Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Bendecidos a través de las pruebas
Bosquejo Bíblico Texto de la predicación: Santiago 1:2-4
Introducción
Amada Iglesia del Señor, los seres humanos cuando pasan por circunstancias difíciles tratan de huir de ellas y resguardarse en algún tipo de burbuja de confort. Si las personas pueden huir de los problemas pues los evitan a toda costa, no importa si eso significa mentir o signifique pecar. El estado de confort y alivianar la prueba termina siendo la tendencia común de nuestro día a día.
Generalmente, cuando hablamos de pruebas vienen conceptos no muy gratos a nuestra cabeza, de hecho, pruebas y problemas tienden a ser sinónimos. Si tuviéramos que nombrar esos invitados no deseados en nuestras vidas, creo que las pruebas estarían en primer lugar.
Sin embargo, el Señor nos ha hablado en su Palabra y nos dice que el concepto que debemos tener de las pruebas es muy diferente al común. Al tener a Jesucristo como Señor, podemos por su gracia sostener la convicción de que 1) somos dichosos en las pruebas, y 2) que las pruebas cumplen un propósito para nuestra vida y carácter.
I. Dichosos en las Pruebas (verss. 2-3).
a. La dicha de las pruebas.
Santiago toma el comienzo de su epístola de una forma que tal vez pocos esperarían, nos dice que debemos considerarnos a nosotros mismos dichosos en las pruebas, con esto el hermano del Señor nos dice que debemos tener convicción de que el estado de pasar por algún tipo de prueba es un estado de dicha.
Nadie considera las pruebas como una oportunidad para comer torta o inflar globos ¡No consideramos a las pruebas como una dicha! Pero aun así Santiago dice:
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (vers. 2).
b. Por qué son una dicha.
Y en el siguiente versículo Santiago nos explica por qué son una dicha: “Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Santiago 1:3).
Es decir, la prueba de la fe nos da mayor capacidad de aguante ante las situaciones externas, de modo que seamos fieles al Señor. En otras palabras, las pruebas perfeccionan nuestro carácter, para que seamos más semejantes a Cristo.
Y es aquí donde precisamente se diferencias las pruebas y las tentaciones, aun cuando sea la misma palabra en el original. Las tentaciones son las que vienen del corazón, y de parte del Diablo para llevarnos al pecado (Santiago 1:13-15). Pero las pruebas vienen de Dios, y son para nuestro bien. Porque perfeccionan nuestro carácter.
Es por eso que somos mandados a huir de las tentaciones, y a rogar a Dios que nos libre de ellas. Y por lo que, igualmente, pasajes como estos nos enseñan que debemos soportar las tentaciones, y considerarlas como buenas y necesarias para nuestra fe.
Nuestra necesita ser perfeccionada. Muchos tienen una verdadera fe, pero les hace falta constancia y paciencia en las cosas del Señor. Pedro era un hombre con verdadera fe, pero en el momento de la prueba, no la soportó, sino que negó al Señor y huyó. Esto es característico de personas que no están dispuestos a soportar todo por el Señor.
La paciencia, entonces, es un gran bálsamo para soportar otras futuras pruebas, es la disciplina constante que necesitamos para permanecer fieles al Señor en medio de las circunstancias más adversas y perseverar en la obediencia. Necesitamos la paciencia todos los días de nuestra vida para crecer en la fe y en la santidad, necesitamos la paciencia para ser una Iglesia conforme al diseño de Dios.
II. Una respuesta bíblica a las pruebas (vers. 4).
a. Cómo responder a la prueba.
Ahora, Santiago dice que debemos dejar que la paciencia tenga su obra completa. Que es otra forma de decir que debemos permitir que la prueba cumpla su efecto en nosotros a través de la paciencia.
Somos personas que nos resistimos al sufrimiento. Huimos, nos molestamos, nos amargamos, nos quejamos delante de Dios, culpamos a los demás, o nos deprimimos. Cuando tomamos estas actitudes sobre lo que Dios está haciendo en nosotros, aun cuando seamos probados, la prueba no cumplirá su propósito, por lo menos de forma completa.
De esta manera, lo que el Señor quiere es que tengamos una actitud de humildad frente a estas pruebas. Aceptando que es para nuestro bien. Si percibimos que Dios está queriendo despegarnos de algo, debemos poner de nuestro parte al aferrarnos más a ello.
Si el Señor está purificando de nuestra ira, entonces, debemos aprender a ser mansos, no entregándonos a la rebeldía. En las pruebas debemos dar gloria a Dios, y cooperar con lo que está haciendo en nosotros. Cuando hacemos así, actuamos con paciencia, y la paciencia da el fruto esperado.
b. Por qué debemos responder así a la prueba.
Y Santiago claramente dice que el propósito de esto es para que seamos perfectos, sin que falte cosa alguna. Aquí es necesario aclarar, que Santiago no está diciendo que alcanzaremos la perfección estando en este mundo, y que llegará un momento bajo el cielo en que tendremos pecado.
Esta perfección se refiere a la madurez del carácter. Sin que os falte cosa alguna, significa que seamos completos en el carácter que Dios está produciendo en nosotros. Hay tantas malas tendencias y pecados tan arraigados en nuestro corazón, que necesitamos del fuego de la prueba para ser limpiados. Esas pruebas son las que van a producir en nosotros el carácter y la vida que Dios demanda de nosotros en su palabra.
Eso significa para usted que, cuando se encuentre en medio de una prueba, no debería intentar huir de ella, ni quejarse de Dios. Pregúntese más bien: ¿Qué está perfeccionando Dios en mí? ¿Qué deficiencias está mostrando Dios en mi vida o corazón con esta aflicción? ¿Qué puedo aprender de esto? ¿Qué puedo hacer para cooperar con Dios en esto?
Esta es la respuesta de una persona que ha entendido que la dicha tiene un propósito bueno de parte de Dios para nosotros, y que, por eso, somos dichosos.
Conclusión
Amada Iglesia de nuestro Señor Jesucristo, las pruebas son un momento para considerarnos dichosos y mantenernos fieles a nuestro Señor Jesucristo pues sabemos que él está obrando en nosotros.
Respondamos a esa obra maravillosa en nosotros con gratitud al perseverar fielmente en sus mandamientos, y alabando su nombre por su fidelidad.
Sin importar cuán difíciles sean nuestras pruebas mantengámonos fieles a todos sus mandamientos, sin importar cuán oscura sea nuestra circunstancia sea la constancia obrando completamente para que seamos completamente íntegros en Cristo.
© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.