Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Prédica de Hoy: Responsabilidad hacia la Verdad
Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:32:
Tema: Claves para Vivir con Propósito y Fe
INTRODUCCIÓN:
A. Durante su juicio ante Pilato, Jesús declaró: “Para esto he nacido, y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad” (Juan 18:37). Pilato, en respuesta, formuló la famosa pregunta: “¿Qué es la verdad?” (Juan 18:38).
B. En su oración por los discípulos, Jesús afirmó: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Estas palabras destacan la importancia de vivir conforme a la verdad de Dios.
C. Las Escrituras contienen la verdad absoluta. Dios no solo nos la revela, sino que también nos hace responsables de proclamarla y vivir de acuerdo con ella. Reflexionemos sobre nuestra obligación hacia la verdad.
I. EL AMOR QUE DEBEMOS SENTIR POR LA VERDAD
A. Satanás, el enemigo de nuestras almas, es el padre de la mentira (Juan 8:44). En contraste, los hijos de Dios están llamados a amar la verdad, porque Él es su Autor y Fuente.
B. Pablo advierte en 2 Tesalonicenses 2:10 sobre aquellos que perecen “por no haber recibido el amor de la verdad para ser salvos”. Si deseamos la salvación, debemos cultivar un amor genuino por la verdad.
C. Amar la verdad también significa defenderla. En un mundo lleno de engaños, nuestro compromiso con la verdad debe ser firme y evidente para todos.
II. LA NECESIDAD DE BUSCAR LA VERDAD
A. El profeta Isaías exhorta: “Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Isaías 55:6). Buscar la verdad es buscar a Dios.
B. La Palabra de Dios es el medio principal por el cual podemos encontrarlo:
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
Pedro insta a los creyentes: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis” (1 Pedro 2:2).
C. Buscar la verdad requiere humildad y constancia. Como dice Proverbios 2:4-5, debemos buscarla como a un tesoro escondido. Solo así comprenderemos el temor del Señor y hallaremos el conocimiento de Dios.
III. CÓMO DISTINGUIR LA VERDAD DEL ERROR
A. No todo lo que aparenta ser verdad lo es. Jesús advirtió: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15).
B. El apóstol Juan instruye: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1).
C. Amar la verdad implica no solo buscarla, sino también identificar y rechazar el error. Esto es parte de nuestra responsabilidad como creyentes. También debemos ser como los bereanos, que examinaban diariamente las Escrituras para ver si lo que oían era verdad (Hechos 17:11).
IV. LA VERDAD SE PUEDE CONOCER
A. Algunos argumentan que la verdad es inalcanzable, pero Jesús contradice esta idea: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32).
B. Además, el apóstol Pablo nos exhorta a ser entendidos en la voluntad de Dios: “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5:17). Conocer la verdad requiere dedicación y estudio constante de las Escrituras.
C. Conocer la verdad también significa aplicarla en nuestras vidas. Santiago 1:22 nos insta a ser hacedores de la palabra y no solo oidores.
V. LA FE EN LA VERDAD
A. La verdad es digna de nuestra fe porque proviene de Dios, quien no puede mentir (Hebreos 6:18). Su carácter perfecto respalda la credibilidad de Su Palabra.
B. Jesús declara: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo” (Marcos 16:16). Creer en la verdad es un paso esencial para recibir la salvación.
C. Nuestra fe debe estar acompañada de obras que reflejen nuestra creencia en la verdad. Como Santiago 2:17 lo expresa, la fe sin obras está muerta.
V. LA OBEDIENCIA A LA VERDAD
A. El salmista proclama: “Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia” (Salmos 119:172). La obediencia a la verdad es la evidencia de nuestra fe.
B. Juan afirma: “El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él” (1 Juan 3:24). Nuestra relación con Dios se profundiza cuando vivimos en obediencia a Su Palabra.
C. Obedecer la verdad nos lleva a la santificación. Como dice Romanos 6:22: “Mas ahora, que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación y como fin, la vida eterna”.
CONCLUSIÓN
A. Nuestra responsabilidad hacia la verdad es clara. Pablo dio ejemplo al declarar: “Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros…” (Hechos 20:20). Como él, debemos ser fieles en proclamar y vivir la verdad.
B. Pablo también instruyó a Timoteo: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2). Nuestro compromiso con la verdad debe ser continuo y reproducible en la vida de otros.
C. Al vivir conforme a la verdad, glorificamos a Dios y damos testimonio de Su poder transformador. Sigamos adelante, amando, buscando, conociendo, creyendo y obedeciendo la verdad que nos ha sido revelada.
© Marco A. Hernández. Todos los derechos reservados.