Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Prédica de Hoy: Ser Perseverantes
Texto Bíblico: Gálatas 6:1-10
Texto Bíblico Principal: “Así que, no nos cansemos de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” (Gálatas 6:9)
Tema: Perseverancia en la Vida Cristiana
Introducción
La perseverancia es uno de los pilares fundamentales en la vida cristiana. Ser perseverantes no significa únicamente mantenernos firmes en las buenas intenciones, sino también actuar constantemente en el bien, aun cuando enfrentemos dificultades. En Gálatas 6:1-10, el apóstol Pablo nos exhorta a no cansarnos de hacer el bien, recordándonos que la siembra en el Espíritu trae una cosecha eterna.
Hoy reflexionaremos sobre cómo podemos desarrollar la perseverancia en nuestra fe, en nuestras relaciones y en nuestra misión de llevar a otros hacia Cristo.
I. Perseverar en la Restauración de los Hermanos
“Si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre; considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.” (Gálatas 6:1-2)
A. Restauración con mansedumbre
Ser perseverantes implica ayudar a otros con paciencia y humildad, especialmente cuando fallan. La restauración de un hermano caído no es un acto único, sino un proceso continuo que requiere perseverancia en el amor y el cuidado.
B. Sobrellevar las cargas
Llevar las cargas de otros es una muestra de perseverancia en el amor cristiano. A menudo, este acto de sacrificio requiere poner las necesidades de otros por encima de las propias, siguiendo el ejemplo de Cristo.
II. Perseverar en Hacer el Bien
“Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.” (Gálatas 6:3-5)
A. Evitar la arrogancia
La perseverancia requiere humildad. Si caemos en la arrogancia o en la comparación con otros, dejamos de centrarnos en nuestro propio crecimiento espiritual y en la obra que Dios nos ha encomendado.
B. Responsabilidad personal
Aunque estamos llamados a ayudar a otros, debemos perseverar en llevar nuestras propias cargas con fidelidad. Esto significa mantenernos responsables ante Dios en nuestras decisiones y acciones.
III. Perseverar en la Siembra Espiritual
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gálatas 6:7-8)
A. La ley de la siembra y la cosecha
Ser perseverantes implica comprender que nuestras acciones tienen consecuencias. Si sembramos para el Espíritu, veremos frutos eternos. Perseverar en esta siembra requiere dedicación constante y fe en el plan de Dios.
B. Sembrar en el Espíritu
Perseverar en la vida cristiana significa rechazar los deseos de la carne y dedicarnos a las cosas del Espíritu. Esto incluye el estudio de la Palabra, la oración, el servicio y la comunión con otros creyentes.
IV. Perseverar en el Bien Hacer
“No nos cansemos de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” (Gálatas 6:9-10)
A. No desmayar
La perseverancia requiere resistencia espiritual. En un mundo que constantemente desafía nuestra fe, debemos mantenernos firmes, confiando en que nuestra obediencia a Dios dará frutos en el tiempo correcto.
B. Hacer el bien a todos
El llamado a perseverar no es solo hacia nuestra comunidad cristiana, sino hacia todos. Esto refleja el corazón de Dios, que desea que extendamos Su amor y bondad a cada persona.
Conclusión
La perseverancia en la vida cristiana no es una tarea fácil, pero es esencial para vivir en obediencia a Dios y experimentar Sus bendiciones. Como dice Gálatas 6:9, “no nos cansemos de hacer bien.” Perseverar significa continuar sembrando en el Espíritu, restaurando a los hermanos y haciendo el bien, confiando en que Dios cumplirá Su propósito en nuestras vidas.
Que el Señor nos dé la fuerza para perseverar en Su obra, sabiendo que la recompensa final es eterna. ¡Amén!
© Julio Torres. Todos los derechos reservados.