Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Amor y obediencia a Dios
Predica Cristiana Texto Bíblico: Hechos 22:3-21
Introducción
Al decidir que nuestras vidas sean guiadas por el Señor, sabemos que por amor a Él lo obedecemos. Somos conscientes de que Él lo sabe todo, desde antes que naciéramos. Fuimos escogidos para ser sus hijos y siervos que llevemos la palabra que da vida a tu prójimo.
Al leer la palabra de Dios, vemos como con su infinito amor convierte, transforma, personas ciegas a su poder, verdad y promesa.
Una de ellas fue Saulo un ciudadano Romano que nació en tarso, quien era celoso de Dios y escéptico a creer que Jesús era su hijo, pero la dureza de su corazón y leyes judías no lo dejaban ver más allá de su propio criterio, llegando a perseguir, torturar y llevar a la cárcel a quienes creían en Jesús.
La obediencia a Dios – Desarrollo (Hechos 9)
Saulo un día en camino a Damasco ve una intensa luz del cielo y dice ¿por qué me persigues?”. Saulo le preguntó: “¿Quién eres?”. La voz le respondió: “Soy Jesús de Nazaret. Ve a Damasco, y allí te dirán lo que tienes que hacer”. En ese momento, Saulo quedó ciego.
En Damasco había un hombre devoto llamado Ananías. Jesús le dijo en una visión: “Ve a la casa de Judas y busca a Saulo”. Ananías respondió: “Señor, he oído muchas cosas sobre este hombre. Él está metiendo a tus discípulos en prisión”. Pero Jesús le dijo: “Ve adonde él, porque he elegido a Saulo para que predique las buenas noticias de Dios en muchas naciones”.
La obediencia de Ananías
Ananías se encontró con Saulo y fue el Señor en su infinita misericordia quien le abrió los ojos espirituales y no fue salvo por obras sino por su amor. Saulo conocido como el apóstol Pablo se convirtió en un digno hijo escogido por Dios, evangelizo a varias naciones recibiendo a Jesús como su salvador.
A veces nosotros podemos ser como Ananías, creer que el Señor está tomando una decisión no adecuada sobre nuestras vidas y objetar su sabiduría. Pero al conocer su corazón sabemos que el Señor aborrece el pecado pero no al pecador.
En nombre del amor, Jesús puede pedirnos que renunciemos al orgullo y a la falta de perdón. En nombre del amor nos pide que perdonemos a quien te lastimo. Y la prueba para nosotros puede estar en que no sea solo decirlo sino hacerlo.
El Señor te mostrara la persona, el lugar y te puede decir que seas tú quien tome la iniciativa. No es fácil, pero cuando lo haces te liberas.
La obediencia en tiempos difíciles
Cuando no conocíamos del Señor en nuestras propias fuerzas tratábamos de cambiar, insistir, para que nuestro ser querido cambie y no se lograba. Pero ahora que lo conocemos lo dejamos en sus manos y con oración entregamos nuestras cargas para que sea el cambiando su corazón.
Pero hay peticiones del Señor que pueden resultar más difíciles, como lo muestra en su palabra en (Oseas 3:1-3) y dice vuelve con esa mujer adúltera, no para todos los casos será igual, pero imagínate que difícil fue para Oseas reconciliarse con su esposa, pero el Señor sabe que todo lo que nos pide es para nuestro bien y felicidad.
Y es ahí cuando obedecemos que confirmamos que tomamos la mejor decisión, ninguna otra te hubiera hecho feliz y vemos llegar sus bendiciones multiplicadas.
Para el Señor nada es imposible y cuando deseamos el cambio de un ser querido solo es creer que puede abrir los ojos Espirituales de quien anda en pecado.
La oración, la perseverancia en fe puede cambiar hijos, conyugues, familias ciegas espiritualmente, pero cuando en lo natural no sea posible, Dios lo hará en lo sobrenatural, dejando conciencia en esa persona que solo Él, pudo haberlo hecho.
Hermano a veces nuestros caminos o anhelos no son los de Dios y no porque estemos haciendo o pensando algo que no le agrade, simplemente cambia nuestros planes para encaminarnos a nuestro destino y propósito porque sabe que por ahí obtendrás mayor bendición.
Conclusión
Queremos muchos Pablos, transformados, que amen a Jesús en nuestras familias, porque cuando lo conocemos, una muestra de amor de nosotros a Él, es querer que muchas personas lleguen a la salvación.
Te dejo esta pregunta y reflexión ¿Crees que para Dios hay algo imposible?, (Jeremías 32:27) si crees que en lo natural no lo puede lograr, te invito a que lo busques con todo tu corazón para que lo halles y te de la respuesta a tu duda.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.