En esta poderosa predica cristiana, descubre cómo encontrar quién eres. Descubre como tu identidad en Cristo transforma tu vida y te da una visión clara de tu propósito divino. Aprende a vivir como un linaje escogido, fortalecido por la unción del Espíritu Santo para vencer cualquier adversidad.
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Predicas Cristianas Prédica de Hoy: ¿Sabes quién eres?
Predica Cristiana Lectura Bíblica: Jueces 13:1-5
Introducción
Parecería una actitud muy inocente si alguien nos preguntara: ¿Sabes quién eres?; frente a esta pregunta, seguramente que todos responderían: Por supuesto, yo soy Fulano, y así lo acredita mi documento de identidad que puedo exhibir en este momento, pero esta es la identificación humana, la que el hombre establece por cuestiones legales, pero de ninguna manera significa que ese Fulano que presenta un documento de identidad con sus datos y fotografía, sepa quién es realmente ya que no todos han buscado su identidad interior, cómo es ese Fulano en la parte interna, tanto de la mente y el corazón, como así también del espíritu.
Dios ha depositado un tremendo potencial en cada uno de sus hijos a fin de que puedan llevar adelante su parte en la obra del evangelio, pero la tarea no la podrán llevar a cabo quienes no saben quienes son realmente.
Saber quien soy me permitirá establecer una visión para mi vida concordante con la visión que Dios tuvo en el momento en que permitió mi concepción, o realmente mucho antes ya que “nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” Efesios 1:4-5.
¿Sabes quién eres?
Leamos ahora la Palabra de Dios en Jueces 13:1-5:
“Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años. Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos. A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda. Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos”.
Quienes están en el mundo, muchas veces se preguntan por qué les suceden ciertas cosas, por qué pareciera que todo le sale mal, y a consecuencia de que no todo esta bien en su vida es que llegan a los pies de Cristo y se convierten en hijos de Dios; en este pasaje podemos ver una de las razones del porqué a quienes no siguen Señor y cumplen con sus mandamientos, aunque fueron escogidos por Él, les va mal; leíamos que “volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años”, volvieron, significa que ya lo habían hecho antes y no se trata de una falta por inocencia o desconocimiento.
Dios esta viendo que muchos de sus hijos vuelven a hacer lo malo y les exhorta, ya sea a través de la Palabra, de los siervos o de sus hermanos, incluso muchas veces llega a emplear gente del mundo para que lo haga, y a pesar de todo, el Señor no les hace nada, no les castiga pues “Dios es amor” 1 Juan 4:8, simplemente los deja entonces librados a sus propios caminos; quienes vuelven a hacer lo malo, quienes en forma reiterada se desvían del camino que el Señor les marca, son quienes no se conocen, no saben quienes son y por esto no tienen una visión clara de su futuro, hay tinieblas en su vida que les impiden cumplir con el propósito de Dios.
Los cristianos debemos tener clara la visión para sus vidas.
Tener visión de nuestro futuro no significa saber que debo ser padre o madre y tener hijos que conserven el apellido o la familia, tener visión significa saber por qué estás en la tierra, por qué estás en el camino del Señor; tener visión es tener muy claro que no estamos acá por necesidad o por un error sino que estamos en esta vida y en el camino del Señor porque Dios tiene un plan para nuestra vida.
Una visión clara la establecen los valores fundamentales de la vida cristiana, son los conceptos bajo los cuales debemos regirnos a fin de no hacer lo malo ante los ojos del Señor; una visión clara mantiene siempre vigente los valores familiares establecidos por el Señor en su Palabra, es seguir respetando al abuelo a pesar de sus años, de sus achaques de viejo, de sus conceptos de la moral y buenas costumbres, y no convertirlo en el viejo loco y anticuado que lo único que sabe hacer es molestar y ocasionar problemas.
Los cristianos que pierden la visión de ellos mismos, los que dejar de saber quienes son, son aquellos que permiten que el mundo los contagie con deseos y placeres, “éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto” Lucas 8:14.
La iglesia militante de Jesucristo en la tierra no puede tener confusiones en la mente sino que debe tener muy en claro quien es, ¡¡TU, IGLESIA!!, “vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios” 1 Pedro 2:9-10, y como tal debes saber perfectamente quien eres.
Sabiendo lo que quieres
Otra cosa que los cristianos deben saber es lo que quieren, cual es el proyecto que tienen para su futuro humano y en Cristo. Un cristiano no puede andar errante en las cosas de Dios, no puedes pensar hoy que el Señor te llamó para ser pastor, mañana ministro de alabanza y el siguiente día para maestro de la escuela dominical; Dios es orden, y “Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta” 1 Samuel 15:29, Él no cambia, quienes lo hacen lo aquellos que no tienen la visión clara y por eso no saben lo que quieren; un buen cristiano sabe quien es, sabe lo que quiere y trabaja y se prepara para lograr sus metas.
Sabiendo lo que quieres, entonces tendrás claridad de adónde vas, tu caminar en Cristo no será un vaivén, habrás dejado de ser como “niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error” Efesios 4:14, para convertirte en siervos del Dios Altísimo; ¿sabes que el diablo tiembla cuando un cristiano sabe quien es, lo que quiere y adenda va?, el diablo tiembla frente a estos cristianos porque sabe que no podrá hacer nada para desviarles del propósito que Dios tiene con ellos.
Tener visión no es hablar del futuro
No es contar tus sueños o anhelos, la visión son los hechos concretos que llevas a cabo para hacer realidad esos sueños que tuviste con Dios. No puedes decir que tienes una visión para tu vida sino haces nada para que ésta se concrete, y si hasta ahora nada hiciste para hacer realidad tus sueños, déjame decirte que tu vida ha sido estéril, pues ningún fruto has presentado al Señor del propósito que depositó en ti, como también ha sido estéril tu vida familiar, tu economía y tu salud; solamente con Dios no hay esterilidad.
La falta de visión
Por la falta de visión, tu vida ha sido hasta ahora como la mujer de Manoa, que “era estéril, y nunca había tenido hijos”, pero así como a ella se le presentó el Señor, ahora se te presenta a ti para decirte: “He aquí que tú eres estéril, …..; pero concebirás y darás a luz” vs 3, fructificarás por el poder de Dios que viene sobre ti, un poder que deberá luchar en contra del poder de la carne que hoy te gobierna.
Si la visión se está estableciendo en tu vida, entonces deberá hacer disminuir el poder de esa carne de manera que el poder de Dios te haga concebir lo mas rápido posible; al disminuir el poder de la carne dejas que el poder espiritual del Señor rompa todo yugo que el diablo haya colocado sobre tu vida, y el poder de la carne se disminuye con ayuno, pues “porque mi poder se perfecciona en la debilidad” dice el Señor. Entonces como cristiano y como Pablo decía, “de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” 2 Corintios 12:9.
Pero no solo estaba la promesa, sino que también le pedía algo, “Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda” vs 4, le estaba pidiendo lo mismo que a ti ahora, consagración, dejar de hacer lo que no le agrada a Dios, pero no lo que se muestra cuando te ven sino lo que el Señor ve en lo oculto, lo que guardas en tu corazón y en tu mente; lo que haces, dices o piensas cuando estás solo; consagrarse es aumentar el poder de Dios sobre tu vida, es aumentar ese poder que necesitas para dar fruto en abundancia.
¿Sabes quién eres?
Somos “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios” y por esto es que las promesas son para todos nosotros; fuimos escogidos para que la gloria del Señor se manifieste a través nuestro, pero veamos lo que le decía del hijo de esta mujer estéril: “el niño será nazareo”.
Es decir diferente, como nosotros debemos ser diferentes; tus actitudes deben ser diferentes, tus proyectos deben ser diferentes, todo lo de los hijos de Dios debe ser diferente, no debemos imitar o copiar nada ni a nadie sino que debes tener una identidad propia en Cristo ya que Dios no trata con aquellos que no están identificados con Él.
Conclusión
La identidad en Cristo es la que te permite mantener la visión, y como el niño, con ella tendrás fuerza espiritual; la unción del Espíritu Santo es la que te da poder para reaccionar a tiempo frente a los ataques del enemigo y así cambiar todo aquello que te lleva a volver a hacer lo malo ante los ojos de Dios; si no tienes identidad no tendrás visión, y sin ellas tampoco contarás con el poder necesario para reaccionar, recuerda que “vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” 1 Pedro 5:8, y a quien no reacciona, o lo hace lentamente y a destiempo, se lo come el león.
El Ángel de Jehová le habló a esta mujer para anunciarle que su esterilidad había terminado y que nacería una criatura con la fuerza necesaria para salvar al pueblo de Israel, en este día el Señor te ha hablado y además te dice: “Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno” Isaías 55:3, pero para que esto ocurra debes saber quien eres.
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