La Desobediencia

José R. Hernández

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Las Consecuencias de la Desobediencia

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: Las Consecuencias de la Desobediencia

Lectura Bíblica Principal: Deuteronomio 28:15-19

Introducción

Queridos hermanos y hermanas, hoy estamos aquí para reflexionar sobre algo que afecta cada aspecto de nuestras vidas: la obediencia a Dios. Todos sabemos que Dios nos llama a caminar en Su verdad, pero ¿qué sucede cuando no lo hacemos?

¿Qué ocurre cuando, a sabiendas, escogemos nuestro propio camino en lugar de seguir la voluntad de Dios? Las Escrituras son claras: la desobediencia tiene consecuencias. Pero, ¿qué significa eso para nosotros hoy?

Leamos juntos Deuteronomio 28:15-19:

Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. Maldita tu canasta y tu artesa de amasar. Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.

Este pasaje puede sonar duro. Nos habla de maldiciones que vendrán sobre nosotros si no escuchamos la voz de Dios. Pero, ¿qué tiene que ver esto con nuestras vidas hoy?

Al igual que el pueblo de Israel, nosotros también enfrentamos las consecuencias de nuestras decisiones. Y hoy, Dios nos está llamando a examinar nuestras vidas y preguntarnos: ¿Estamos viviendo en obediencia a Su Palabra, o estamos tomando el control de nuestras propias vidas?

Contexto Histórico

Para entender este pasaje, necesitamos recordar el contexto histórico. Moisés estaba hablando al pueblo de Israel antes de que entraran en la Tierra Prometida. Dios les estaba dando instrucciones claras. Si obedecían, serían bendecidos. Pero si desobedecían, si decidían apartarse de los caminos de Dios, sufrirían las consecuencias.

El mensaje era sencillo, pero profundo: la obediencia trae bendición, la desobediencia trae maldición. Esto no ha cambiado. Hoy, nosotros también enfrentamos este mismo dilema. ¿Estamos obedeciendo a Dios o estamos caminando en nuestra propia voluntad?

Hermanos, Dios no cambia. Su llamado a la obediencia sigue siendo el mismo. Pero hoy, vivimos en un mundo que constantemente nos invita a desobedecer. Nos dice que podemos hacer lo que queramos, cuando queramos, y que las consecuencias no importan. Pero, ¿es eso verdad? ¿Realmente creemos que nuestras decisiones no tienen consecuencias?

I. ¿Qué es la Desobediencia?

Antes de hablar sobre las consecuencias de la desobediencia, debemos hacernos una pregunta sencilla: ¿Qué es la desobediencia?

a. La desobediencia es conocer la voluntad de Dios y no hacerla

Desobedecer es saber lo que Dios nos pide y no hacerlo. Todos aquí sabemos lo que Dios quiere de nosotros. Él ha sido claro en Su Palabra. Fijense bien como nos dice el Señor en Juan 14:15 Él nos dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Pero la pregunta ahora es, ¿lo estamos haciendo?

Todos sabemos que Dios nos llama a vivir en santidad, a amar a nuestro prójimo, a ser justos en nuestras acciones, y a ponerlo primero en nuestras vidas. Pero, ¿Estamos haciendo eso, o estamos eligiendo lo que es más fácil o cómodo? La realidad es que si sabemos lo que Dios espera de nosotros pero decidimos no hacerlo, estamos caminando en desobediencia.

b. ¿Por qué desobedecemos?

¿Por qué desobedecemos? A veces, nos engañamos pensando que nuestras pequeñas desobediencias no son importantes. Tal vez es el orgullo, tal vez es la falta de tiempo, o tal vez es la comodidad. Pero no importa cuál sea la razón, todas las desobediencias tienen consecuencias.

¿Cuántas veces hemos justificado nuestras acciones pensando: “No es para tanto” o “Dios entenderá”? Pero, hermanos y hermanas, si conocemos la verdad y no la seguimos, eso es desobediencia. Y la desobediencia siempre nos aleja de Dios.

c. ¿Qué sucede cuando desobedecemos?

La Biblia es clara sobre lo que sucede cuando desobedecemos. En Deuteronomio 28, Dios nos advierte que las maldiciones alcanzarán a aquellos que no escuchan Su voz. No se trata de castigos arbitrarios. Es el resultado natural de apartarnos de la protección y la bendición de Dios.

¿Alguna vez te has sentido lejos de Dios, como si Su presencia estuviera ausente? Tal vez hemos caído en decisiones que nos han llevado por el camino equivocado. El resultado de la desobediencia es que nos alejamos de la paz y la protección que solo Dios puede dar.

II. Las Consecuencias de la Desobediencia

La desobediencia tiene consecuencias. Esto es algo que vemos a lo largo de toda la Biblia y en nuestras propias vidas. La desobediencia no es solo un acto aislado; es un camino que nos aleja de la bendición de Dios.

a. Consecuencias Espirituales

La consecuencia más devastadora de la desobediencia es que nos aleja de Dios. Cuando no seguimos los mandamientos de Dios, creamos una barrera entre nosotros y Él. Isaías 59:2 nos dice: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios.”

¿Alguna vez te has sentido espiritualmente vacío? ¿Te has preguntado por qué parece que Dios está lejos? Muchas veces, esa distancia espiritual es el resultado de la desobediencia. Dios no se ha ido, somos nosotros los que nos hemos apartado.

b. Consecuencias Físicas y Emocionales

La desobediencia también tiene consecuencias físicas y emocionales. En los versículos que hemos leído hoy, vemos cómo la desobediencia afectaba el bienestar físico del pueblo. Hoy, nuestras malas decisiones también pueden afectarnos de muchas maneras.

Tal vez no estemos lidiando con las maldiciones de los cultivos, pero ¿cuántas veces nuestras decisiones equivocadas nos han traído problemas financieros, problemas familiares, o incluso problemas de salud?

El estrés, el remordimiento, la confusión, todo esto puede ser el resultado de caminar lejos de la voluntad de Dios. ¿No hemos experimentado alguna vez la carga del pecado en nuestra propia vida?

c. Consecuencias en las Relaciones

No solo nuestras vidas son afectadas, también las vidas de quienes nos rodean. Cuando desobedecemos a Dios, nuestras relaciones sufren. El pecado nos separa de los demás y crea divisiones en nuestras familias y comunidades.

¿Cuántas veces nuestras malas decisiones han causado dolor a las personas que amamos? Dios nos llama a vivir en paz con los demás, pero cuando elegimos nuestro propio camino en lugar del de Dios, traemos caos y sufrimiento a nuestras relaciones.

III. El Camino a la Restauración

A pesar de las consecuencias, hay algo maravilloso que nunca debemos olvidar: Dios siempre nos ofrece un camino de regreso.

a. El arrepentimiento abre la Puerta

1 Juan 1:9 nos dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Hermanos, el arrepentimiento es clave. Cuando reconocemos nuestra desobediencia y venimos a Dios con un corazón arrepentido, Él nos perdona y nos restaura.

¿Estamos dispuestos a humillarnos ante Dios y pedirle que nos perdone? ¿Estamos listos para dar ese primer paso hacia la restauración?

b. Volver a los caminos de Dios

Dios no solo nos perdona, nos guía de regreso a Sus caminos. Él está listo para restaurarnos y ayudarnos a caminar nuevamente en obediencia. En Deuteronomio 30:2, Dios promete: “Y te volverás a Jehová tu Dios, y obedecerás a su voz… y entonces Jehová hará volver a tus cautivos.” Dios nos ofrece un nuevo comienzo, pero depende de nosotros tomar esa decisión de volver a Él.

c. La bendición de la obediencia

Cuando volvemos a caminar en obediencia, Dios nos bendice abundantemente. En Deuteronomio 28:1-2, Dios promete: “Si oyeres la voz de Jehová tu Dios… vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán.” La obediencia trae paz, trae gozo, y trae la bendición de vivir bajo la dirección de Dios.

Aplicación para la Vida de Hoy

En nuestras vidas cotidianas, debemos preguntarnos: ¿Estamos caminando en obediencia o hemos dejado que la desobediencia nos aleje de Dios? Hoy es el día de reflexionar y tomar una decisión.

Escuchemos la voz de Dios: Dios nos habla a través de Su Palabra. ¿Estamos dedicando tiempo a escucharle cada día?

Reflexionemos sobre nuestras decisiones: Preguntémonos honestamente, ¿Estoy tomando decisiones que reflejan la voluntad de Dios o estoy siguiendo mi propia voluntad?

Arrepintámonos y volvamos a Dios: Si hemos caído en desobediencia, hoy es el día para arrepentirnos y volver a los brazos de Dios. Él está siempre dispuesto a perdonarnos.

Para concluir

Hermanos, la desobediencia trae consecuencias. Pero nunca es demasiado tarde para regresar a Dios. Hoy es el día para elegir la obediencia. Hoy es el día para decirle a Dios: “Señor, te he fallado, pero quiero volver a caminar en Tu voluntad.”

Dios nos ofrece un camino de restauración. Él nos llama a vivir en Su paz y Su bendición. ¿Responderemos hoy a Su llamado?

¿Nos uniremos todos en este compromiso de obediencia?

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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José R. Hernández
Autor
José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

1 comentario en «La Desobediencia»

  1. Amén pastor José que predica tan poderosa y inspirada nos llegó hasta adentro del corazón que gozo hay en el pueblo acá donde nos congregamos con esta predica tan inspirada. Aleluya siga así es un gran hombre de Dios sus predicas dirigen dos iglesias donde vivo siga así

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