotros, nuestro trabajo comienza a ser respetuoso con los demás, comienza a ser justo en costo para nosotros y para los demás, comienza a ser más gratificante y se convierte, de ser una rutina, a ser un proceso de crecimiento personal y de acercamiento a Dios.

Todos los días tenemos la oportunidad de establecer nuestras actividades como escalones para acercarnos cada vez más al amor de Dios, a predicar con acciones las enseñanzas de Jesús y a disfrutar más la vida, con la libertad que Dios nos brindó.

© Hector Patron. Todos los derechos reservados.

Predicas Biblicas.. Reflexiones Cristianas

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