En esta poderosa predica cristiana, descubrimos cómo los creyentes deben trabajar como abejas en perfecta unidad, organización y dedicación al servicio de Dios. Aprende cómo aplicar estos principios en tu vida espiritual para fortalecer tu fe y construir una congregación sólida en Cristo.
Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Como las abejas
Predica Cristiana Lectura Bíblica: Gálatas 3:26-29
Introducción
Como las abejas, así debemos trabajar los obreros del Señor. Las abejas trabajan todas unidas en un mismo propósito, viven toda su vida dedicadas a ése propósito, son tan laboriosas que su tiempo de descanso es escaso pues saben que deben cumplir con su tarea y son tan ordenadas que cada celda de su panal es una figura geométrica perfecta.
Leamos la Palabra de Dios en Gálatas 3:26-29 “Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. . . . . . . . . .; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. ………, y herederos según la promesa”.
Como las abejas
Hace unos días me despertó el Señor diciéndome que les hablara sobre las abejas, yo le decía: Señor, no soy apicultor y nada se sobre el tema; solo recibí una respuesta: “Habla sobre las abejas”, así es que debí aprender algo para hablarles esto. Al leer sobre las abejas, entendí la relación que existe con la vida cristiana, pude ver cuán parecidas pueden ser las abejas a los cristianos, comencemos por ver tres de las muchas clases de abejas que hay:
Abejas Solitarias
Son las mas primitivas y son mas parecidas a las avispas que a las abejas que conocemos normalmente; vieron que hay cristianos que no avanzaron en los tiempos del Señor, muchos se han quedado y viven aún en los tiempos de la ley, desconocen la gracia de nuestro Señor derramada a través de su sacrificio en la cruz, desconocen la gracia y hacen vana la cruz, 1 Corintios 1:17.
Las abejas solitarias construyen su propio nido y celdas de reproducción. También están los cristianos que llevan una vida solitaria, hacen su propia casa y desarrollan en ella sus celdas, como decía anteriormente, desconocen las enseñanzas de la Escritura cuando dice: “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquél día se acerca” (Hebreos 10:25).
Son cristianos rebeldes y desobedientes que alimentan su descendencia con estos mismos espíritus, trascendiendo generación tras generación.
Así como las abejas solitarias se parecen a las avispas, estos cristianos se parecen mas a los cabritos, ya la Palabra nos advierte que “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria. . . . . apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos” (Mateo 25:31-33).
Abejas Parásitas
Son aquellas que no hacen nido propio ni buscan comida para ellas ni para sus crías. Son como aquellos cristianos que van de un lado para otro buscando alimentarse de los lugares que visitan y por ello son inconstantes en todos sus caminos, Santiago 1:8.
Como toman distintos tipos de alimentación, asimilan distintas doctrinas y se hacen “Semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra” (Santiago 1:6). Por ello no tienen necesidad de establecerse en una casa, son nómadas errantes que no permanecen por mucho tiempo en un mismo lugar.
Así como las abejas parásitas y sus crías matan las larvas de las dueñas de casa, este tipo de cristianos arrastran tras de si a aquellas vidas que abren sus puertas a sus lisonjas y engaños, Tito 1:10-11, siendo llevados a la muerte espiritual por su propia rebeldía y desobediencia.
Abejas Sociales
Sn aquellas que viven en colonias permanentes, son las que producen mas miel y las que mas conocemos. Como son muy sociales, no pueden vivir fuera de esa comunidad ya que cada una de ella tiene una tarea para realizar y que se complementan entre si.
Estos son los cristianos que ama el Señor, los que saben vivir en la comunión cristiana, realizando cada uno su tarea para la obra de Dios en perfecta sincronía unos con otros, “Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:11-12).
Las abejas melíferas
Tienen una organización tan perfecta que sirve de ejemplo para cualquier organización; los diferentes grupos desarrollan tareas diferentes, las adultas jóvenes comienzan a trabajar en la limpieza y pulido de las celdas, en tanto que las maduras construyen el panal, alimentan a las larvas y a las inmaduras, cuidan, generan calor o refrigeran según la necesidad de la colmena y recolectan polen, néctar, aceite y agua.
Así como en la colmena hay una reina a la cual todas las obreras sirven, también en la iglesia hay un Rey, un Señor al cual todos nosotros, los obreros, debemos servir; de ellos, de los obreros es de quienes deseo hablarles.
Cuando un enjambre se instala en la colmena, lo primero que hace es limpiar y pulir el lugar. Así debemos hacer los cristianos, Efesios 4:21-24, comenzar nuestra nueva vida en Cristo con una renovación mental y espiritual, limpiándonos de todo aquello que el mundo se encargó de establecer en nuestras vidas.
Las celdas de reproducción
En la mente se deberá producir la limpieza de las ideas o doctrinas equivocadas de manera que podamos servir libremente al Señor, es necesario que pulamos cada uno la sana doctrina a fin de tener un cimiento sólido y puro en el cual podamos en el cual podamos adherir nuestras celdas de reproducción.
Las celdas de reproducción son aquellos vaso nuevos, aquellos corazones que se entregan al Señor al presentarles la Palabra de Dios y en los cuales debemos almacenar el alimento necesario para que viva hasta que pueda sobrellevar la vida cristiana por si mismo.
Estas celdas son las que debemos proteger para que no se introduzcan larvas parásitas que quitan el buen alimento para llevarles a la muerte espiritual y devolverlos al mundo; es necesario llenar esos vasos nuevos con sana doctrina y buena enseñanza para limpiar así los corazones de todo aquello que afecte el desarrollo de esa nueva vida cristiana.
El paso siguiente en la vida de la colmena es sellar toda fisura, toda abertura por la cual pueda introducirse el agua o cualquier elemento o vida extraña al enjambre. Observe que buen ejemplo para los cristianos, como miembros de un mismo cuerpo deberíamos unirnos en la congregación para sellar toda puerta o todo lugar por donde puedan penetrar aguas extrañas, falsas doctrinas o enseñanzas equivocadas.
Debemos sellar nuestros oídos a las palabras de quienes tratan de ensuciar nuestra casa “Porque éstos son falsos apóstoles; obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo” (2 Corintios 11:13). Debemos sellar la casa del Señor en donde vive la congregación de los santos para evitar que aguas extrañas perturben o ensucien la casa y la comunidad.
Las abejas comienzan a construir el panal
Cuando todo esta limpio y sellado, las abejas comienzan a construir el panal, laboriosamente y con muchas horas de trabajo; así debemos trabajar los cristianos construyendo, sobreedificando el Reino de dios, trabajando arduamente, quizás sacando horas al descanso para edificar nuestra propia vida espiritual y la vida espiritual de la congregación, dedicando el tiempo necesario para edificar las nuevas vidas en Cristo, alimentando esas larvas con la Palabra del Señor.
Congregándonos y estudiando las Escrituras para llevar el alimento para nosotros y para nuestras familias, como las abejas hacen, viajando una y otra vez largas distancias para llevar el polen, el néctar y el agua para hacer la miel, Salmo 119:103.
Sabían que para producir la miel, las abejas usan la boca y por esto es que cumple un papel fundamental; así es de importante la boca para un cristiano, con ella edificamos nuestra fe cuando leemos en voz alta la Palabra de Dios y la oímos, Romanos 10:17, con la boca alabamos y adoramos al Señor con toda dulzura, debemos cuidar de ella pues muchas veces “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así” (Santiago 3:9-10).
Otra función que tienen las abejas es mantener la temperatura en la zona de incubación para que las larvas se desarrollen sin problema.
Como cristianos somos responsables de mantener la temperatura en la congregación, haciendo para ello descender el fuego del Espíritu Santo con nuestra búsqueda del rostro de Dios, con el clamor de nuestras oraciones, Filipenses 4:6, con nuestra alabanza y adoración.
También debemos hacer descender la temperatura en la congregación cuando se eleva por causa de los problemas, “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Colosenses 3:13), bajamos la temperatura por medio de nuestra oración, poniendo en manos del Señor los problemas y dejando que sea Él quien nos entregue la solución, allí es donde toma parte el cuerpo de intercesores de la congregación, miembros fieles y con una comunión estrecha con el Señor que les permite poner en su presencia todos los problemas.
Para que la miel se espese es necesario que tenga la temperatura necesaria para evaporar el agua y que madure al pasar un tiempo.
Para que la miel que es la Palabra de Dios tenga la consistencia justa en nuestras vidas, es necesario elevar la temperatura llenándonos del Espíritu Santo y creciendo, madurando espiritualmente de manera que verdaderamente tengamos “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menos preciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2). Cuando aprendamos a vivir de esta forma se habrá evaporado todo aquello que desagrada al Señor y podremos mostrar los frutos en nuestras vidas, todos verán en nuestras vidas los frutos del Espíritu, (Gálatas 5:22-23).
También existe en la colmena quienes tiene la función de defender la comunidad, de hecho que están dispuestas a morir ya que las abejas cuando pican se les desprende el aguijón con parte de su abdomen.
De igual forma debe existir en la iglesia el grupo de defensa de la congregación, un grupo de hermanos maduros espirituales, con conocimientos y en perfecta comunión con el Señor para que vestidos de toda la armadura de Dios, Efesios 6:13-18, puedan batallar contra toda potestad de las tinieblas, sabiendo que “No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Hebreos 6:12).
CONCLUSIÓN
Espero que puedan asimilar las enseñanzas que el Señor nos ha brindado a través de las abejas en cuanto a organización, sabiendo limpiar nuestra casa de todo aquello que le desagrada al Señor, sabiendo mantener una congregación espiritualmente sana, sabiendo cuidar a esas larvas de cristianos que hemos logrado insertar en el reino de Dios, llenándonos del Espíritu Santo para así mantener la temperatura de la congregación, perseverando en la oración para presentar los problemas al Señor y que sea Él quien envíe la solución, por último estableciendo una defensa espiritual en intercesión a fin de proteger a la congregación de todo ataque.
© Luis Alberto Coria. Todos los derechos reservados.
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