Madres con propósito | Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Salmos 127:3-4
INTRODUCCIÓN
Hay una historia en la Biblia que nos va a dar grandes y hermosas enseñanzas para que un día como hoy honremos a nuestras madres, honremos la maternidad y el propósito que Dios tiene en ella. De aquí que el mensaje lleva por título: Madres con Propósito.
Jueces 13:1-6 “Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años. 2 Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos. 3 A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo. 4 Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda.5Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos.”
Este es el tiempo de los jueces y el último juez de Israel había hecho lo malo delante de Dios y llevaban cuarenta años bajo el yugo de los filisteos. En otras palabras, la estaban pasando mal. Y dice que a la esposa de un hombre llamado Manoa, que no podía tener hijos porque estéril, se le apareció un ángel de parte de Dios y le dijo que tendría un hijo. Un hijo muy especial porque sería nazareo, que significa: Dedicado a Dios. Y le dio instrucciones y le dijo que no dejara que su pelo recibiera ningún tipo de corte, porque ese niño sería puesto por juez de Israel y los liberaría del yugo de los filisteos.
Después la mujer de Manoa vino a su esposo y le contó lo que había pasado y Manoa oró a Dios y pidió que volviera a venir el ángel para que les confirmara lo que habrían de hacer con el niño que les nacería.
Jueces 13:9-14 “Y Dios oyó la voz de Manoa; y el ángel de Dios volvió otra vez a la mujer, estando ella en el campo; mas su marido Manoa no estaba con ella.10 Y la mujer corrió prontamente a avisarle a su marido, diciéndole: Mira que se me ha aparecido aquel varón que vino a mí el otro día. 11 Y se levantó Manoa, y siguió a su mujer; y vino al varón y le dijo: ¿Eres tú aquel varón que habló a la mujer? Y él dijo: Yo soy. 12 Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él? 13 Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: La mujer se guardará de todas las cosas que yo le dije.14 No tomará nada que proceda de la vid; no beberá vino ni sidra, y no comerá cosa inmunda; guardará todo lo que le mandé.”
Ellos preguntaron al ángel ¿Cómo debe ser la manera de vivir del niño? Porque ellos serían los responsables de enseñarle a vivir.
Jueces 13:24-25 “Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. 25 Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol.”
Esta es la historia de Sansón, pero quiero enfocarme en la madre de Sansón.
I. LA MAMÁ TIENE EL PROPÓSITO DE FORJAR EL CARÁCTER DE SUS HIJOS
De la historia podemos deducir varias de las características que tienen las mamás hoy:
a. La maternidad es un milagro proviene de Dios.
Esta mujer, la esposa de Manoa tuvo un encuentro con Dios, y de ese encuentro le vino la maternidad. Esto les debe recordar a las mamás que la maternidad es un milagro de Dios. Todo lo que tiene que pasar para que un vientre pueda cargar un hijo, realmente es un milagro.
Esta mujer era estéril y esto hace más grandilocuente el milagro, pero aunque tú no hubieras sido estéril, no debes perder de vista, mujer, que tu maternidad es un milagro de Dios. Tu maternidad proviene de Dios. Dios se quiso encontrar contigo a través de la maternidad. El creador del universo, el que da la vida, hizo pacto contigo para darles vida a tus hijos a través de tu vientre, a través de ti.
Es necesario que usted crea que su maternidad forma parte del plan de Dios porque es una responsabilidad tan grande, que si usted no se agarra de la mano de Dios, le costará mucho trabajo sacar a delante a sus hijos.
Es cierto que es un privilegio ser mamá pero también una gran responsabilidad, que solo unida a Dios es que le asegura total éxito.
Juan 16:21 “La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.”
Concebir a un hijo es un placer, pero después la mamá pasara alguna oníricas para cargarlo en su vientre nueve meses. Es cierto que es doloroso, pero al final, ustedes tienen una dicha que nosotros no tenemos: Haberlo cargado en sus entrañas. Que haya nacido un hombre con propósito para el mundo.
b. Mamá, tú le enseñarás como debe vivir.
Ellos preguntaron al ángel ¿Cómo ha de ser la manera de vivir del niño? Y si bien es cierto, en un matrimonio la responsabilidad es de ambos, será la mamá quien le preste atención a los detalles para forjar el carácter del hijo o la hija. Al papá se le pasan por alto la mayoría de esos detalles, pero a las mamás no. El papá llega de trabajar y lo que quiere es apapacharlos, y generalmente pasa por alto esos detalles, pero las mamás no.
Levanta tu plato de la mesa, lava tu plato, tiende bien tu cama, lávate los dientes. Esos pequeños detalles forjarán el carácter de tu hijo para que pueda cumplir el propósito de Dios.
Proverbios 1:8 “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre;”
c. Tú cuidarás el propósito de tus hijos.
A la esposa de Manoa, el ángel le avisó que su hijo tendría un gran propósito de parte de Dios y que debía cuidar que su cabello nunca fuera cortado, porque era un nazareo para Dios, un dedicado a Dios.
Tal vez Sansón llegó un día a donde estaba su mamá y le dijo: Mamá quiero hacerme un corte nuevo, ese que está de moda, rapado de los lados, una raya que se vea hasta el cráneo y alto de en medio, y tú le dirás: No. Usted no se hace ningún corte porque Dios me dijo que usted es un apartado para Dios.
Tu hijo te dirá, quiero ir al antro como lo hacen todos mis amigos, quiero ir a esa fiesta porque van a ir todos, quiero que me compres ese videojuego que todos están jugando, pero tú le dirás: No vas ni al antro, ni a la fiesta, ni tendrás ese maléfico juego porque yo estoy cuidando el gran propósito que tiene Dios contigo.
Tu hijo, tal vez, no será juez de Israel, pero te aseguro que tiene un gran propósito de parte de Dios.
El mensaje de hoy es: No te canses en ser forjadora de ese carácter que Dios va usar en el futuro.
Salmo 127:3-4 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.”
d. Incógnita será tu labor.
Me llama poderosamente la atención que no sabemos cuál es el nombre de esta mujer, solo sabemos que era esposa de un hombre llamado Manoa. Su nombre fue imperceptible, como lo es generalmente la labor de una madre.
Los mayores aciertos y la labor más destacada sucederá en lo incognito, nadie se percatara, nadie te va a aplaudir, especialmente tus hijos en esos momentos en los que estás forjando su carácter. Cuando le dices: Usted va a esa escuela y termina, usted va y se disculpa, usted devuelve eso que no le pertenece, etc. Ellos muchas veces te gritarán, se enojarán contigo, tal vez hasta se burlarán, pero esos detalles los estarán forjando para su gran propósito y nadie te lo reconocerá en público.
La mayoría de los actos que van a forjar el carácter de tus hijos sucederán en lo incógnito, nadie se dará cuenta, pero Dios sí. Ese es tu papel, el que Dios te dio, Él siempre estará al pendiente de todo lo qué haces. Q
Usted conoce la historia de Sansón, fue terco, necio y testarudo, desobedeció a sus padres y eso le trajo grandes aflicciones, pero al final logró cumplir el propósito de Dios, que el comenzaría a salvar al pueblo de Israel del yugo filisteo.
No importa si tus hijos han sido tercos, necios y testarudos, tu labor se verá recompensada si crees que eres una madre con un gran propósito de parte de Dios.
e. Sacrificios y dolores sobrellevarás en tu maternidad.
Lucas 2:34-35 “Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha 35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.”
Simeón le anunciaba a María que sufriría grandes dolores, porque su hijo sería lastimado para poder ser el Salvador del mundo. Nadie sabe lo que María sufrió, el ángel le avisó a María que de su vientre nacería el Salvador del mundo, y ella aceptó todo lo que implicaría, la vergüenza, el sacrificio y el dolor que traería todo eso que implicaría ver caminar en la tierra al hijo de Dios.
A ti te pasó igual mamá. Cuando aceptaste tu maternidad, la primera y todas las veces que la aceptaste, estabas diciéndole si a Dios, pero también al sacrificio y sufrimiento que eso implicaría.
A ti te tocará sufrir, la mayoría de las veces en silencio, ese dolor del enojo de tus hijos contra ti, los verás sufrir a ellos, pero deberás hacerte fuerte para que se levanten. Vas a querer tirarte al piso y llorar con ella porque el novio la dejó, porque reprobó el examen, porque alguien los ofendió, pero tendrás esa palabra de aliento que cuide su corazón, para verlos levantarse el día de mañana.
El dolor de la maternidad y de la vida de sacrificio de una madre, en el Señor siempre dará su fruto por generaciones. Confía que tu maternidad tuvo, tiene y tendrá propósito de parte de Dios. Lo sueños de Dios tienen el rostro de tus hijos, has sido levantada con el carácter de una madre para levantar al fruto de tu vientre por generaciones.
Bendecimos a todas esas guerreras, campeonas de la vida, que a lo mejor sin saberlo, han estado colaborando con los propósitos de Dios. Acércate más a Dios, ábrele tu corazón a él, para que te de la sabiduría para dirigir a tus hijos en el carácter que ellos necesitarán para cumplir sus propósitos, no te dejes llevar por los momentos de tristeza o enojo de ellos, tu haz lo que Dios te mando que hicieras para que la vida de ese niño, de esa niña cumpla todo aquello para lo que fue llamado y llamada.
II. SER ESTÉRIL NO SIGNIFICA QUE NO PUEDAS TENER HIJOS
Jueces 13:2 “Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos.”
Me llama la atención que la Biblia tenga que aclarar que la mujer de Manoa, madre de Sansón era estéril y nunca había tenido hijos. Es como se dijera era mudo y nunca había hablado. Y Dios me mostraba que aquí radica la naturaleza sobrenatural de nuestro Padre Todo Poderoso, porque la ciencia podrá decir que eres estéril pero Dios puede darte hijos.
Sara era estéril y a los 90 años dio a luz a Isaac. Raquel, era estéril y ya de vieja le dio dos hijos a Jacob, uno de ellos fue José, quien los metió en Egipto y los preparó para su libertad 400 años después.
María, no era estéril, pero era muy joven y no tenía varón y concibió del Espíritu Santo. Usted puede ser que piense o vea que no haya dado fruto en sus hijos hasta hoy, pero eso no detiene al Dios de lo imposible. Todas ellas tiene algo en común: Creyeron al anuncio de Dios que eran madres con un propósito divino.
Mamás, pónganse de pie por favor, este el día en que sales de este lugar creyendo que eres una madre con propósito. Que tus hijos tienen un propósito grande de parte de Dios y porque tú lo has creído, Dios podrá obrar en la vida de tus hijos.
Hijos, ahora ustedes pónganse de pie, escuchen esto: Alguno de ustedes quienes ser un fracasado? Alguno de ustedes quiere fracasar en la vida? Seguro no. Entonces piensa de esta manera: Si tu mamá vive o ya no, tú tienes que creer y confesar que ella tiene o tenía un gran propósito delante de Dios. Sabes por qué debes decir esto? Porque eso te involucra a ti, no importa si tu mamá no fue una gran mamá con los estereotipos de la sociedad o lo que tú creías que tenía que ser, solo confía que ella fue escogida por Dios solo porque Dios tenía un gran propósito contigo.
MINISTRACIÓN
Alguien escribió en sus redes sociales un pensamiento que quiero compartir hoy. alguien dijo: Honró a mi madre porque me dio raíces. Y de eso se trata esta palabra, de formar raíces Fuertes en tus hijos que el día mañana les permitan estar firma ante la vida. Pero dice al final: Pero más porque me dio alas.
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Plenitud en Cristo, Centro Formación, A,C.