Mensajes Cristianos
Prédica de hoy: El maestro y El joven rico
Texto bíblico principal: “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿Qué haré para heredar la vida eterna?18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. 19los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. 20 él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21 entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 22 pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones”. Marcos 10:17-22
Introducción
Las páginas de la Biblia están llenas de imágenes de hombres. Muchas veces nos dirigimos a la Biblia y de manera sorprendente nos encontrarnos con hombres que son tan similares a los hombres de este tiempo, y nos preguntamos si cada tiempo se repite a tal vez no hay cambios tan fuertes y significativos. Esto es lo que deberíamos esperar, no obstante, porque la naturaleza humana no cambia.
Recordemos que, en el libro de los Romanos, el apóstol Pablo nos enseña que hay una lucha entre el espíritu y la carne. Que el espíritu quiere buscar de Dios, pero la carne no, y muchas veces hace lo que la carne y sus deleites quiere, llevando al ser humano a ser débil y dominado por la carne. Es ahí donde podemos evidencia que en el hombre hay muchas debilidades.
En este pasaje encontramos un hombre que cumple con varias cosas que él Señor Jesús le nombra. Pero de tantas le falto una. Los invito a que examinemos lo mas profundo del corazón, y que estamos dispuestos a dejar por seguirlo a Él. Recuerde que debe ser algo que cueste y no algo que sea fácil e insignificante.
I. Descripción del joven del pasaje bíblico
Era joven, era moral, era religioso, y demostraba una cierta promesa. Conocía al señor por la palabra, confiaba en Dios en algunos aspectos, algunas áreas de su vida las manejaba Dios. Pero había un área en especial que esta sin luz, y era que su mirada estaba en los bienes materiales. No dejaba que sus ojos y su corazón estuvieran cien porcientos con Cristo para dejarlo todo.
II. Joven – Examina su problema
Este joven confiaba en las cosas equivocadas: dinero, y moralidad. Creía que era suficiente porque pensaba que había realizado actos buenos y agradables a los ojos de Dios. Estaba seguro que tenía certeza en lo que hacía, pero nunca hay verdadera certeza.
Era un buscador honrado, tenía sus ojos en las cosas terrenales, no tenía fe en el Señor. Amaba su dinero más que las cosas eternas. Aunque pregunto por las cosas eternas, se apartó de ellas cuando se hizo evidente que le costaría algo. Cristo puso esta condición para demostrar cuán imperfecta era su profesa de fe y su interés para con sus semejantes.