Mensajes Cristianos
Predica de Hoy Texto Biblico: (Salmos 127:3) “Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa”.
Cuando nace nuestros hijos es una emoción y felicidad indescriptible, nos llenamos de gratitud con nuestro Señor porque su creación es perfecta y nos recompensa con la prolongación de nuestra existencia que son los hijos.
Los niños son una bendición y el Señor nos ha dado una responsabilidad de criar a nuestros hijos principalmente con amor, sabiduría y discernimiento donde la base sea Cristo, para que sean hombres y mujeres de bien que aporten a la sociedad.
Los niños son sensibles y aprenden como esponjas de lo que hay a su alrededor, son curiosos, inquietos y con una imaginación de vuela más allá de la realidad y nos enseñan a ver siempre lo bueno, son ingenuos y hablan siempre con la verdad.
Hay una frase que me encanta “Tratar con cuidado. Contiene sueños” – Mirko Badiale. Así es, cada vez que le digas no hagas esto o aquello o impedimos que no jueguen estamos truncando su imaginación, lo estamos cohibiendo a desfogar su creatividad, igualmente papito si lo llevas a un parque es para que se ensucie, juegue con la arena y arme figuras.
En (Mateo 18:3) nos dice “A menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entraran en el reino de los cielos”, los niños son sensibles, libres de maldad y sonríen muy seguido si los tratamos con cariño
Los niños son más felices si viven con su papa y su mama, necesita estar en una familia para que su amor sea completo. Su Papa como autoridad y su mama que es el corazón del hogar.
Hay otra frase que me gusta “Amar a tu esposa es el mejor regalo que puedes dar a los hijos”. Un hogar conformado, lleno de amor y respeto es lo mejor que puedes darle a tus hijos, se sentirán seguros y completos.
Jóvenes Cristianos en sus manos está la felicidad de la nueva generación, cuando conformen un hogar que sea el Señor mostrándoles su pareja idónea, un(a) hijo (a) de Dios.
No se fijen solamente en el físico sino lo que hay en su corazón, porque es la segunda decisión más importante luego de aceptar a Jesús es saber conformar tu familia, tu ayuda idónea, quien te acompañara en los momentos difíciles y en los retos que todos enfrentamos.
Cuando conozcas a tu pareja, observa cómo trata a sus padres, personas menos favorecidas, las personas que tienen vicios como el alcohol caen fácilmente en el pecado porque no son dueños de sus actos.
Hay otro dicho que me gusta “Si estás enamorado no te cases”, cuando estamos enamorados no analizamos con objetividad, todo lo vemos perfecto, ese estado empieza a cambiar a partir del tercer año de noviazgo.
Ya creamos conciencia de sus defectos y si estamos dispuestos a convivir con ellos, pero lo que siempre va a mantener la relación firme como la roca es si nuestro Señor esta siempre en el medio y es nuestro eje principal para tomar cualquier tipo de decisión.
Otro regalo que damos a nuestros niños es el conformar una familia por dos hijos de Dios, una casa sobre la roca, que a pesar de las adversidades siempre se sostendrán del Señor para que sea tomandolos de su mano para sacarlos victoriosos.
(Proverbios 22:6) “Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él”
(Deuteronomio 6:6) “Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando”.
Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”.
Es la responsabilidad que el Señor nos ha delegado, enseñarle a nuestros hijos en todo momento a entender la palabra de Dios, con sabiduría mostrarles como tomar las mejores decisiones, con las situaciones que se vayan presentando cotidianamente.
(Proverbios 22:15) “La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige”.
(Proverbios 29:17) “Disciplina a tu hijo, y te traerá tranquilidad; te dará muchas satisfacciones”
A mi hija le hablo y digo. De ti depende que seas completamente feliz, la no obediencia trae sus consecuencias y luego no pidas que te quite el castigo porque ya te lo había advertido.
Cuando le quito lo que más le gusta, no solo por un rato sino por días, pide siempre que le quite el castigo, pero debemos ser firmes para que nos vean con autoridad y respeto.
A nuestros hijos démosle tiempo, mucho amor, escuchémoslo, dialoguemos con ellos, acéptalo tal cual como es, educa con paciencia, enséñales a valorar lo que Dios les ha dado.
Prediquemos con el ejemplo en nuestro hogar (Proverbios 20:7). He visto padres exitosos para el mundo, adinerados, amorosos, religiosos y que no dedicaron tiempo a sus hijos, siempre estaban ocupados estudiando, trabajando, en el gimnasio, viajando, los llenaban de regalos y por muy costosos que fueran sus hijos no les daban valor. Les falto lo más importante que es conocer realmente al Señor.
Ahora tienen hogares disfuncionales y no son felices porque viven según lo que les ofrece el mundo y no lo que realmente es importante que es lo que nos ofrece el Señor.
¿Esa madre a sus 70 años, me pregunto, en que me equivoque? Le respondí, no soy quien para juzgarla, solo sé que quien es un hijo de Dios todo obra para bien.
Hermanos, predicar con el ejemplo de que somos hijos de Dios. No hay mayor felicidad para un Padre que ver sus hijos felices, realizados, trabajando en lo que les gusta y ver como la familia de nuestros hijos replican nuestras enseñanzas en Jesús. Porque yo y tu casa serviremos al Señor!
¡Dios los bendiga!
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