El Discipulado Cristiano

Juan C. Planterio

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El Discipulado

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Predica de Hoy: El Discipulado Cristiano

Estudio Bíblico Lectura Bíblica: Mateo 28:19-20

Introducción

El discipulado es un elemento central en la vida cristiana. En los versículos que hemos leído, el Señor nos da el mandato de hacer discípulos de todas las naciones. Este llamado no solo es para los líderes de la iglesia, sino para todos los creyentes.

El discipulado cristiano implica guiar a otros en su crecimiento espiritual y ayudarles a vivir de acuerdo a las enseñanzas de Jesús. A medida que entendemos qué es el discipulado y su importancia, podemos llevar a cabo un discipulado efectivo en la iglesia.

En este estudio, exploraremos estos aspectos para inspirarte a participar activamente en el discipulado y a hacer discípulos en tu comunidad.

I. ¿Qué es el Discipulado?

El discipulado es el proceso de enseñar y guiar a otros en su fe cristiana. Involucra la formación espiritual y el crecimiento en el conocimiento de Dios y su Palabra. En el discipulado cristiano, los creyentes se ayudan mutuamente a seguir a Jesús y a vivir conforme a sus enseñanzas. Este proceso es continuo y se basa en la relación y la comunidad dentro de la iglesia.

a. Definición del Discipulado

El discipulado cristiano es más que una simple enseñanza; es una relación de acompañamiento y mentoría. ElSeñor ejemplificó el discipulado al invertir tiempo con sus discípulos, enseñándoles y mostrando cómo vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. El discipulado no solo transmite conocimiento, sino que también forma el carácter y la fe de los creyentes.

Además, el discipulado es un llamado a todos los cristianos. No es exclusivo de los líderes de la iglesia. Cada creyente tiene la responsabilidad de hacer discípulos y de ser un discípulo en continuo crecimiento. Esta práctica fortalece la iglesia y promueve la madurez espiritual entre sus miembros.

b. La Importancia del Discipulado

El discipulado es crucial para el crecimiento espiritual de la iglesia. A través del discipulado, los creyentes se fortalecen en su fe y se equipan para enfrentar los desafíos de la vida cristiana. Jesús nos ordenó hacer discípulos, lo que subraya la importancia de esta práctica en el cumplimiento de la Gran Comisión.

El discipulado también crea una comunidad de apoyo y rendición de cuentas. Los discípulos se animan unos a otros y se mantienen enfocados en su caminar con Dios. Este apoyo mutuo es esencial para perseverar en la fe y para vivir de manera que glorifique a Dios.

c. El Modelo de Jesús en el Discipulado

El Señor es el ejemplo perfecto de cómo llevar a cabo el discipulado. Pasó tiempo con sus discípulos, enseñándoles, corrigiéndoles y mostrándoles cómo vivir. Jesús no solo impartió conocimiento, sino que también modeló una vida de obediencia y servicio a Dios (Juan 13:15). Siguiendo su ejemplo, el discipulado cristiano debe involucrar tanto la enseñanza como la práctica.

Además, el Señor enseñó a sus discípulos a ser multiplicadores del discipulado. Les encargó que hicieran discípulos de todas las naciones, extendiendo así el mensaje del evangelio a todo el mundo (vers. 19). Este enfoque en la multiplicación asegura que el discipulado continúe de generación en generación.

II. Cómo Llevar a Cabo un Discipulado Efectivo

Para que el discipulado sea efectivo, debe ser intencional y estructurado. Involucra tanto la enseñanza de la Palabra de Dios como la formación de relaciones significativas. A continuación, se presentan algunos principios clave para llevar a cabo un discipulado cristiano efectivo.

a. Establecer Relaciones Significativas

El discipulado se basa en relaciones genuinas y significativas. Es importante invertir tiempo y esfuerzo en construir estas relaciones. Los discipuladores deben ser accesibles y estar dispuestos a compartir sus vidas con los discípulos. La autenticidad y la vulnerabilidad son cruciales para crear un ambiente de confianza y crecimiento.

Además, las relaciones de discipulado deben ser intencionales. No se trata solo de pasar tiempo juntos, sino de enfocarse en el crecimiento espiritual y en la aplicación de la Palabra de Dios en la vida diaria. Las conversaciones deben ser dirigidas y edificantes, apuntando siempre a la madurez en Cristo.

b. Enseñar la Palabra de Dios

La enseñanza de la Biblia es fundamental en el discipulado. Los discipuladores deben estar bien fundamentados en las Escrituras y ser capaces de enseñar sus verdades de manera clara y relevante. El estudio bíblico debe ser una parte central de cualquier relación de discipulado.

Además, es importante que los discípulos no solo escuchen la Palabra, sino que también la practiquen. Los discipuladores deben animar a los discípulos a aplicar lo que aprenden en su vida diaria (Santiago 1:22). Esta práctica asegura que el discipulado no sea solo teórico, sino también práctico y transformador.

c. Proveer Apoyo y Rendición de Cuentas

El discipulado también implica apoyo mutuo y rendición de cuentas. Los discipuladores deben estar disponibles para apoyar a los discípulos en sus luchas y desafíos. Esto puede incluir oración, consejo y ánimo constante. La rendición de cuentas es esencial para el crecimiento espiritual y para mantener el enfoque en el caminar con Dios.

Además, los discipuladores deben modelar una vida de rendición de cuentas. Deben ser transparentes acerca de sus propias luchas y estar dispuestos a recibir apoyo y corrección. Este ejemplo de humildad y vulnerabilidad fomenta un ambiente de crecimiento y confianza mutua.

III. La Importancia de Hacer Discípulos

Hacer discípulos es una de las tareas más importantes que Jesús nos dejó. A través del discipulado, el mensaje del evangelio se extiende y la iglesia crece. Es una responsabilidad y un privilegio para cada creyente participar en el discipulado cristiano.

a. Cumpliendo la Gran Comisión

Jesús nos encargó hacer discípulos de todas las naciones. La Gran Comisión es un mandato directo y claro para todos los cristianos. El discipulado es el medio principal para cumplir este mandato y para extender el Reino de Dios en la tierra.

Además, la Gran Comisión nos recuerda que el discipulado no tiene fronteras. Debemos estar dispuestos a discipular a personas de todas las culturas y contextos. Esta visión global del discipulado refleja el corazón de Dios por todas las naciones y su deseo de que todos lleguen al conocimiento de la verdad.

b. Multiplicando el Discipulado

El discipulado efectivo implica multiplicación. Los discípulos deben ser equipados para hacer otros discípulos, perpetuando así el ciclo de crecimiento espiritual. Esta multiplicación asegura que el mensaje del evangelio continúe impactando a nuevas generaciones.

Además, la multiplicación del discipulado fortalece la iglesia. Al formar nuevos discípulos, la iglesia se expande y se enriquece con nuevos talentos y dones. Esta expansión no solo crece en número, sino también en profundidad y madurez espiritual.

c. Transformando Vidas y Comunidades

El discipulado cristiano tiene el poder de transformar vidas y comunidades. A medida que los individuos crecen en su fe y aplican las enseñanzas de Jesús, sus vidas cambian radicalmente. Este cambio personal se extiende a sus familias, amigos y comunidades, creando un impacto positivo y duradero.

Además, el discipulado fomenta una cultura de servicio y amor en la iglesia. Los discípulos aprenden a poner en práctica los mandamientos de Jesús de amar a Dios y a los demás (Mateo 22:37-39). Esta práctica de amor y servicio fortalece las relaciones dentro de la iglesia y extiende el Reino de Dios en la comunidad.

Conclusión

El discipulado cristiano es fundamental para el crecimiento y la vitalidad de la iglesia. A través del discipulado, no solo cumplimos el mandato de Jesús en la Gran Comisión, sino que también fortalecemos nuestra fe y ayudamos a otros a crecer espiritualmente. Cada creyente tiene la responsabilidad y el privilegio de ser parte activa de este proceso, invirtiendo tiempo y esfuerzo en construir relaciones significativas, enseñar la Palabra de Dios y ofrecer apoyo mutuo.

Te animamos a involucrarte en el discipulado, ya sea buscando a alguien que te guíe en tu fe o ofreciendo tu tiempo y sabiduría para discipular a otros. Recuerda, el discipulado no se trata solo de conocimiento, sino de vivir y practicar las enseñanzas de Jesús en comunidad. Al hacerlo, contribuimos al crecimiento de la iglesia y al cumplimiento de la misión de Dios en la tierra.

Si aún no formas parte de un grupo de discipulado, te animamos a unirte a uno o a iniciar uno. Ora por dirección y busca oportunidades para discipular o ser discipulado. Comparte tu fe y ayuda a otros a crecer en su relación con Dios. Juntos, podemos cumplir la Gran Comisión y ver vidas transformadas para la gloria de Dios.

Oración

Padre Celestial, te damos gracias por el llamado a hacer discípulos. Ayúdanos a entender la importancia del discipulado cristiano y a tomar acción en nuestras vidas. Danos la sabiduría y el valor para construir relaciones significativas, enseñar tu Palabra y ofrecer apoyo a nuestros hermanos y hermanas en la fe. Que tu Espíritu Santo nos guíe y nos capacite para cumplir con esta gran misión. En el nombre de Jesús, amén.”

© Juan C. Planterio. Todos los derechos reservados.

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Juan C. Planterio
Autor
Juan C. Planterio
Siervo de Jesucristo y amante de la palabra de Dios. Me gusta compartir los mensajes que el Espíritu Santo me inspira a escribir.

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