El Rapto de la Iglesia

José R. Hernández

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El Rapto de la Iglesia

El rapto es una de las enseñanzas más emocionantes y transformadoras de los estudios bíblicos. ¿Sabías que Cristo vendrá por Su iglesia antes de un tiempo de gran tribulación? Este estudio revelador sobre el rapto te llevará a profundizar en las Escrituras, descubrirás la esperanza que trae esta doctrina y cómo afecta tu vida diaria. ¡Prepárate para ser inspirado y conocer lo que Dios tiene planeado para su pueblo!

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Estudio Bíblico de Hoy: El Rapto de la Iglesia

Introducción

El rapto de la iglesia es una enseñanza emocionante y llena de esperanza para todo cristiano. Esta doctrina nos dice que Cristo regresará para llevar a su iglesia —los creyentes que han puesto su fe en Él— antes de un periodo de juicio y tribulación en la tierra. Es una manifestación del amor y cuidado de Dios, y una esperanza tangible para quienes esperan en Cristo con anhelo.

Sin embargo, preguntémonos: ¿Qué significa realmente el rapto para nosotros hoy? A veces, esta enseñanza puede parecer lejana o difícil de comprender. Tal vez hayamos escuchado sobre el rapto en sermones, libros o conversaciones, pero ¿entendemos su verdadero propósito y la esperanza que brinda a nuestras vidas? La doctrina del rapto no es solo una creencia que se estudia; es una promesa de Dios que debe llenar de alegría, consuelo y expectativa el corazón de cada creyente.

La Biblia, a lo largo de sus páginas, nos recuerda que la venida de Cristo es inminente. Y eso debe movernos a vivir con urgencia espiritual y esperanza activa. Es como si un viajero supiera que su tren puede llegar en cualquier momento y, por lo tanto, permanece atento y listo para partir. Así debemos vivir nosotros: con nuestras vidas y corazones preparados, sabiendo que Cristo viene pronto.

Algunos consideran que la enseñanza del rapto es reciente. Sin embargo, las raíces de esta doctrina están claramente presentes en la Escritura. Por ejemplo, en 1 Tesalonicenses 4:16-17, se menciona que el Señor descenderá del cielo y llevará a los creyentes para encontrarse con Él. Es importante aclarar que el término “rapto” viene del latín “rapturo,” que significa “arrebatamiento” o “ser tomado de repente.” Aunque la palabra no aparece literalmente en la Biblia, el concepto está claramente presente.

A lo largo de este estudio, profundizaremos en lo que enseña la Biblia acerca del rapto, cómo ha sido entendido por la iglesia a lo largo del tiempo y cómo afecta nuestra vida diaria. No se trata de un tema para debatir; es una verdad que debe transformar nuestra manera de vivir. Es una enseñanza que nos impulsa a vivir con expectativa, esperanza y acción.

Reflexionemos Juntos: ¿Por qué es tan importante el rapto para nosotros hoy? ¿De qué manera su enseñanza puede afectar nuestra vida diaria y relación con Dios? Espero que, al finalizar este estudio, entendamos no solo el significado del rapto, sino también su poder transformador para llevarnos a vivir de manera santa y comprometida con la misión de Cristo.

Detalle Histórico del Rapto

¿Es el Rapto una Enseñanza Moderna o una Verdad Bíblica?

Existe cierta controversia sobre si el rapto es una enseñanza reciente o si tiene raíces profundas en la historia de la iglesia. Preguntémonos: ¿Cuándo surgió la idea del rapto y cómo ha sido entendida a lo largo del tiempo? Esta es una pregunta importante, ya que el contexto histórico nos ayuda a ver cómo la iglesia ha comprendido la esperanza de la venida de Cristo.

Muchos afirman que la doctrina del rapto surgió en los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, cuando miramos la historia del cristianismo, descubrimos que la idea de un “arrebatamiento” ha estado presente desde los primeros siglos. Es cierto que la palabra “rapto” no fue popularizada sino hasta tiempos recientes, pero el concepto de Cristo regresando para recoger a su iglesia está claramente en la Escritura, como se ve en pasajes como 1 Tesalonicenses 4:16-17 y 1 Corintios 15:51-52.

La Cuestión de la Ausencia del Término “Rapto” en la Biblia

Algunos argumentan que debido a que la palabra “rapto” no aparece en la Biblia, el evento tampoco es bíblico. Sin embargo, esta objeción pierde de vista una importante realidad lingüística. Aunque el término “rapto” no aparece en la Biblia en español o inglés, su concepto está claramente presente. La palabra “rapto” proviene del latín “rapturo,” que es una traducción de la palabra griega “harpazo,” la cual significa “ser arrebatado” o “tomado súbitamente.” Esta palabra griega aparece en pasajes clave como 1 Tesalonicenses 4:17: “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados (harpazo) juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire…”

El hecho de que la palabra “rapto” no esté en el texto bíblico no disminuye la enseñanza de un arrebatamiento de la iglesia. De la misma manera, términos como “Trinidad” o “encarnación” no aparecen literalmente en la Biblia, pero sus conceptos son enseñanzas fundamentales y bíblicamente sólidas. Así que, aunque el término específico “rapto” pueda ser una designación moderna, la enseñanza sobre el arrebatamiento es bíblicamente clara y fundamentada.

Padres de la Iglesia y Expectativa del Rapto

Desde los primeros años de la iglesia, encontramos menciones de un evento de “arrebatamiento.” Por ejemplo, Ireneo en el siglo II, un discípulo de Policarpo (quien a su vez fue discípulo del apóstol Juan), ya hablaba sobre una reunión con el Señor. Efraín el Sirio, en el siglo IV, también describió una reunión gloriosa con Cristo antes de un tiempo de tribulación en la tierra. Esto nos muestra que la expectativa de ser “arrebatados” no es una idea moderna, sino una verdad que ha traído consuelo y esperanza a los creyentes por siglos.

Es importante resaltar que el concepto de “rapto” fue entendido de diferentes maneras. Algunos padres de la iglesia lo veían como una metáfora de la reunión final con Cristo, mientras que otros lo interpretaban de manera más literal. Pero el punto en común siempre fue la creencia en el regreso de Jesús para estar con su pueblo.

La Reforma y el Desarrollo Posterior

Durante la Reforma Protestante, el reformador Martín Lutero enfatizó la importancia de la venida de Cristo. Aunque no utilizaba el término “rapto” como lo hacemos hoy, tenía una esperanza firme en el retorno inminente de Jesús para recoger a su pueblo. Este reformador inspiró a los creyentes a vivir con expectativa y santidad, sabiendo que Cristo podría regresar en cualquier momento.

Fue en el siglo XIX cuando esta enseñanza fue más detallada y sistematizada. John Nelson Darby, un teólogo británico, desarrolló la perspectiva “pretribulacional” del rapto. Según esta perspectiva, la iglesia sería arrebatada antes de un periodo de tribulación en la tierra. Este enfoque influyó fuertemente en el pensamiento de muchos teólogos y dio lugar a una interpretación más detallada sobre los eventos del fin de los tiempos. Desde entonces, la perspectiva pretribulacional ha sido adoptada ampliamente, especialmente entre los evangélicos, y ha traído consuelo al recordar la protección y cuidado de Dios hacia su iglesia.

La historia del rapto no solo nos muestra cómo se ha entendido esta doctrina, sino también cómo ha traído esperanza a los creyentes. A través de los siglos, la expectativa del rapto ha recordado a la iglesia que su verdadero hogar está en el cielo, y que Cristo vendrá a buscar a quienes esperan en Él con anhelo.

Preguntémonos Juntos: Si sabemos que el rapto ha sido una enseñanza que ha atravesado siglos de historia, ¿cómo podemos permitir que esta verdad histórica y bíblica nos llene de esperanza y nos motive a vivir con santidad y propósito?

I. La Naturaleza del Rapto

Un Evento Transformador y la Esperanza del Creyente

La Biblia presenta el rapto como un evento glorioso y transformador que llena de esperanza a todos los creyentes. No es simplemente un evento futuro sin importancia; es la culminación de la promesa de Dios de reunir a su pueblo con Él para siempre. Preguntémonos: ¿Cómo podemos entender el rapto de una manera que transforme nuestra vida diaria?

El apóstol Pablo describe el rapto en 1 Tesalonicenses 4:16-17, diciendo:

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”

Aquí, se nos muestra una imagen poderosa y emocionante del regreso de Cristo. Este evento marca el inicio de la eternidad para los creyentes, donde seremos resucitados y transformados para estar con Cristo por siempre. El rapto no es simplemente un concepto teológico; es una verdad que nos da esperanza, consuelo y una razón para vivir vidas santas y con propósito.

a. La Transformación Sobrenatural de los Creyentes

Uno de los aspectos más emocionantes del rapto es la transformación física y espiritual que experimentarán los creyentes. En 1 Corintios 15:51-52, Pablo describe este cambio de la siguiente manera:

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”

Pensemos en esto por un momento: la promesa de recibir cuerpos glorificados y sin corrupción es algo que trae consuelo, especialmente para aquellos que sufren enfermedades o limitaciones físicas. Esta esperanza nos recuerda que la vida eterna con Cristo no solo es espiritual, sino también física y completa. Nuestro sufrimiento actual será reemplazado por una transformación gloriosa que nos prepara para la eternidad.

El teólogo Charles Ryrie, un destacado estudioso de la teología sistemática y autor influyente en temas escatológicos, comenta: “The doctrine of the rapture reveals the glorious transformation that all believers will experience, leaving behind mortal bodies to receive glorified bodies prepared for eternity.” (Ryrie, “Basic Theology,” 1999)

Traducción al español: “La doctrina del rapto revela la gloriosa transformación que todos los creyentes experimentarán, dejando atrás los cuerpos mortales para recibir cuerpos glorificados preparados para la eternidad.”

b. La Protección de la Iglesia del Juicio Venidero

Otra verdad fundamental sobre el rapto es que protegerá a la iglesia de un tiempo de juicio sobre la tierra. Antes de que venga el periodo de tribulación, Dios apartará a su pueblo del sufrimiento y la ira que se desatarán sobre el mundo. Jesús hace esta promesa a la iglesia de Filadelfia en Apocalipsis 3:10:

“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran en la tierra.”

El término griego “tereo ek” (“guardar de”) sugiere una preservación fuera del periodo de prueba, lo que indica que la iglesia será llevada antes de la Gran Tribulación. Esto se ve reforzado por lo que Pablo menciona en 1 Tesalonicenses 1:10: “Y esperar de los cielos a su Hijo… que nos libra de la ira venidera.”

Por lo tanto, el rapto no solo transforma a los creyentes, sino que también cumple el propósito de proteger a la iglesia de la ira de Dios que se manifestará durante la tribulación. Tim LaHaye, el autor y defensor de la escatología pretribulacional, conocido por su trabajo en temas proféticos y su popular serie de ficción basada en el rapto, Left Behind, lo explica de esta manera: “The rapture is God’s way of protecting His church from the wrath to come, showing His love and faithfulness to those who believe.” (LaHaye, No Fear of the Storm, 1992)

Traducción al español: “El rapto es la manera en que Dios protege a su iglesia de la ira venidera, mostrando Su amor y fidelidad a quienes creen.”

c. La Unión de la Iglesia con Cristo: La Esperanza de la Novia

La Biblia compara la relación entre Cristo y la iglesia con la de un esposo y su novia, mostrando la profundidad del amor y compromiso de Jesús hacia su pueblo. En Efesios 5:25-27, Pablo explica cómo Cristo amó y se entregó por la iglesia, para presentársela “una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.”

El rapto es el momento culminante de esta metáfora nupcial. Así como un esposo viene a recoger a su novia, Cristo vendrá a buscar a su iglesia, llevándola a una reunión gloriosa con Él en el cielo. Apocalipsis 19:7-9 describe este evento como “las Bodas del Cordero,” una celebración celestial que marca la unión eterna entre Cristo y su pueblo.

El teólogo J. Dwight Pentecost, conocido por su amplia investigación en escatología y autor de obras influyentes sobre profecía bíblica, escribió: “The rapture is the beginning of the eternal union between Christ and His church, a glorious reunion that will mark the start of indescribable joy for believers.” (Pentecost, Things to Come, 1964)

Traducción al español: “El rapto es el inicio de la unión eterna entre Cristo y su iglesia, una reunión gloriosa que marcará el comienzo de un gozo indescriptible para los creyentes.”

II. Perspectivas y Debates sobre el Rapto

A lo largo de los siglos, ha habido diferentes perspectivas y debates sobre el rapto, especialmente en cuanto a su tiempo y relación con el periodo de tribulación. Pero es importante reconocer que también existen quienes cuestionan la enseñanza del rapto en sí misma. Algunos argumentan que no hay base bíblica para creer en un arrebatamiento de la iglesia, mientras que otros lo consideran simbólico o metafórico. Esto plantea una pregunta fundamental: ¿Es el rapto un evento real y literal que ocurrirá en el futuro?

a. Refutando la Incredulidad: El Fundamento Bíblico del Rapto

Es crucial recordar que la Biblia describe el rapto como un evento literal y futuro. Las Escrituras no presentan el rapto como una idea simbólica, sino como una promesa concreta de Dios. En 1 Tesalonicenses 4:16-17, Pablo claramente describe el regreso del Señor para recoger a su iglesia de una manera física y visible: “Porque el Señor mismo con voz de mando…descenderá del cielo.”

Este pasaje no deja lugar para interpretaciones simbólicas o figurativas; el lenguaje es explícito y directo. La enseñanza del rapto se refuerza con otros pasajes bíblicos, como 1 Corintios 15:51-52, donde Pablo habla de la transformación repentina de los creyentes “en un abrir y cerrar de ojos.” Esta transformación es física, ya que implica recibir cuerpos glorificados, y espiritual, completando el proceso de santificación en Cristo.

Preguntémonos: Si la Escritura nos habla de un evento tan detallado, con palabras claras sobre la venida de Cristo y la resurrección de los muertos, ¿cómo podríamos negarlo o verlo solo como una metáfora? La claridad de estos versículos refuerza la realidad del rapto como un evento que será experimentado por todos los creyentes.

El Testimonio de Jesucristo y la Esperanza de la Iglesia

Jesús mismo habló sobre la venida del Hijo del Hombre para recoger a su pueblo. En Juan 14:2-3, Jesús promete a sus discípulos: “Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” Aquí vemos la promesa de Cristo de venir por su iglesia y llevarla a estar con Él para siempre. Esta es la esencia del rapto: la reunión gloriosa de Cristo con su iglesia.

Si bien algunos pueden considerar que estos pasajes se refieren solo a la segunda venida de Cristo al final de los tiempos, es importante distinguir que el rapto y la segunda venida son eventos diferentes en el plan de Dios. El rapto se describe como una reunión repentina y secreta para recoger a la iglesia, mientras que la segunda venida es visible para el mundo entero, trayendo juicio y justicia (Mateo 24:30). La distinción entre ambos eventos es esencial para comprender el plan profético de Dios.

b. El Rapto Pretribulacional: Librando a la Iglesia Antes de la Tribulación

Una de las perspectivas más difundidas es la del rapto pretribulacional. Esta visión sostiene que el rapto ocurrirá antes de la Gran Tribulación, un periodo de juicio y sufrimiento que caerá sobre la tierra. La enseñanza pretribulacional argumenta que la iglesia será arrebatada por Cristo antes de que comience este tiempo de prueba, librándola así del juicio venidero.

1 Tesalonicenses 5:9 respalda esta posición al decir: “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.” Este versículo afirma que la iglesia no está destinada a experimentar la ira de Dios, sino a recibir su salvación. De este modo, el rapto pretribulacional resalta la protección y misericordia de Dios hacia su pueblo, ya que la iglesia es librada del tiempo de juicio.

Además, esta perspectiva destaca la doctrina de la inminencia: la creencia de que Cristo puede regresar en cualquier momento sin señales previas. Esta inminencia impulsa a los creyentes a vivir vidas santas y a estar siempre listos para el regreso del Señor.

El teólogo John F. Walvoord, uno de los principales expertos en escatología del siglo XX y autor de numerosos libros sobre profecía bíblica, comenta: “The pretribulational rapture provides the most consistent and comforting hope for the church, offering the assurance that believers will not endure the wrath of God during the tribulation period.” (Walvoord, The Rapture Question, 1979)

Traducción al español: “El rapto pretribulacional proporciona la esperanza más consistente y reconfortante para la iglesia, ofreciendo la seguridad de que los creyentes no pasarán por la ira de Dios durante el periodo de tribulación.”

c. Perspectivas Midtribulacional y Postribulacional

Otros puntos de vista incluyen el rapto midtribulacional y el rapto postribulacional. La posición midtribulacional sostiene que el rapto ocurrirá en la mitad de la tribulación, mientras que la perspectiva postribulacional afirma que la iglesia pasará por todo el periodo de tribulación y será arrebatada al final.

Los defensores del rapto midtribulacional argumentan que la primera mitad de la tribulación será un tiempo de paz y que el verdadero juicio comenzará en la segunda mitad. En este contexto, la iglesia sería arrebatada antes de que el juicio más severo se desate sobre la tierra. Un versículo citado para apoyar esta posición es Daniel 9:27, que habla de un “pacto” que se romperá a la mitad de la semana, señalando así un punto medio en la tribulación.

Por otro lado, la perspectiva postribulacional sostiene que la iglesia será arrebatada después de haber pasado por la tribulación completa. Los que sostienen esta postura creen que el rapto y la segunda venida de Cristo ocurren simultáneamente. Un versículo que citan es Mateo 24:29-31, donde Jesús describe su regreso “inmediatamente después de la tribulación.”

Sin embargo, estas dos perspectivas presentan desafíos bíblicos. La enseñanza midtribulacional y postribulacional parecen contradecir la promesa de Cristo de librar a la iglesia de la “hora de prueba” (Apocalipsis 3:10). Además, si el rapto ocurriera al final de la tribulación, no habría motivo para consolar a los creyentes con la esperanza de ser arrebatados antes de la ira venidera, como se menciona en 1 Tesalonicenses 4:18.

El filósofo y teólogo Norman Geisler, conocido por su trabajo en apologética cristiana y teología sistemática, señala: “While midtribulational and posttribulational positions seek to harmonize the rapture with the end times, they fail to provide the comfort and imminent expectation that the pretribulational view uniquely offers.” (Geisler, Systematic Theology, 2005)

Traducción al español: “Mientras que las posiciones midtribulacional y postribulacional buscan armonizar el rapto con los tiempos finales, no logran ofrecer el consuelo y la expectativa inminente que la perspectiva pretribulacional ofrece de manera única.”

III. El Propósito del Rapto

Consuelo, Preparación y Perseverancia en la Fe

El rapto no es solo una promesa futura de un evento sobrenatural; tiene un propósito claro y práctico para la vida diaria de los creyentes. No se trata simplemente de un evento del cual hablar, sino de una esperanza que transforma nuestra manera de vivir. Nos llama a encontrar consuelo en la esperanza del regreso de Cristo, a prepararnos espiritualmente para su venida y a perseverar en la fe con valentía. Veamos cómo estos propósitos se desarrollan en la Escritura y cómo pueden cambiar nuestra vida cotidiana.

a. Consuelo en la Promesa del Rapto

El rapto es una fuente de gran consuelo para los creyentes. La esperanza de que Cristo regresará para llevarnos a su presencia es motivo de alegría en medio de las pruebas y dificultades de la vida. ¿Cuántas veces hemos sentido que el peso de este mundo nos abruma? La promesa del rapto nos ayuda a levantar la mirada más allá de nuestras circunstancias, hacia un futuro glorioso con el Señor.

Pablo instruye a los tesalonicenses a encontrar consuelo en esta enseñanza:

“Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” (1 Tesalonicenses 4:18)

Este consuelo se refiere directamente al rapto mencionado en los versículos anteriores. Saber que Cristo regresará para recogernos, llevarnos a estar con Él y transformar nuestras vidas para siempre nos da paz. Nos recuerda que, aunque sufrimos y enfrentamos pruebas, nuestra esperanza no está en este mundo sino en la venida de nuestro Salvador. El rapto es la certeza de que Dios tiene un plan perfecto y que, pase lo que pase, estaremos seguros con Él para siempre.

El teólogo y profesor Wayne Grudem, conocido por su trabajo en teología sistemática, escribe: “The hope of Christ’s return to take believers to be with Him provides unparalleled comfort, especially in times of suffering and persecution. It reminds us that our ultimate home is with the Lord.” (Systematic Theology, 1994)

Traducción al español: “La esperanza del regreso de Cristo para llevar a los creyentes con Él proporciona un consuelo incomparable, especialmente en tiempos de sufrimiento y persecución. Nos recuerda que nuestro hogar final es con el Señor.”

Este pensamiento de Grudem nos invita a ver el rapto como un refugio de esperanza y consuelo, motivándonos a perseverar y mantener una perspectiva eterna, incluso en medio de los momentos más difíciles.

b. Preparación Espiritual y Santidad

La expectativa del rapto debe llevarnos a vivir vidas de santidad y devoción a Dios. Saber que Cristo puede regresar en cualquier momento debería impulsarnos a purificar nuestras vidas y vivir de manera que honre a nuestro Salvador. Es una invitación constante a examinar nuestro corazón y nuestras acciones, dejando el pecado y abrazando la voluntad de Dios.

1 Juan 3:2-3 nos llama a esta preparación:

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.”

Esta esperanza del rapto no es solo conocimiento intelectual; es una llamada a la acción, un llamado a purificarnos y vivir vidas que reflejen la pureza y santidad de Cristo. Al vivir con esta expectativa, demostramos que nuestra fe es viva y activa.

El pastor y maestro de la Biblia John MacArthur, conocido por su enfoque expositivo y teológico en la predicación, enfatiza la importancia de la preparación espiritual diciendo: “The reality of the rapture calls every believer to live in a state of readiness and purity, as we eagerly await our Lord’s return and strive to be found faithful.” (The Second Coming, 1999)

Traducción al español: “La realidad del rapto llama a cada creyente a vivir en un estado de preparación y pureza, mientras esperamos con ansias el regreso de nuestro Señor y nos esforzamos por ser hallados fieles.”

MacArthur nos recuerda que la preparación espiritual no es opcional, sino una respuesta directa a la promesa del rapto. Al vivir con la expectativa del regreso de Cristo, buscamos reflejar Su carácter y ser hallados fieles en todo lo que hacemos.

c. Perseverancia y Misión en Medio de las Pruebas

La certeza del rapto también nos impulsa a perseverar en la fe y a participar activamente en la misión de compartir el evangelio. Cuando entendemos que Cristo puede regresar en cualquier momento, nos sentimos motivados a vivir con propósito y a llevar el mensaje de salvación a los demás. Sabemos que el tiempo es corto y que cada oportunidad para compartir la verdad del evangelio es valiosa.

El apóstol Pedro nos exhorta a perseverar mientras esperamos el regreso de Cristo:

“El Señor no retarda su promesa… sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9)

La paciencia de Dios en el retraso de Su venida es una oportunidad para que más personas conozcan el evangelio. Esto nos da un sentido de urgencia para ser testigos activos de Cristo, compartiendo Su amor y gracia con el mundo. Vivir con la expectativa del rapto nos llama a no perder tiempo, a ser fieles en la misión de alcanzar a otros con el mensaje de salvación.

El evangelista Billy Graham, quien fue uno de los predicadores cristianos más influyentes del siglo XX, afirmó: “The imminent return of Christ should compel every believer to share the gospel with urgency, knowing that our time is short and that every person needs to hear the message of salvation.

Traducción al español: “El regreso inminente de Cristo debe impulsar a cada creyente a compartir el evangelio con urgencia, sabiendo que nuestro tiempo es corto y que cada persona necesita escuchar el mensaje de salvación.”

Las palabras de Graham nos desafían a compartir la esperanza de Cristo con valentía y amor, viviendo con pasión y dedicación hasta el día de Su regreso.

Aplicación

Viviendo con la Esperanza del Rapto

La doctrina del rapto no es simplemente un concepto teológico; tiene implicaciones directas y prácticas para la vida de cada creyente. Si realmente creemos que Cristo vendrá de nuevo, eso debe transformar la manera en que vivimos hoy. La esperanza del rapto nos llama a vivir con urgencia espiritual, a buscar una relación más profunda con Dios y a compartir activamente la esperanza del evangelio con el mundo. Reflexionemos sobre cómo esta enseñanza puede tener un impacto real en nuestras vidas diarias.

a. Buscar una Relación Profunda con Cristo

La certeza del rapto debe llevarnos a desarrollar una relación íntima y constante con el Señor. Si Cristo viene por su iglesia, es vital que cada creyente cultive una comunión diaria con Él a través de la oración, la lectura de la Palabra y la adoración. Este anhelo por Cristo no solo nos prepara espiritualmente para su venida, sino que nos transforma a su semejanza.

Jesús nos dice en Juan 15:4: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.”

El conocido autor cristiano y pastor, A. W. Tozer, destaca la importancia de una relación auténtica con Dios, diciendo: “We must never rest until everything inside us worships God.” (The Purpose of Man, 1961)

Traducción al español: “Nunca debemos descansar hasta que todo lo que hay dentro de nosotros adore a Dios.”

La reflexión de Tozer nos recuerda que nuestra meta diaria debe ser permanecer en Cristo y permitir que cada área de nuestra vida se rinda ante Él. Al hacer esto, estaremos listos para Su regreso, viviendo en constante comunión con nuestro Salvador.

Aplicación Práctica: ¿Cómo podemos fortalecer nuestra relación con Cristo hoy? Tal vez necesitemos ajustar nuestro tiempo de devoción, orar más, o encontrar maneras de adorarle en todo lo que hacemos. La expectativa del rapto nos motiva a buscar una relación más profunda y comprometida con Dios cada día.

b. Compartir la Esperanza del Evangelio

La expectativa del rapto también nos impulsa a compartir el mensaje del evangelio con valentía y amor. La urgencia de la venida de Cristo nos llama a ser testigos activos de su amor y salvación. Jesús dio la gran comisión a sus discípulos diciendo:

“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (Marcos 16:15)

Cada día es una nueva oportunidad para compartir con otros la esperanza que tenemos en Cristo y guiarlos a una relación con Él. Vivir con la expectativa del rapto nos impulsa a ser luz en medio de la oscuridad, testigos de la gracia y amor de Dios. Preguntémonos: ¿Estamos usando nuestro tiempo, recursos y talentos para hablar de Cristo a aquellos que nos rodean?

El famoso predicador Charles Spurgeon exhortó a los creyentes con esta apasionante llamada al evangelismo: “If sinners will be damned, at least let them leap to hell over our bodies. If they will perish, let them perish with our arms about their knees, imploring them to stay and not madly to destroy themselves. If hell must be filled, let not one go there unwarned and unprayed for.

Traducción al español: “Si los pecadores han de ser condenados, que al menos salten al infierno sobre nuestros cuerpos. Si van a perecer, que perezcan con nuestros brazos alrededor de sus rodillas, implorándoles que se queden y no se destruyan. Si el infierno ha de llenarse, que no sea con uno que vaya allí sin haber sido advertido ni por quien no se haya orado.”

Spurgeon nos desafía a ser compasivos y apasionados en nuestra misión de compartir el evangelio. La urgencia del rapto nos lleva a no perder tiempo, orando por los perdidos y compartiendo activamente la esperanza de salvación.

Aplicación Práctica: Consideremos a las personas en nuestro círculo de influencia que no conocen a Cristo. ¿Cómo podemos compartirles el mensaje del amor de Dios de una manera genuina y efectiva? Puede ser un amigo, un familiar o un compañero de trabajo. Pidámosle a Dios que nos dé oportunidades para ser Sus testigos y valientes para aprovecharlas.

c. Vivir con Santidad y Perseverancia

La enseñanza del rapto nos llama a vivir vidas de santidad, pureza y perseverancia. Como creyentes, debemos vivir de manera que refleje el carácter de Cristo, sabiendo que su regreso es inminente. La Biblia declara en 1 Juan 3:2-3:

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.”

La santidad no es algo que alcanzamos de una vez, sino un proceso continuo que refleja nuestra dedicación y crecimiento en Cristo. Cada día, somos llamados a parecernos más a Jesús, y esta preparación constante es lo que nos capacita para estar listos para el día de Su regreso.

La certeza del rapto debe inspirarnos a vivir vidas que agraden a Dios en todas nuestras decisiones y acciones. Esto no significa que vivamos con miedo, sino con reverencia, reconociendo que nuestra vida debe ser un reflejo de la pureza de Cristo.

El teólogo y pastor John MacArthur, conocido por su enfoque expositivo y su dedicación a la enseñanza bíblica, nos desafía a mantenernos enfocados en la santidad: “The hope of the rapture is not an excuse for carelessness; rather, it is a call to holiness, to be found ready when our Lord returns.” (The Second Coming, 1999)

Traducción al español: “La esperanza del rapto no es una excusa para la negligencia; más bien, es un llamado a la santidad, a ser hallados listos cuando nuestro Señor regrese.”

Las palabras de MacArthur nos recuerdan que vivir con la expectativa del rapto no debe llevarnos a la complacencia, sino a un compromiso profundo con la santidad y la pureza. Cada día es una oportunidad para crecer en nuestra fe y parecernos más a Cristo.

Aplicación Práctica: Examinemos nuestra vida y consideremos áreas en las que necesitamos crecer en santidad. Esto puede incluir el perdonar a otros, dejar hábitos que no agradan a Dios, o comprometerse con mayor dedicación a la oración y lectura bíblica. Vivamos con la expectativa de ser hallados fieles y listos para la venida de Cristo.

Conclusión

La Esperanza del Rapto y Nuestra Vida Hoy

El rapto de la iglesia es una verdad gloriosa y esperanzadora que afecta no solo nuestra comprensión de los eventos futuros, sino también nuestra forma de vivir hoy. La promesa de que Cristo regresará para recoger a su iglesia nos llena de consuelo, nos motiva a vivir con santidad, y nos llama a compartir el evangelio con urgencia. Es más que una simple doctrina; es una realidad que debe transformar nuestra vida diaria.

El autor de Hebreos 10:37 nos recuerda esta esperanza al decir:

“Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.”

Esta expectativa del regreso de Cristo es segura, y como creyentes, nuestra responsabilidad es estar preparados, vigilantes y firmes en nuestra fe. Pero más allá de solo conocer esta verdad, debemos preguntarnos: ¿Estamos viviendo con la urgencia y el propósito que la enseñanza del rapto nos da? ¿Nuestra conducta y decisiones reflejan un anhelo sincero de ver a Cristo y estar con Él para siempre?

La esperanza del rapto también nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios. Nos lleva a evaluar si realmente estamos viviendo una vida que honra a Cristo, una vida de santidad, servicio y misión. Preguntémonos: Si el rapto ocurriera hoy, ¿estaríamos listos para encontrarnos con el Señor? ¿Podríamos decir que hemos vivido fielmente para Él y Su propósito?

El pastor y autor David Jeremiah, conocido por sus enseñanzas sobre profecía bíblica, nos exhorta a vivir con preparación y esperanza: “The rapture is not just a future event; it is a present motivation to live for Christ, to share His love, and to prepare our hearts for the moment we will see Him face to face.” (The Rapture: In the Twinkling of an Eye, 2001)

Traducción al español: “El rapto no es solo un evento futuro; es una motivación presente para vivir para Cristo, compartir su amor y preparar nuestros corazones para el momento en que lo veremos cara a cara.”

Estas palabras de Jeremiah nos llaman a vivir con una perspectiva eterna, manteniendo nuestra mirada en Cristo y en su inminente regreso. No solo debemos esperar Su venida, sino prepararnos para ella, asegurándonos de que nuestra vida está alineada con Su voluntad y propósito.

Llamado Final a la Reflexión y Acción

La doctrina del rapto no debe dejarnos indiferentes. Nos llama a vivir con propósito y con una expectativa viva del regreso de nuestro Salvador. Nos invita a ser vigilantes, a mantenernos firmes en nuestra fe y a ser diligentes en compartir el mensaje del evangelio con el mundo que nos rodea. Cada día es una oportunidad para acercarnos más a Dios y ser testigos fieles de Su gracia y amor.

Así como una novia espera con ansias el regreso de su esposo, así debemos anhelar el regreso de Cristo, viviendo cada día como si fuera el día en que Él vendrá a buscarnos. Vivamos de tal manera que, cuando Cristo venga, seamos hallados fieles y listos para encontrarnos con Él.

Aplicación Final

Reflexionemos profundamente sobre nuestro caminar con Cristo. ¿Estamos viviendo con la expectativa de Su regreso? ¿Nuestras acciones, palabras y decisiones reflejan la esperanza del rapto? Si sentimos que necesitamos hacer ajustes, este es el momento para hacerlo. Oremos para que Dios nos dé la sabiduría, el valor y la dedicación para vivir de una manera que glorifique Su nombre y esté lista para el momento en que seremos arrebatados para estar con Él para siempre.

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Predicas Biblicas .. Estudios Bíblicos

José R. Hernández
Autor
José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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