Fortaleza en Dios

Marco A. Hernández

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Fortaleza en Dios en Tiempos de Crisis

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Fortaleza en Dios en Tiempos de Crisis

Texto Bíblico: Isaías 40:29-31

Introducción

El mundo en el que vivimos está lleno de incertidumbre. Las crisis parecen multiplicarse: problemas económicos que afectan a familias enteras, conflictos armados que destruyen comunidades y desastres naturales que dejan a muchos sin esperanza.

Por ejemplo, en Colombia, el año pasado se descubrieron casos graves de corrupción en el manejo de recursos, actos de violencia en regiones como el Cauca, y muchas personas enfrentaron problemas económicos debido a una crisis fiscal. (El País)

En el ámbito global, las tensiones entre países, como la guerra en Ucrania, el conflicto en Israel y la resurgencia de grupos como ISIS, son recordatorios constantes de las dificultades que enfrentamos.

En tiempos como estos, es fácil sentirnos cansados, agotados y sin fuerzas. Sin embargo, en los versículos que estamos explorando hoy, encontramos una verdad que puede transformar nuestra perspectiva. El profeta escribe: “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”

Este mensaje no solo fue una promesa para Israel, sino también es una esperanza para nosotros hoy. Dios nos ofrece fortaleza, renueva nuestra esperanza y nos capacita para seguir adelante. ¿Cómo podemos experimentar esa fortaleza en Dios en tiempos de crisis? Hoy exploraremos tres verdades clave.

I. Dios da nuevas fuerzas al cansado (vers. 29)

Isaías comienza afirmando que Dios “da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” Esto nos recuerda que Dios entiende nuestras debilidades. No espera que enfrentemos las crisis con nuestras propias fuerzas. En cambio, nos invita a confiar en Su poder.

En la historia de Gedeón, vemos cómo Dios usa a alguien que se sentía insuficiente. Gedeón, el menor en su familia y parte de la tribu más pequeña de Israel, fue llamado para liberar a su pueblo de los madianitas. Aunque su ejército fue reducido a solo 300 hombres, Dios demostró Su poder al darles una victoria milagrosa (Jueces 7:7-22). Este evento nos enseña que no importa cuán cansados o limitados nos sintamos; Dios puede multiplicar nuestras fuerzas.

Preguntémonos: ¿Estamos tratando de enfrentar nuestras batallas con nuestras propias fuerzas? Así como Gedeón confió en Dios, también nosotros debemos buscar en Él nuestra fortaleza.

II. Dios renueva nuestra esperanza (verss. 30-31a)

El profeta Isaías reconoce que incluso los más fuertes “se fatigan y se cansan.” Esto es un recordatorio de que la fuerza humana tiene límites. Pero luego Isaías nos da una promesa: “Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas.”

Esta esperanza activa se ve claramente en la historia de los judíos exiliados en Babilonia. Durante 70 años, vivieron lejos de su tierra, bajo el dominio de un imperio extranjero. Muchos habían perdido la esperanza. Pero Dios, a través de Isaías, les recordó que Su plan no había terminado.

Cuando finalmente regresaron a Jerusalén bajo el liderazgo de Zorobabel, comenzaron la reconstrucción del templo, enfrentando oposición constante. Sin embargo, se mantuvieron firmes porque confiaban en la promesa de Dios: “Esfuérzate… porque yo estoy con vosotros” (Hageo 2:4, RVR1960).

Así como Dios renovó la esperanza de Su pueblo, también hoy podemos confiar en que Él cumplirá Sus promesas. Cuando sentimos que nuestra fuerza y esperanza se agotan, Él nos invita a esperar en Su fidelidad.

III. Dios nos capacita para seguir adelante (vers. 31b)

Isaías concluye con esta poderosa imagen: “Levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Esto nos muestra que Dios no solo renueva nuestras fuerzas para un momento, sino que nos equipa para perseverar en el camino.

La historia de Nehemías ilustra esta verdad. Después del exilio, Nehemías lideró la reconstrucción de los muros de Jerusalén. Aunque enfrentó amenazas y oposición, se mantuvo enfocado porque confiaba en que Dios estaba con él. En medio de las dificultades, declaró: “El Dios de los cielos, Él nos prosperará” (Nehemías 2:20). Con esa fe, el pueblo completó la obra en solo 52 días.

Dios nos llama a caminar con fe, incluso cuando las circunstancias parecen imposibles. No siempre podemos ver el final del camino, pero podemos confiar en que Él nos guiará paso a paso.

Conclusión

Isaías nos recuerda que Dios es nuestra fuente de fortaleza en tiempos de crisis. Así como fortaleció a Gedeón, renovó la esperanza de los exiliados y capacitó a Nehemías para perseverar, también hoy Él está listo para sostenernos. Esta promesa no es solo para algunos; es para todos los que deciden esperar en Dios.

Si te sientes cansado o desanimado, recuerda que no estás solo. Dios te ofrece Su fortaleza, renueva tu esperanza y te da todo lo que necesitas para seguir adelante. Levántate con confianza, porque el Dios que nunca falla está contigo. ¡Amén!

© Marco A. Hernández. Todos los derechos reservados.

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Marco A. Hernández
Autor
Marco A. Hernández
Hola, mi nombre es Marco Hernández. Hace poco más de diez años, tuve un encuentro que cambió mi vida para siempre: acepté a Jesús como mi Salvador. Desde entonces, he dedicado mi vida al servicio de Dios y a compartir Su Palabra con aquellos que me rodean. Estoy agradecido por la oportunidad de servir al Señor y a Su iglesia, y me siento honrado de poder compartir este camino de fe con ustedes.

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