3. ¿Qué sucede cuando alabo a Dios?

Provocamos a acción al Espíritu Santo, dándonos libertad. Hechos 16:25–26 (David Danzó)

Se evidencia el estado de nuestra relación con Él.

• Mis reacciones ante las situaciones de la vida diaria
• Mis expresiones. Salmo 5:11
• Mi fe es afectada, pues expreso mi confianza en Él. Salmo 22:5
• El ambiente que me rodea cambia al instante. (Saúl y David).

4. ¿Qué lugar debe ocupar alabar a Dios en nuestras Vidas?

• No debe ser una emoción, sino una convicción, debemos estar conscientes de nuestra alabanza a Dios. Salmo 103: 14–18.
• Parte continua de nuestra vida. Salmo 146: 1–2
• Lo que vaya a hacer debo iniciarlo con alabanza. 1 Crónicas 15:16.

Conclusión:

La alabanza a Dios no debe ser simplemente un punto dentro de los programas de servicios en nuestras iglesias ni en nuestras vidas, no esta bien pensar que a Dios se alaba solo en el momento de los cantos en la iglesia.

Más bien la alabanza debe ser una actitud en nosotros que su esencia se encuentre en nuestro interior mostrándole a Dios cuanto le amamos, como dice en su palabra “…Amarás al señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas…” Lucas 10.27

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