Predicas Cristiana
Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Gracia disruptiva
Lectura Bíblica: Mateo 22:35
MENSAJE CENTRAL
La semana pasada Dios nos enseñó que tenemos derecho a su inmerecido favor que incluye la salvación, la sanidad, un buen matrimonio, éxito en los estudios, en el trabajo, unidad familiar, paz, santidad, prosperidad económica, restauración y todas las bendiciones que él ya ganó para nosotros en la cruz.
Hoy Dios nos quiere enseñar el poder transformador que tiene el pacto de la gracia para tomar la responsabilidad voluntaria de transformar a las próximas generaciones.
INTRODUCCIÓN
Jesús dijo:
(NVI) Juan 6:56-58, 60 y 65-68 “56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. 57 Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí, vivirá por mí. 58 Éste es el pan que bajó del cielo. Los antepasados de ustedes comieron maná y murieron, pero el que come de este pan vivirá para siempre.60 Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?65 —Por esto les dije que nadie puede venir a mí, a menos que se lo haya concedido el Padre.66 Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él. Así que Jesús les preguntó a los doce: 67 —¿También ustedes quieren marcharse? 68 —Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.”
Jesús es disruptivo. Lo que Jesús enseñaba les “rompía el molde de sus pensamientos” a los fariseos y a los discípulos, que habían sido enseñados por años por esos mismos fariseos, por eso muchos ya no lo podían seguir, se les había partido la cabeza en mil pedazos.
El concepto Disruptivo está muy de moda en todos los ámbitos.
El Diccionario dice que Disruptivo es un adjetivo calificativo que significa: Que produce ruptura brusca, haciendo referencia, por lo tanto, Disruptivo es algo que ocasiona un cambio determinante y radical en nuestra manera de pensar.
Disruptivo implica: Romper moldes de pensamiento.
(NVI) Romanos 11:6 “6 Y si es por gracia, ya no es por obras; porque en tal caso la gracia ya no sería gracia.”
La gracia es disruptiva, porque vino a cambiar bruscamente la manera de pensar de aquellos que decían amar y creer en Dios.
Ellos creían con todo su corazón que debían hacer obras para demostrar amor y obediencia a Dios y Jesús vino a enseñarles que ya no era tiempo de creer en las obras humanas sino de enfocarse en la obra del Hijo de Dios.
Eso les partió la cabeza, les rompió el molde de su manera de pensar y creer, por eso muchos ya no pudieron seguirle, porque no quisieron cambiar el molde de su manera de pensar.
A nosotros el Espíritu Santo nos anima a ser disruptivos en nuestra manera de pensar, cuando dice:
(NTV) Romanos 12:2 “ 2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.”
La gracia de Jesús nos está rompiendo el molde de la manera tradicional de vivir el evangelio, queriéndonos llevar al nivel más alto de nuestra fe, transformando, verdaderamente, nuestra manera de pensar y creer y así conocer TODA la voluntad de Dios que solo es buena, agradable y perfecta.
De aquí que el mensaje de hoy lleva por título: Gracia disruptiva (Rompiendo el molde).
I. ENFOQUÉMONOS EN SU AMOR, NO EN EL NUESTRO
Quiero que ponga atención en esto que vamos a leer de las Escrituras porque será disruptivo:
Mateo 22:35-40 “35Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 36Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”
Esta es una de las más importantes bases de la predicación de todas las iglesias evangélicas: Que debemos amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente, y Marcos 12:30 dice además, con todas tus fuerzas.
Y sin darnos cuenta, cada que predicábamos esto poníamos a toda la iglesia bajo ley, pues Jesús dijo que esto resumía toda la ley y los profetas del Antiguo Pacto.
Ahora, piensa en esto: ¿Has sabido de alguien que haya sido capaz de amar a Dios así, con todo, (y todo es todo, sin excepción), con todo lo que siente, con todo lo que piensa, con todo lo que decide y con todo lo que hace? Nunca.
Este tipo de amor es imposible para el hombre y Dios lo sabía desde siempre y por eso ¿sabes que hizo?
(NVI) Juan 3:16 “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. ”
Cuando dice “tanto”, nos habla de la intensidad con las que Dios nos ama. Dios nos está diciendo: “Los amó con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas”, Él sí puede amarnos así, y entonces, extendió los brazos y murió por nosotros en la cruz.
El apóstol Pablo nos confirma esto:
(NVI) Romanos 5:7-9 “7 Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. 8 Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.9 Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios!”
Lo que le voy a decir estoy seguro de que le hará mucho sentido:
Muchos creyentes gustan de llevar colgado en su pecho una cruz, ¿cierto? Los católicos la usan con Cristo aún clavado en la cruz, los evangélicos la usan vacía, enseñando que Cristo resucitó, pero en ambos casos, la usan como una señal de su amor y su devoción por Dios.
Aquí viene lo disruptivo: La cruz no es una demostración de nuestro amor y devoción a Dios, sino la demostración de Dios de su perfecto amor y su perfecta gracia (que es su favor inmerecido) hacia nosotros, porque fue mientras éramos todavía pecadores que Jesús murió por nosotros.
Cristo murió por mí y por ti por su perfecto amor por nosotros. El apóstol Juan nos define lo que es el amor:
(NVI) 1ª Juan 4:10 “10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó (primero) y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.”
Este es el énfasis del nuevo pacto de la gracia: Su amor por nosotros y no nuestro amor por Él.
Ahora, mire lo que dice el verso 11:
(NVI) 1ª Juan 4:11 “11 Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.”
¿Se da cuenta como el amor entre nosotros viene después de que experimentamos el amor de Dios por nosotros?
Ojo acá: No dije que viene de que conocemos que Dios nos ama, dije que viene después de que experimentamos su amor por nosotros y lo consideramos la base de nuestro caminar en Cristo y no al revés.
Muy disruptivo para el Cristiano promedio.
Esto es muy disruptivo para el cristiano promedio, porque hemos aprendido por años que la base de nuestro cristianismo es lo que nosotros hacemos por Dios, empezando por aceptarlo, amarlo, seguirlo y servirlo.
Y no es que no haya que hacer todo esto, esto hay que hacerlo, pero NO como la base de nuestro cristianismo, sino como la consecuencia natural y gloriosa de que la base de nuestro cristianismo es que entendemos y experimentamos a diario el perfecto amor de Dios por nosotros.
Esto nos rompe el molde de la manera tradicional de vivir el cristianismo. ¡Aleluya!
II. EL AMOR NOS PERMITE CUMPLIR LA LEY (Especial para jóvenes)
Al inicio del mensaje le dije que Dios quería enseñarnos el poder transformador de la gracia para tomar la responsabilidad voluntaria de transformar a nuestras generaciones.
Quiero decir esto para toda la iglesia, pero principalmente para nuestros jóvenes:
(NVI) Romanos 13:10 “10 El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley.”
Ya no es el tiempo de mostrarle a los jóvenes que buscar a Dios se trata del amor que “le debes tener a Dios”, ni de las cosas que “debes hacer o dejar de hacer”. Es el tiempo de darles a nuestros jóvenes la imagen de lo que Dios quiere para ellos en el nuevo pacto: Demostrarles su perfecto amor sin condiciones, hagan lo que hagan Dios les seguirá amando de la misma manera, si tu crees en su amor incondicional.
Encontrarse con la persona de Jesús.
Ojo a esto: Cuando nuestros jóvenes se encuentran con la persona de Jesús y reciben su amor, éste los llevará a cumplir la ley (hacer lo correcto).
Aprenderán a amarse a sí mismos y a no dañarse experimentando con el sexo, las drogas, el alcohol, los cigarros y otras actividades destructivas.
La gracia contiene un freno sobrenatural.
La gracia es nuestra esperanza para transformar a las próximas generaciones.
Para los no tan jóvenes.
Siempre he dicho, si esto es importante para los jóvenes que tienen toda una vida por delante, imagínese lo importante que es para los que ya nos hemos gastado varios años más después de la “primera juventud”. Entre más grande seas más importante es que entiendas esto.
III. JÓVENES ESCAPANDO DE LA TENTACIÓN
No necesitamos imponerles la ley a nuestros jóvenes pensando que sin ella saldrían a pecar.
José era solo un muchacho adolescente de diecisiete años cuando fue vendido como esclavo a la casa de Potifar, y mire lo que le pasó:
(NVI) Génesis 39:7-10 “ 7 Después de algún tiempo, la esposa de su patrón empezó a echarle el ojo y le propuso: —Acuéstate conmigo. 8 Pero José no quiso saber nada, sino que le contestó: —Mire, señora: mi patrón ya no tiene que preocuparse de nada en la casa, porque todo me lo ha confiado a mí. 9 En esta casa no hay nadie más importante que yo. Mi patrón no me ha negado nada, excepto meterme con usted, que es su esposa. ¿Cómo podría yo cometer tal maldad y pecar así contra Dios? 10 Y por más que ella lo acosaba día tras día para que se acostara con ella y le hiciera compañía, José se mantuvo firme en su rechazo.”
José vivió muchos años antes de que Dios les diera los Diez Mandamientos de la ley a su pueblo y mira como pudo responderle a la esposa de Potifar.
Esta fue una gran tentación, debió ser la esposa de Potifar una mujer muy hermosa y José un joven con todas las hormonas alocadas por su juventud. José sabía que, si cedía, recibiría grandes privilegios de parte de la señora, mientras Potifar no se enterara, pero José NO ESTABA GOBERNADO POR LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA LEY.
Su conducta se basaba en el inmerecido favor de Dios sobre de él.
José pudo resistir esta tentación porque tenía una real e íntima relación con Dios.
Estrategia: Huir.
José escapó corriendo de esa tentación. De la misma forma, los jóvenes que estén llenos del amor de Cristo podrán tener la fuerza de voluntad para huir de las tentaciones, porque tampoco estarán gobernados por los Diez Mandamientos de la ley.
Pablo le dijo a Timoteo:
(NVI) 2ª Timoteo 2:22 “ 22 Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio.”
El apóstol Pablo le invita a Timoteo a huir de las tentaciones juveniles, y eso es lo que hizo José, no porque dependía del amor de Dios y no de la ley (porque ni existía) él se quedó a convencer a la señora de Potifar. Así nuestros jóvenes, huyan de las tentaciones.
La ley es el poder del pecado.
Dejemos de asfixiar a los jóvenes y a toda la iglesia imponiéndoles los Diez Mandamientos, porque en lugar de ayudarlos a no pecar le damos fuerza y poder a su pecado, porque el poder del pecado es la ley.
(NVI) 1ª Corintios 15:56 “56 El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.”
La vida de los jóvenes es preciosa a los ojos de Jesús.
Cuando Jesús se revela a un joven y le muestra lo precioso que es a sus ojos (haga lo que haga), la vida de ese joven pasa por una transformación sobrenatural.
La persona deja de sentir el acoso de ideas suicidas, deja de querer correr riesgos con tal de “encajar” en la sociedad o lograr que le presten atención.
Jovencitas y varones.
La autoestima de las jovencitas mejorará drásticamente cuando aprenden a valorarse como las valora Cristo.
Al recibir el perfecto amor de Jesús y su aceptación incondicional, ya no estarán bajo la equivocada idea de tener que regalar sus cuerpos para que un tipo las acepte o les brinde “amor”. No, se amarán a sí mismas como Jesús las ama.
Los jóvenes varones dejarán de ceder ante sus hormonas y lograrán tener un dominio propio sobrenatural. Sabrán como huir de las pasiones juveniles.
Sabrán que ser “Cool” significa respetar al sexo opuesto, no poniendo a sus novias o a sus amigas en riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual o quedar embarazadas sin estar casadas y listas para ese milagro de la vida.
Si logramos transformar a nuestras siguientes generaciones con el poder transformador de la gracia, sabrán que Jesús es un maravilloso destino para ellos, por lo que el deseo de formar parte de pandillas, de tomar alcohol, usar drogas o ser promiscuos, se esfumará de inmediato.
IV. NO REGRESEMOS A LA LEY
Dice el apóstol Pablo a los gálatas:
(NVI) Gálatas 1:6-7 “6 Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. 7 No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo.”
Pablo dice que cualquier evangelio que se aparta del evangelio de la gracia es tergiversar el evangelio de Cristo. Si intentamos justificarnos por las obras de los Diez Mandamientos de la ley, estamos tergiversando el evangelio de Cristo (que es por gracia).
(NVI) Gálatas 3:2-3 “2 Sólo quiero que me respondan a esto: ¿Recibieron el Espíritu por las obras que demanda la ley, o por la fe con que aceptaron el mensaje? 3 ¿Tan torpes son? Después de haber comenzado con el Espíritu, ¿pretenden ahora perfeccionarse con esfuerzos humanos?”
Lo que Pablo les está diciendo es: Comenzaron creyendo en su gracia, ¿Por qué dependen ahora de sus esfuerzos humanos? T-O-R-P-E-S.
En estos tiempos si un pastor nos dice torpes, lo demandamos, nos hemos hecho de piel delgada, todo nos ofende. Pablo les decía a los creyentes, no a los fariseos, a los nuevos creyentes, necios, torpes, porque con eso los hacía pensar.
Hoy, ya lo leímos como dice Pablo, pero para que no nos sintamos tan mal, tomémoslo como Don Ramón se lo decía al Chavo el Ocho: “T-O-O-O-R-P-E, si serás, si serás”. Y el otro solo decía: Es que no me tienen paciencia”. No nos preocupemos, Dios tiene toda la paciencia que necesitemos.
Pero abusados, no regresemos a la ley del esfuerzo humano para ser justificados y entonces merecer, tengamos un pensamiento disruptivo y miremos el evangelio siempre con los ojos de la gracia y de su favor inmerecido.
Establecidos en el pacto de la gracia.
Cuando estamos establecidos en el pacto de la gracia tienes una enorme confianza y seguridad en Cristo.
Cuando confías en su inmerecido favor y no en tu propia conducta, sientes que ya NO estás entrando y saliendo de su favor y aceptación, te sientes permanentemente aceptado y bendecido.
Desgraciadamente, muchos creyentes viven bajo el pacto de la ley sin darse cuenta. Unas veces sienten que Dios está de su parte y otras veces piensan que Dios está lejos, que no los oye, o peor aún, que está enojado con ellos.
Todos estos sentimientos se basan predominantemente en su propia evaluación de como se han conducido, en como se sienten consigo mismos, y no en como los ve Dios.
¿Dios está satisfecho?
Recuerda que el nuevo pacto de la gracia se basa en si Dios está satisfecho con el sacrificio de su Hijo en la cruz, y ¡claro que está satisfecho!
Cuando estaba Jesús en el monte Tabor con Moisés y Elías a su lado, que representaban a la ley y los profetas, pasó esto:
(NVI) Mateo 17:5 “5 Mientras estaba aún hablando (Pedro), apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escúchenlo!”
A Él oíd, dice la Reina Valera.
Esta es la base del nuevo pacto en la gracia, que tiene que disrumpir nuestra manera de pensar, tenemos que oír a Jesús.
- Jesús no enseñó de la gracia porque Él es la gracia.
- La Gracia no es una doctrina, la gracia es el nuevo pacto que Jesús vino a establecer para su pueblo.
- La Gracia es lo que Jesús estableció como su reino para los hijos de Dios.
V. QUE NOS CONOZCAN POR SU AMOR Y NO POR LA LEY
Estarás de acuerdo conmigo que hoy la inmensa mayoría de los cristianos saben acerca los Diez Mandamientos, pero muy pocos conocen acerca del pacto de su gracia, del inmerecido favor de Dios.
Si haces una encuesta en tu ciudad con los no creyentes o no practicantes, lo más probable que la mayoría de ellos sepan acerca de los Diez Mandamientos de la Ley, habrán oído que nosotros nos basamos en lo que es bueno o malo hacer, pero casi nadie sabrá que su iglesia se mueve bajo el pacto de su amor incondicional que nos da su gracia y derrama su favor inmerecido por el sacrificio consumado de su Hijo Jesucristo en la cruz.
La ley está obsoleta.
¿No te parece triste que la gente conozca a los cristianos evangélicos por una ley obsoleta en vez de conocernos por el inmerecido favor de Dios sobre nosotros?
(NVI) Hebreos 8:13 “13 Al llamar «nuevo» a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer.”
No es de extrañar que estemos perdiendo a una generación de jóvenes que prefieren el mundo. La ley no tiene atractivo. Por eso la Biblia misma dice que la ley es obsoleta.
MINISTRACIÓN
Este es el poder disruptivo y transformador de su gracia y de su inmerecido favor sobre nosotros.
Si en algo “tenemos que esforzarnos” es en vivir bajo el pacto de la gracia, es cambiar disruptivamente nuestra forma de pensar y creer y la promesa del Señor es que conoceremos, de continuo, su buena, agradable y perfecta voluntad.
Vamos a orar, repita conmigo: Yo vivo- bajo la gracia disruptiva -que me cambia -determinante y radicalmente -mi manera de vivir -el evangelio de Jesús, -porque ahora – yo vivo – en el evangelio – de su gracia disruptiva. – Amén.
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