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Prédica Cristiana Predica de Hoy: Los jóvenes de hoy

Introducción:

Los jóvenes de hoy… y de siempre

Como padres tenemos una gran tarea, educar, aconsejar, y guiar a nuestros hijos por sendas de verdad y justicia, bajo normal morales y de ética social; esos hijos, son los jóvenes de hoy, tal como lo fuimos nosotros respecto de nuestros padres.

Se habla mucho de los jóvenes de hoy, y por lo general, no es muy bueno lo que se habla de ellos; hablar de jóvenes hoy, es hablar de drogas, delincuencia y sexo, aunque también debemos reconocer que hay jóvenes emprendedores, con aspiraciones a lograr buenas cosas para sus vidas, jóvenes que estudian, que se convierten en prósperos comerciantes o profesionales.

Pero si nos enfrentamos con quien vive desde la eternidad, el Dios único y eterno, cada uno de nosotros, sin importar la edad, somos jóvenes o pequeños, y por lo tanto, las palabras de nuestro Dios para los jóvenes, de alguna manera son para cada uno de nosotros.

Leamos la Palabra de Dios

Proverbios 1:1-7 “Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. Para entender sabiduría y doctrina, Para conocer razones prudentes, Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad; Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura. Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo, Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”.

Los jóvenes de hoy

En la Biblia podemos hallar muchos consejos de un padre a su hijo, consejos que comienzan con el niño, recordando que como cristianos debemos desechar, “pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor” 1 Pedro 2:1-3, de manera que el Padre es quien nos aconseja.

Y hablando de las primeras relaciones, cuando el niño comienza a ampliar su propia experiencia y a ampliar su comprensión de la realidad de la vida, cuando empieza a hacer amistades, es cuando más atentos debemos estar, pues es allí en donde el enemigo logra destruir más ministerios entre los cristianos, “Ahora pues, hijos, oídme, Y estad atentos a las razones de mi boca. No se aparte tu corazón a sus caminos; No yerres en sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos, Y aun los más fuertes han sido muertos por ella” Proverbios 7:24-26.

Estas son etapas que marcarán su vida, por lo que nuestras palabras deben ser sabias para que resulten verdaderamente de ayuda con respecto a los amigos que escogen, ya que es grande la gran influencia que pueden ejercer los amigos a esa edad.

Y lo más importante que tiene que aprender el niño cuando crece, es saber evaluar y escoger a sus amigos; y como cristianos, esa debe ser una constante, el saber escoger a nuestros consejeros, el saber discernir lo que no edifica y lo que destruye, entre lo que produce frutos para el Reino y lo que te aleja del ministerio, y si te encuentras en medio de una disyuntiva, ora al Señor antes de abrir tu boca a los hombres, y como Salomón, dile: “Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo” 1 Reyes 3:9.

Los jóvenes

Nos quejamos y hablamos de la juventud, pero nos olvidamos que es nuestra la responsabilidad de hacerles crecer conforme a lo que el Señor manda; como también es nuestra responsabilidad el guiar a los más jóvenes en el evangelio para que crezcan conforme a los mandatos del Señor, conforme a lo que Él dejara establecido en su Palabra, y no de acuerdo a lo que a nosotros nos parece mejor, “No seáis sabios en vuestra propia opinión”, pues eso no edifica al Cuerpo de Cristo, sino que impide su desarrollo y retrasa o destruye ministerios.

Y otra cosa que muchas veces nos olvidamos, es que también los adultos fuimos jóvenes, y que son muchos los niños y jóvenes en Cristo que necesitan ser aconsejados y guiados para crecer en rectitud y conforme a la Palabra de Dios, entonces, “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello” Proverbios 1:8-9.

Si avanzamos en la vida nos encontramos con el joven que ya ha crecido y comienza a salir solo del hogar pues… “ya es grande”, y tan pronto como entra en la vida social, se ve enfrentado con toda clase de presiones y de tentaciones; y el Señor brinda una importante advertencia con respecto a las tentaciones con las que se encontrará, con delicadeza, pero al mismo tiempo con sinceridad y firmeza, habla acerca de las presiones del mundo y los pasos equivocados que muchas veces se dan como respuesta a estas presiones, y que pueden destruir una vida.

Los jóvenes de hoy y de siempre

Y lo mismo ocurre con los cristianos, cuando comienzan a crecer vienen las tentaciones, y aparecen los maestros sin haber estudiado; los pastores que en rebeldía organizan sus propios rebaños; los profetas, intercesores y soñadores de sueños santos que por cualquier cosa dejan de congregarse; crecen y son engañados por el enemigo para destruir, o detener su ministerio, y hay una advertencia para no verse involucrados en las cuestiones económicas o espirituales que están mal, que nos dice:

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal” Proverbios 3:5-7, y es una palabra dirigida a los jóvenes físicos y espirituales que quieren hallar el secreto de la vida, que quieren tener éxito en su vida física y espiritual.

En general, creo que no hemos conocido nunca a gente joven que no quiera tener éxito, en mi experiencia personal con la juventud no me he encontrado con nadie que me haya dicho: “Mi ambición es ser un mendigo y lo que mas quiero es andar tirado por las calles”.

Pero lo que deben comprender es que para conseguir el éxito, lo que hay que hacer es confiar en el Señor con todo el corazón, y aunque Dios te ha dado capacidad para razonar, y espera que uses esa capacidad, te dice que no deposites tu confianza en ella como si fuese la respuesta definitiva; y cuando la Palabra de Dios o sus caminos te van mostrando algo diferente, confía en eso en lugar de confiar en lo que sientes, “Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión, ……….. porque será medicina para tu carne y refrigerio para tus huesos”.

Posiblemente la lección más difícil que tiene que aprender el cristiano, es a confiar en Dios en lugar de confiar en su propia razón, esa es nuestra lucha, ¿no es cierto?

Estamos convencidos de que lo que queremos hacer, y cómo lo queremos conseguir, es lo correcto; es la lucha más dura que tenemos, la misma que tenían los israelitas, y es aprender a creer que Dios sabe lo que esta haciendo, y sabe la mejor forma de hacerlo; que lo que nos dice es la verdad, y es para nuestro propio bien, y debemos actuar conforme a eso, a pesar de lo que los hermanos, las amistades u otras personas a nuestro alrededor puedan decirnos con respecto a lo que está bien, o lo que esta mal, pues como Salomón dice:

“Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte” Proverbios 14:12.

Nosotros necesitamos ser guiados por causa de las inteligentes sutilezas de este mundo en el que vivimos, y la facilidad con que podemos ser engañados y descarriarnos, además, necesitamos protección por causa de los enemigos entre los que vivimos, los que están entre nosotros y a nuestro alrededor, que nos derrotarían si pudiesen para que se hagan las cosas como ellos quieren o les parece que deben ser.

Tenemos a Dios entre nosotros y esa es una gran verdad, Él puede dirigirnos y guiarnos a través del desierto del mundo por medio de su Palabra; somos guiados por la nube de su Gloria manifiesta en los frutos de nuestros proyectos, y por el fuego de Espíritu Santo hablando a nuestra vida, de la misma manera que lo fue el pueblo de Israel, pero debemos obedecer a esa dirección y no la que nos parezca mejor a nosotros, este es todo el potencial que necesitamos para llegar del lugar de la bendición, al conocimiento de la verdad y santidad de Dios, al descanso en el Espíritu, que representa la tierra de Canaán.

Tenemos todo lo que necesitamos, como lo tenía Israel, pero entonces que sucede que no crecemos y siempre volvemos a ser como niños caprichosos que solo quieren hacer su voluntad, y la respuesta es una sola, rebelión.

Todos los padres son conscientes de que la rebelión y la desobediencia, son los principales motivos de los problemas de los jóvenes; y en el plano espiritual, la rebelión y desobediencia intencional a Dios comienzan siempre con murmuraciones y quejas; siempre que se de cuenta de que está empezando a quejarse y a murmurar, además de criticar en contra de las situaciones que el Señor le presenta, debe saber que está al borde de la rebelión, porque así es como empieza siempre.

Conclusión

En Proverbios se personifican las dos formas de vida, la sabiduría queda representada como a una mujer hermosa, llamando a los que la siguen para que la acompañen al lugar de la victoria, de la realización y del éxito en la vida, mientras que la insensatez o la locura, que cree que todo lo que hace está bien en su opinión, está personificado como una mujer malvada, atractiva, tentadora, fantástica y que nos tienta haciendo que caigamos en la muerte; hermanos, sepamos escoger la forma de vivir nuestra vida, y conforme a ella, aconsejemos a los más jóvenes.

© Luis Alberto Coria. Todos los derechos reservados.

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