Su Gracia Nos Enseña

Roberto Torres

Su Gracia Nos Enseña

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Su Gracia Nos Enseña

Texto clave: Tito 2:11-14

Tema: La gracia de Dios no solo nos salva, sino que también nos transforma y nos enseña a vivir vidas piadosas para Su gloria.

INTRODUCCIÓN

A. Tito 2:11-14 nos revela el poder transformador de la gracia de Dios:

  • “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres.”
  • No es solo una gracia salvadora, sino también una gracia que nos enseña.

B. Reflexionaremos hoy sobre tres lecciones esenciales que la gracia de Dios nos enseña:

  • A renunciar al pecado.
  • A vivir piadosamente.
  • A esperar con esperanza Su regreso.

C. La gracia no es una licencia para pecar, sino una fuente de transformación.

I. Su gracia nos enseña a renunciar al pecado

A. Nos llama a abandonar el pecado

  • La gracia nos confronta con nuestra necesidad de arrepentimiento: “Negando la impiedad y los deseos mundanos…” (Tito 2:12)
  • No es suficiente reconocer el pecado; debemos apartarnos activamente de él. (Hechos 3:19)
  • Jesús nos llama a dejar atrás nuestro viejo yo y vivir en novedad de vida. (Romanos 6:4)

B. Nos capacita para vencer la tentación

  • La gracia nos da el poder de resistir los deseos que nos apartan de Dios. (1 Corintios 10:13)
  • Como Pablo, podemos decir: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13)
  • Dios nos equipa con Su Espíritu Santo para caminar en victoria sobre el pecado. (Gálatas 5:16)

C. Nos redime del dominio del pecado

  • “Él se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad.” (Tito 2:14)
  • La redención no solo nos libera del castigo del pecado, sino también de su poder sobre nuestras vidas.
  • Al ser redimidos, somos llamados a vivir como nuevas criaturas en Cristo. (2 Corintios 5:17)

Aplicación: Permite que la gracia de Dios transforme tu relación con el pecado. Renuncia a lo que te separa de Él y camina en libertad.

II. Su gracia nos enseña a vivir piadosamente

A. Nos llama a vivir con justicia

  • La gracia nos enseña a vivir “en este siglo sobria, justa y piadosamente.” (Tito 2:12)
  • Esto implica ser íntegros en nuestras relaciones, trabajo, y vida espiritual.
  • Vivir justamente es reflejar el carácter de Dios en nuestras acciones diarias.

B. Nos transforma desde el interior

  • La gracia no solo cambia nuestras acciones externas, sino también nuestros corazones.
  • Ezequiel 36:26: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros.”
  • Vivir piadosamente es el resultado de un corazón transformado por Su gracia.

C. Nos guía a una vida de adoración

  • Todo lo que hacemos debe glorificar a Dios: “Hacedlo todo para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10:31)
  • La adoración no se limita al culto; es una vida entera rendida a Él.
  • La gracia nos recuerda que somos llamados a ser luz en medio de las tinieblas. (Mateo 5:16)

Aplicación: Permite que la gracia de Dios te guíe a una vida de justicia, integridad y adoración continua.

III. Su gracia nos enseña a esperar Su regreso

A. Nos llena de esperanza

  • “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.” (Tito 2:13)
  • La gracia nos da confianza en la promesa de Su regreso. (Juan 14:3)
  • Vivimos con la expectativa de que nuestro Salvador cumplirá Su plan perfecto.

B. Nos motiva a vivir con propósito

  • La esperanza del regreso de Cristo nos impulsa a vivir para Él cada día.
  • Pablo nos exhorta: “Así que, hermanos, os ruego… que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo.” (Romanos 12:1)
  • Vivir con propósito significa estar enfocados en las cosas eternas, no en lo temporal. (Colosenses 3:2)

C. Nos prepara para Su reino

  • “Él se dio a sí mismo… para purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (Tito 2:14)
  • La gracia nos transforma para ser un pueblo preparado para Su reino.
  • Estamos llamados a ser siervos fieles, listos para Su venida. (Mateo 25:21)

Aplicación: Vivamos cada día con la esperanza y propósito que la gracia de Dios nos da, esperando con gozo Su regreso.

CONCLUSIÓN

  • A. La gracia de Dios es un regalo inmerecido que nos salva, nos transforma y nos enseña cómo vivir para Su gloria.
  • B. Preguntémonos: ¿Estamos permitiendo que Su gracia nos guíe a renunciar al pecado, vivir piadosamente y esperar con esperanza Su regreso?
  • C. La gracia no es un punto de llegada; es un camino continuo de transformación.

Si deseas experimentar el poder transformador de la gracia de Dios, comunícate con nosotros. Estamos aquí para ayudarte en este camino de fe.

Dios te bendiga.

© Roberto Torres. Todos los derechos reservados.

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Autor
Roberto Torres
Siervo de Cristo y seguidor de la palabra de Dios. Es mi oración que los mensajes que redacto le sirva de bendición.

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