Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Solo por Gracia
Bosquejo Bíblico Texto Bíblico: Efesios 2:4-10
Introducción
Hoy vamos a hablar sobre un tema muy importante: la gracia de Dios. En los versículos que estaremos explorando hoy aprendemos sobre la gracia que nos salva. La gracia de Dios es un regalo inmerecido. No es algo que podamos ganar por nuestras propias obras.
A veces, es difícil entender este concepto. ¿Cómo puede Dios darnos algo tan valioso sin que lo merezcamos? La gracia es una muestra del gran amor que Dios tiene por nosotros. Es algo que debemos valorar y comprender profundamente.
¿Qué nos enseñan estos versículos sobre la gracia? ¿Cómo podemos aplicar estas enseñanzas a nuestras vidas hoy? Vamos a explorar estas preguntas juntos.
I. La riqueza de la misericordia de Dios (verss. 4-5)
Dios es rico en misericordia. A pesar de nuestros pecados, nos amó y nos dio vida en Cristo. Esta es una demostración de su gran amor por nosotros. La misericordia de Dios nos rescata de la muerte espiritual. No debemos olvidar que esto es solo por su gracia, no por nuestras obras.
a. Amor Infinito
- El amor de Dios es más grande que cualquier amor humano (1 Juan 4:9).
- Nos amó cuando todavía éramos pecadores (Romanos 5:8).
- Su amor no tiene límites (Jeremías 31:3).
- Su amor es constante y fiel (Lamentaciones 3:22-23).
b. Vida Nueva
- En Cristo, recibimos una nueva vida (2 Corintios 5:17).
- La gracia nos hace nuevas criaturas (Colosenses 3:10).
- Nuestra vida pasada de pecado queda atrás (Efesios 4:22-24).
- Dios nos llama a vivir en esta nueva vida (Romanos 6:4).
c. Gracia Inmerecida
- La gracia no se puede ganar; es un regalo (Romanos 11:6).
- No podemos hacer nada para merecerla (Tito 3:5).
- Es una expresión del amor de Dios (Efesios 1:7).
- Debemos recibirla con gratitud (1 Corintios 15:10).
II. Salvados por gracia mediante la fe (verss. 8-9)
La salvación es un regalo de Dios, recibido por la fe. No podemos jactarnos de nuestras obras. Esta es una verdad fundamental del cristianismo. La fe en Jesucristo es el medio por el cual recibimos la gracia. Esto nos enseña humildad y dependencia de Dios.
a. Regalo de Dios
- La salvación es un don de Dios (Juan 3:16).
- No es algo que podamos ganar (Romanos 6:23).
- Dios nos lo ofrece libremente (Isaías 55:1).
- Debemos aceptarlo con fe (Efesios 2:8).
b. Fe en Cristo
- La fe es confiar en Jesús (Hebreos 11:1).
- Sin fe, es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6).
- La fe nos conecta con la gracia de Dios (Gálatas 2:20).
- Es el fundamento de nuestra vida cristiana (2 Corintios 5:7).
c. Humildad
- No podemos jactarnos de nuestras obras (Romanos 3:27).
- La gracia nos enseña a ser humildes (Santiago 4:6).
- Dios resiste a los soberbios (1 Pedro 5:5).
- La humildad abre la puerta a la bendición de Dios (Mateo 5:5).
III. Creados para buenas obras (vers. 10)
Aunque no somos salvados por nuestras obras, fuimos creados para hacer buenas obras. Dios preparó estas obras para que anduviésemos en ellas. Las buenas obras son una respuesta a la gracia que hemos recibido. Nos muestran cómo vivir en gratitud y obediencia a Dios.
a. Propósito Divino
- Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros (Jeremías 29:11).
- Nos llama a vivir de acuerdo a su voluntad (Colosenses 1:10).
- Nuestras vidas deben reflejar su gloria (Mateo 5:16).
- El propósito de Dios es perfecto y bueno (Romanos 12:2).
b. Obras de Fe
- Las buenas obras son una expresión de nuestra fe (Santiago 2:17).
- No somos salvos por ellas, pero son importantes (Gálatas 5:6).
- Las obras muestran nuestra transformación (Efesios 4:24).
- Dios nos da la capacidad para hacerlas (Filipenses 2:13).
c. Gratitud
- Debemos vivir en gratitud por la gracia de Dios (Colosenses 3:15).
- La gratitud nos lleva a la obediencia (Salmos 50:23).
- Vivir agradecidos nos mantiene cerca de Dios (1 Tesalonicenses 5:18).
- La gratitud cambia nuestra perspectiva de la vida (Filipenses 4:6-7).
Aplicación
La enseñanza de hoy nos llama a reflexionar sobre la gracia de Dios. Nos salva, nos da vida y nos llama a hacer buenas obras. No debemos tratar de ganarnos la salvación. Debemos vivir en fe y gratitud, haciendo buenas obras como respuesta a su gracia. Recordemos siempre que todo es por su amor y misericordia.
Conclusión
La gracia de Dios es un regalo inmerecido que nos salva y nos transforma. Nos enseña a vivir en fe, humildad y gratitud. Debemos aceptar este regalo con alegría y vivir vidas que reflejen su amor.
Que nuestras acciones diarias sean una respuesta a la gracia que hemos recibido. Recordemos siempre que fuimos creados para buenas obras, no para ganarnos la salvación, sino para mostrar la transformación que Dios ha hecho en nosotros.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.