Predicas Cristianas
Prédica de Hoy: La Iglesia de Filadelfia
Lectura Bíblica: Apocalipsis 3:7-13
Tema: Un Modelo de Fe y Perseverancia en los Últimos Tiempos
Introducción
Hermanos y hermanas, vivimos en un mundo lleno de incertidumbres y desafíos. La pandemia global, los desastres naturales, y las crecientes tensiones sociales y políticas son recordatorios constantes de que estamos en tiempos críticos. En medio de todo esto, nos encontramos buscando respuestas, consuelo, y dirección en la Palabra de Dios. ¿Cómo podemos vivir con esperanza y perseverancia en medio de tanta adversidad? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestra fe nos guiará hacia la protección y la gracia de Dios en estos últimos tiempos?
En el libro de Apocalipsis, se nos presenta un ejemplo poderoso en la iglesia de Filadelfia. Esta iglesia es descrita como fiel, perseverante, y llena de amor por la verdad. Es una iglesia que será guardada de la hora de la prueba que vendrá sobre el mundo entero. Hoy, exploraremos las características de esta iglesia y cómo podemos aplicar esos mismos principios en nuestras vidas. Este es un llamado no solo a la reflexión, sino a la acción. Es un llamado a asegurarnos de que estamos viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios para que podamos estar preparados para lo que ha de venir.
I. La Primera Característica: Fidelidad a la Palabra de Dios
Una de las primeras características que vemos en la iglesia de Filadelfia es su fidelidad inquebrantable a la Palabra de Dios. En el vers. 10, vemos que el Señor dice: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.” Este versículo nos muestra que la fidelidad a la palabra de Dios es esencial para nuestra protección y salvación.
a. La Importancia de Guardar la Palabra en Tiempos Difíciles
En los tiempos en que vivimos, la fidelidad a la palabra de Dios es más relevante que nunca. Con la desinformación y las ideologías que se oponen a los valores cristianos proliferando a nuestro alrededor, es fácil perder de vista lo que es verdaderamente importante. Sin embargo, tal como el salmista declaró: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105). La palabra de Dios es nuestra guía en estos tiempos oscuros, y debemos aferrarnos a ella con todo nuestro ser.
Pensemos en la pandemia que ha sacudido al mundo en los últimos años. En medio de la crisis, muchos han experimentado miedo, incertidumbre, y desesperación. Sin embargo, aquellos que han guardado la palabra de Dios han encontrado consuelo y dirección. Las promesas de Dios nos han recordado que Él está en control, que no estamos solos, y que debemos confiar en Su plan. ¿Cómo podemos, entonces, ignorar la importancia de mantenernos fieles a Su palabra?
b. Ejemplos Bíblicos de Fidelidad en Medio de la Adversidad
La Biblia está llena de ejemplos de hombres y mujeres que permanecieron fieles a la palabra de Dios incluso en las circunstancias más difíciles. Recordemos a Daniel, quien continuó orando a Dios a pesar de la prohibición impuesta por el rey (Daniel 6:10). Su fidelidad no pasó desapercibida, y Dios lo libró del foso de los leones, mostrándonos que, cuando somos fieles a la palabra de Dios, Él es fiel para protegernos y librarnos.
De la misma manera, pensemos en la vida de José. A pesar de ser vendido como esclavo por sus propios hermanos y enfrentarse a numerosas pruebas, José mantuvo su fe y su fidelidad a Dios. Como resultado, Dios lo elevó a una posición de gran autoridad en Egipto, usándolo para salvar a muchas vidas durante una hambruna (Génesis 41). Estos ejemplos nos enseñan que, sin importar cuán difíciles sean las circunstancias, nuestra fidelidad a la palabra de Dios será recompensada.
c. Reflexión y Transición a la Segunda Característica
Nosotros, como iglesia, debemos preguntarnos: ¿Estamos guardando la palabra de Dios con la misma fidelidad que lo hicieron Daniel y José? ¿Estamos permitiendo que la palabra de Dios guíe nuestras decisiones y acciones en estos tiempos difíciles? Si deseamos ser parte de la iglesia de Filadelfia, debemos aferrarnos a la palabra de Dios con todo nuestro corazón.
Ahora que hemos reflexionado sobre la importancia de guardar la palabra de Dios, debemos considerar cómo estamos escuchando y respondiendo a lo que el Espíritu Santo nos está diciendo hoy. Esto nos lleva a la segunda característica de la iglesia de Filadelfia.
II. La Segunda Característica: Escuchar lo que el Espíritu Dice a las Iglesias
Otra característica fundamental de la iglesia de Filadelfia es su disposición a escuchar y obedecer lo que el Espíritu dice a las iglesias. En el vers. 13, vemos que el Señor dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Esta es un llamado a estar atentos y receptivos a la dirección de Dios en nuestras vidas.
a. Discernimiento Espiritual en un Mundo Ruidoso
La realidad es que vivimos en un mundo lleno de ruido, donde las voces de los medios de comunicación, las redes sociales, y las ideologías humanas pueden ahogar la voz de Dios. Sin embargo, como creyentes, estamos llamados a discernir la voz del Espíritu Santo en medio de todo este ruido. El Señor mismo nos dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27). Esto significa que debemos estar en sintonía con Dios, dispuestos a escuchar Su voz y seguir Su guía.
Un ejemplo actual de la necesidad de discernimiento espiritual lo vemos en la crisis de desinformación que enfrentamos en el mundo digital. Con la facilidad de acceso a la información, también viene la facilidad de ser engañados por falsas enseñanzas y doctrinas. Es vital que, como creyentes, comparemos todo lo que escuchamos con la verdad de la Escritura y busquemos la guía del Espíritu Santo para discernir lo que es correcto.
b. Obediencia a la Guía del Espíritu en Nuestras Decisiones
No solo debemos escuchar la voz del Espíritu, sino también obedecer Su guía. La obediencia es un tema central en la Biblia y un aspecto crucial de nuestra relación con Dios. El Señor nos enseñó que el Espíritu Santo nos guiará a toda verdad y nos recordará todo lo que Él nos ha enseñado (Juan 14:26). Esto significa que el Espíritu no solo nos guía, sino que también nos capacita para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
Tomemos, por ejemplo, las decisiones difíciles que muchos de nosotros hemos tenido que tomar durante la pandemia. ¿Deberíamos seguir trabajando en condiciones inseguras? ¿Cómo debemos manejar las relaciones con seres queridos que tienen diferentes puntos de vista sobre la vacunación? Estas decisiones requieren sabiduría, y la sabiduría viene de escuchar y obedecer la guía del Espíritu Santo. Cuando nos sometemos a la dirección de Dios, podemos estar seguros de que estamos tomando las decisiones correctas, incluso cuando el camino es difícil.
c. Reflexión y Transición a la Tercera Característica
Nosotros, como iglesia, debemos preguntarnos: ¿Estamos escuchando lo que el Espíritu dice a las iglesias en este tiempo? ¿Estamos obedeciendo Su dirección en nuestras vidas diarias? Si deseamos ser parte de la iglesia de Filadelfia, debemos ser sensibles a la voz del Espíritu y estar dispuestos a seguir Su guía, sin importar el costo.
Ahora que hemos reflexionado sobre la importancia de escuchar y obedecer la voz del Espíritu, consideremos la tercera característica de la iglesia de Filadelfia: la perseverancia y la victoria en la fe.
III. La Tercera Característica: Perseverancia y Victoria en la Fe
La tercera característica de la iglesia de Filadelfia es su capacidad para perseverar en la fe y lograr la victoria sobre las pruebas. En el vers. 12, se nos promete: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén.” Este versículo nos recuerda que aquellos que perseveran hasta el final serán honrados en la presencia de Dios.
a. Perseverancia en Medio de las Pruebas Actuales
La perseverancia es un tema central en la vida cristiana, y es especialmente relevante en los tiempos que estamos viviendo. Las pruebas y las dificultades son inevitables, pero la clave está en cómo respondemos a ellas. Santiago 1:12 nos anima diciendo: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” La perseverancia es la cualidad que nos permite mantenernos firmes en nuestra fe, incluso cuando las circunstancias se tornan adversas.
Pensemos en los tiempos recientes, cuando la pandemia nos obligó a replantearnos muchas cosas en nuestras vidas: trabajos perdidos, aislamiento social, la pérdida de seres queridos. Muchos se vieron tentados a abandonar su fe, a cuestionar la bondad de Dios. Sin embargo, aquellos que perseveraron, que mantuvieron su confianza en Dios a pesar de las circunstancias, encontraron nuevas fuerzas y renovadas esperanzas. Estos tiempos de prueba nos han mostrado la importancia de la perseverancia. La perseverancia no significa simplemente resistir; significa mantener nuestra fe activa, seguir confiando en Dios y continuar buscando Su voluntad.
El apóstol Pablo, que enfrentó innumerables pruebas, nos da un ejemplo de cómo la perseverancia en la fe produce carácter y esperanza. En Romanos 5:3-4, dice: “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza.” Esta esperanza no nos defrauda porque está basada en el amor de Dios derramado en nuestros corazones.
b. La Promesa de la Victoria en Cristo
La promesa de Dios a aquellos que perseveran es clara: serán vencedores y recibirán su recompensa en el cielo. Ser un vencedor en la fe significa haber superado no solo las pruebas externas, sino también las luchas internas que todos enfrentamos: dudas, temores, y tentaciones. En 1 Juan 5:4-5, leemos: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?“
La victoria en Cristo no es solo una victoria futura, sino una realidad presente que podemos experimentar cuando vivimos en Su poder y gracia. Esta victoria nos permite enfrentar cada día con la confianza de que, aunque el mundo esté lleno de desafíos, en Cristo ya hemos vencido. Esto nos da la paz y la fuerza para perseverar, sabiendo que nuestra lucha no es en vano.
Pensemos en las victorias pequeñas y grandes que hemos visto en nuestras vidas. Puede ser algo tan sencillo como superar una tentación diaria o tan significativo como vencer un desafío mayor, como la enfermedad o la pérdida. Cada victoria, no importa cuán grande o pequeña, es un recordatorio de que Dios está con nosotros y que, en Él, somos más que vencedores (Romanos 8:37).
Aplicación
Nosotros, como iglesia, debemos preguntarnos: ¿Estamos perseverando en nuestra fe, incluso cuando las pruebas nos rodean? ¿Estamos buscando la victoria en Cristo, confiando en Su poder para superar los desafíos que enfrentamos? Si deseamos ser parte de la iglesia de Filadelfia, debemos ser perseverantes en nuestra fe y buscar la victoria que solo se encuentra en Cristo Jesús.
Conclusión
Hermanos y hermanas, mientras reflexionamos sobre las características de la iglesia de Filadelfia, debemos considerar cómo estas mismas cualidades pueden ser parte de nuestras vidas hoy. Vivimos en tiempos difíciles, tiempos que prueban nuestra fe y nuestra fidelidad a Dios. Pero es precisamente en estos tiempos que somos llamados a ser como la iglesia de Filadelfia: fieles a la palabra de Dios, atentos a la voz del Espíritu, y perseverantes en nuestra fe.
En un mundo donde la verdad es cada vez más relativizada, donde las voces del mundo buscan desviarnos del camino de Dios, debemos ser como las ovejas que conocen y siguen la voz de su Pastor. Debemos aferrarnos a la palabra de Dios, la cual es nuestra luz y nuestra guía. Debemos estar dispuestos a escuchar lo que el Espíritu Santo nos está diciendo hoy, incluso si eso significa cambiar nuestra forma de pensar o actuar. Y, sobre todo, debemos perseverar, sabiendo que nuestra fe en Cristo nos llevará a la victoria.
No es fácil vivir como parte de la iglesia de Filadelfia, pero las promesas de Dios para aquellos que perseveran son grandes. Seremos columnas en el templo de Dios, nunca más saldremos de Su presencia, y Él escribirá Su nombre sobre nosotros. Estas promesas nos recuerdan que nuestra lucha no es en vano, que cada acto de fidelidad, cada oración, cada momento de perseverancia es visto y recompensado por Dios.
Entonces, ¿qué decisión tomaremos hoy? ¿Nos comprometeremos a ser parte de la iglesia de Filadelfia, a vivir con fidelidad, a escuchar la voz del Espíritu, y a perseverar en nuestra fe? El tiempo es corto, y el regreso del Señor se acerca. No esperemos más para hacer los cambios necesarios en nuestras vidas. Ahora es el momento de actuar, de vivir plenamente para Dios, de ser la iglesia que Él ha llamado a ser.
Es mi oración que Dios nos dé la sabiduría, la fuerza y la gracia para vivir de acuerdo con Su voluntad y para ser hallados dignos de Su reino. ¡Amén!
© Marco A. Hernández. Todos los derechos reservados.