Bosquejos Para Predicar
Bosquejos Para Predicar Predica de Hoy: Unidos en Cristo: La Nueva Familia de Dios
Texto Bíblico: Efesios 2:11-22
Introducción
En Los versículos que estamos explorando hoy, el apóstol Pablo describe una transformación fundamental en la relación entre judíos y gentiles, todos unificados por la obra de Cristo en la cruz.
Este pasaje nos muestra cómo Cristo no solo nos reconcilió individualmente con Dios, sino que también derribó las barreras que nos separaban, creando una sola familia nueva en él.
Hoy exploraremos la profundidad de esta unidad y lo que significa para nosotros como iglesia hoy, viviendo como un cuerpo unido en amor y propósito.
I. Recordando Nuestro Pasado sin Cristo
Antes de Cristo, estábamos separados, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pablo nos recuerda nuestro pasado para que valoremos más profundamente la magnitud de lo que Jesús ha hecho por nosotros. Reconocer dónde estábamos antes de conocer a Cristo nos ayuda a apreciar plenamente nuestra nueva posición como miembros de la familia de Dios.
- a. La separación de los gentiles del pacto de Israel (verss. 11-12).
- b. La condición de desesperanza antes de Cristo (vers. 12).
- c. La necesidad de la intervención divina (Romanos 5:6).
- d. El cambio radical por la obra de Cristo (Colosenses 1:13-14).
II. La Obra Reconciliadora de Cristo
Cristo no solo nos salvó, sino que su sacrificio nos unió a todos en una sola familia. Al derribar la “pared intermedia de separación”, eliminó las barreras que nos dividían. Ahora, como uno solo cuerpo en Cristo, debemos vivir en armonía y buscar la paz que él estableció.
- a. Jesús como nuestra paz, que derriba las divisiones (vers. 14).
- b. La creación de un solo nuevo hombre en lugar de dos (vers. 15).
- c. Reconciliación de ambos grupos con Dios (vers. 16).
- d. El acceso igualitario al Padre por medio del Espíritu (vers. 18).
III. Somos Ciudadanos y Miembros de la Casa de Dios
Construidos sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, somos transformados en un templo santo en el Señor. En él, cada uno de nosotros es parte integral de esta construcción divina, destinados a crecer en un santuario dedicado al Señor.
- a. Nuestra nueva identidad como ciudadanos del reino (vers. 19).
- b. Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas (vers. 20).
- c. Unificados en un templo santo en el Señor (vers. 21).
- d. Creciendo juntos para ser una morada de Dios en el Espíritu (vers. 22).
Aplicación
Reflexionemos sobre cómo estamos viviendo esta realidad de unidad en nuestras comunidades. ¿Estamos trabajando activamente para mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz? ¿Cómo podemos mejorar en ser verdaderamente uno en Cristo?
Conclusión
Los versículos que hemos explorado hoy no solo nos recuerdan de dónde venimos, sino que celebra lo que ahora somos en Cristo: una familia unida, sin divisiones raciales, sociales o económicas.
Este mensaje es crucial para nuestra identidad como creyentes y debe influir en cómo interactuamos unos con otros y cómo presentamos el evangelio al mundo.
© Roberto Torres. Todos los derechos reservados.
