Un nuevo año

José R. Hernández

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Predicas Cristianas.. Un nuevo Año

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: Año nuevo

Predicas Cristianas Texto Bíblico: Josué 1:1-7 

Introducción

En solo unos días estaremos despidiendo este año; muchos se reunirán con sus familias en forma de celebración, mientras que otros de nosotros simplemente nos acostaremos a dormir esperando que el Señor nos bendiga con otro día más de vida.

Muchos reflexionaremos en las bendiciones que Dios ha derramado sobre nosotros durante el año, mientras que otros simplemente tomaran por alto todo lo que Él ha hecho.

Este ha sido el problema desde el inicio del mundo, el hombre ha tomado por alto lo que Dios ha hecho, el hombre no le ha dado importancia a las bendiciones que Dios ha derramado, o simplemente el hombre ha escogido olvidar.

Como siempre he dicho, ninguno de nosotros es perfecto, todos nosotros siempre tenemos algo que superar, siempre existirá algo por lo cual debemos arrepentirnos (Romanos 3:23).

Año nuevo – Reflexión y arrepentimiento

Si al reflexionar en este año que pronto se terminara encontramos que no le hemos dado el lugar debido a Dios, si al reflexionar en este año que pronto terminara encontramos que no le hemos dado a Dios el lugar numero uno en nuestras vidas, entonces reconozcamos que es hora arrepentirnos.

Es hora de arrepentirnos por las cosas malas que en toda conciencia hemos podido haber hecho, al igual que por todas esas cosas que en toda conciencia hemos dejado de hacer. Lo más lindo acerca de un final es que seguidamente, por obra y gracia de Dios, siempre existe un nuevo comienzo; no existe la noche sin el día, no existe un año viejo sin un año nuevo.

Es de esto que quiero hablarles en el día de hoy; hoy examinaremos una parte de la historia bíblica con el propósito de comprender que con cada nuevo día podemos tener un nuevo comienzo.

Detalles históricos

Como siempre digo, para tener un mejor entendimiento de lo que el Señor tiene para nosotros en su mensaje tenemos que conocer un poco de historia. Cuando leemos lo que aconteció con el pueblo de Dios en estos tiempos, vemos que Dios eligió a Moisés, para liberarles de la esclavitud en Egipto y guiarles hacia la tierra prometida.

En el principio todo el pueblo estaba bien alegre, alegres porque finalmente eran libres, pero todo esto cambió. Este pueblo comenzó a cambiar, o mejor dicho, el espíritu de estas personas comenzó a cambiar cuando vieron que delante de ellos existía un camino difícil. El ánimo del pueblo pronto se convirtió de gozo y a alegría a rebeldía y conspiración.

Esto sucedió porque ellos meditaron más en su pasado que en lo que estaba por venir. Ellos asta llegaron a pensar y decir “Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto” (Números 14:4). Fue en ese momento que este joven llamado Josué les habló fuertemente a ese pueblo en rebeldía, a ese pueblo descorazonado, a ese pueblo que a causa del camino difícil que les esperaba había dejado de confiar en Dios (Números 14:1-3).

No creo que tengamos que examinar más detalles de la historia de este pueblo ya que todos la conocemos bien, así que continuemos con lo que Dios tiene para nosotros en el día de hoy.

La muerte de Moisés (verss. 1-2)

Lo primero que vemos aquí es que Moisés murió, y que Dios escogió a Josué como el líder de Su pueblo. Sin duda alguna todos podemos ver con este acontecimiento el punto principal de esta predica, todos podemos ver que un día nuevo trae un nuevo comienzo.

Estoy seguro que Josué no tenía ni la más mínima idea que él sería el nuevo líder del Pueblo de Dios, pero Dios lo eligió porque él no le fallo. Lo escogió porque él siempre se mantuvo fiel a Su palabra, lo escogió porque él confiaba completamente en Él.

Si nos ponemos a pensar un poco podemos ver que Dios escogió a Josué mucho antes de que llegara la muerte de Moisés. Dios escogió a Josué en aquel día que él se paró frente a ese pueblo y les habló fuertemente; les puedo decir esto con toda confianza porque Dios le salvo la vida a Josué ese mismo día (Números 14:10). Cuando Josué les habló él no sabía que Dios lo iba a usar para convertir lo que él les acababa de decir a la realidad.

El punto que les estoy haciendo es que todo creyente fiel puede ser usado por Dios como un líder para guiar a otros hacia la victoria. Por cuarenta años Josué había estado al lado de Moisés, le había escuchado y había aprendido de él.

Por cuarenta años él había confiado que Dios le hablaba a Su pueblo a través de él. Pero ahora Josué había sido elegido para continuar con la misión que Dios había comenzado con Moisés. Josué fue elegido para cumplir con el propósito de Dios; ¡con cada día nuevo existe un nuevo comienzo!

El versículo dos nos dice:Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.” En otras palabras Dios le estaba diciendo es hora de concentrarse en el futuro, no mires hacia atrás y procede a la destinación que he elegido para todos.

Esto es algo que nos habla a nosotros tan fuerte como a ellos en ese entonces. Esto es algo que nos dice a todos ¡con cada día nuevo existe un nuevo comienzo!

Año nuevo –  ¿Qué nuevo comienzo debemos tener?

Esto es una pregunta que todos nos debemos hacer al reflexionar en este año que pronto terminara, hacernos esta pregunta acerca de nuestras vidas personales, tanto como nuestras vidas dentro de la iglesia, es decir, nuestras vidas dentro del Cuerpo de Cristo. Todos debemos preguntarnos, ¿estamos cumpliendo con Dios?

Esta no es una pregunta para que me la contesten a mi, es una pregunta que nos debemos contestar a nosotros mismos. Si somos honestos con nosotros mismos, creo que la mayoría de nosotros reconoceremos que no estamos cumpliendo con Dios.

La mayoría de nosotros reconoceremos que pudiendo hacer más por Su obra escogemos no hacerlo; preferimos que otros hagan mientras nosotros nos encontramos cómodamente pensando que estamos haciendo lo suficiente.

Pero les digo en el día de hoy que como congregación y ministerio, existen muchas cosas que tenemos que hacer, y muchas cosas que tenemos que dejar en el pasado. Tenemos que reconocer que ¡con cada día nuevo existe un nuevo comienzo!

Como congregación y ministerio tenemos que reconocer que el desánimo, la depresión, la falta de amor, la lástima propia, la impaciencia, los deseos de la carne, y todas esas otras cosas que sabemos nos apartan de la voluntad de Dios no pueden ocupar lugar en nuestras vidas.

Tenemos que reconocer que estas cosas no son nada más que ataques del enemigo quien quiere que no recibamos la bendiciones de Dios en nuestras vidas. Tenemos que ser tal como Josué, estar listos para entrar en la tierra prometida, levantarnos y atravesar ese Jordán que nos separa de la tierra que Dios ha escogido para nosotros.

Estar listos y entrar donde Dios quiere que habitemos, tenemos que entrar en la voluntad de Dios, movernos siempre en Su voluntad y no la nuestra (Isaías 55:8). Sé que el camino puede ser en ocasiones difícil; tendremos pruebas que atravesar, tendremos pequeñas dificultades, pero también tendremos la victoria total.

Dios nos ha llamado a movernos a un lugar nuevo; cuando aceptamos a Jesús como nuestro Rey y Salvador, Dios nos llama a un nuevo comienzo (2 Corintios 5:17).

Dios nos ha entregado la victoria

Dios le dijo a Josué “Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio” (verss. 3-4)

Fíjense bien que ellos no habían entrado en esa tierra todavía, pero Dios le dijo; “Yo os he entregado.” En otras palabras ya estaba todo hecho. Dios nos dice lo mismo a nosotros hoy en día. Dios envió a su hijo unigénito para que muriese por nuestros pecados (Juan 3:16), para que nosotros hoy en día podamos ser llamados hijos de Dios (1 Juan 3:1-2), para que nosotros hoy en día vivamos en Su reino.

Les digo que como el pueblo de Dios que somos es hora de empezar a caminar en Su voluntad. No podemos permitir que el enemigo tome ni un centímetro de la tierra que Dios nos ha prometido y entregado. No podemos permitir que ni siquiera se acerque a nuestros alrededores.

La autorizad que Dios nos ha entregado

Tenemos que caminar en el reino de Dios con la autoridad y el derecho que Él nos ha dado (Marcos 16:17-18; Lucas 10:19). Tenemos que atacar al enemigo y sacarle de nuestro territorio. ¿Qué territorio nos ha entregado Dios? Él nos ha entregado nuestros hogares, este templo, este ministerio.

El enemigo no tiene derecho alguno de estar presente en nuestra familias, nuestros hogares, nuestros trabajos. El enemigo no tiene potestad alguna de habitar en nuestras mentes o en nuestras conciencias. El enemigo no tiene potestad alguna sobre el pueblo de Dios.

Dios no nos abandona (vers. 5)

El enemigo no tiene esperanza alguna de poder vencernos. Dios le dijo a Josué: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.” Él le aseguro que nunca les dejaría, que siempre estaría a su lado, que la victoria sobre sus enemigos Él ya se las había entregado. Dios nos habla a nosotros de la misma manera. Dios nos entrego la victoria (Juan 16:33).

Dios nunca nos abandona, Él envió al Espíritu Santo para que more en nosotros (Juan 14:16-18). ¡El enemigo no tiene esperanza alguna de poder derrotarnos! Pero para que esto suceda existe algo que tenemos que ser.

En este año nuevo ¡Tenemos que esforzarnos y ser valientes! (verss. 6-7)

La Palabra aquí nos dice: “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

Dios le dijo esto a Josué porque este pueblo estaba a punto de cruzar el Jordán y entrar en una tierra donde estarían rodeados de enemigos. En una tierra donde los números del enemigo eran mucho más grande que ellos.

Quiero que reconozcamos algo aquí en estos versículos de suma importancia, Dios le dijo “Esfuérzate y sé valiente porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”

Esto le dejo saber a Josué que existirían batallas que tendría que luchar, que existirían decisiones que tendría que hacer, que existirían dificultades que tendría que atravesar, que existirían oposiciones que tenia que conquistar.

No seria el acto de cruzar el Jordán y todo se terminaría, ellos tendrían que luchar y batallar en contra de ese enemigo de fuerzas superior. Pero, ¿qué nos dice esto a nosotros? Josué repartiría la tierra que Dios le había prometido a sus padres, nosotros somos responsables de repartir la promesa de Jesús para el hombre (Juan 14:2), esto lo hacemos al evangelizar y llevar Su Palabra.

Estos versículos aquí nos dice a nosotros claramente que como el pueblo escogido de Dios que somos, todos tenemos una misión que cumplir (1 Pedro 2:9-10). Dile al hermano que tienes a tu lado, ¡con cada día nuevo existe un nuevo comienzo!

No estamos llamados a sentarnos en las sillas y los bancos de las iglesias, estamos llamados a predicar el evangelio (Mateo 28:19). En este mundo en que vivimos, tal como en el caso de Josué, las fuerzas del enemigo aparentan ser mucho más superior a las nuestras.

Solo tenemos que pensar en esto por unos momentos y veremos que esta es la verdad. Este mundo esta lleno de personas malvadas, de personas con malos sentimientos, de personas que nos atacan y critican en todo momento, de personas que se dejan usar por los poderes del enemigo para hacer nuestras vidas imposible. Personas que nos hieren, nos molestan, nos critican y hasta nos juzgan en momentos determinados.

Pero recordemos al vernos enfrentados ante tal situación que ese es el momento de esforzarnos y ser valientes; recordemos que Dios nos ha escogido para que llevemos Su mensaje. Recordemos que Jesús no vino al mundo en busca del justo, Él vino al mundo en busca del pecador (Lucas 5:32).

Recordemos que nosotros también fuimos igual o peor, pero que alguien se esforzó y fue valiente, que alguien nos ministro (Lucas 24:46-47). No podemos dejarnos intimidar porque el enemigo aparente ser más poderoso que nosotros, porque la realidad del caso es que no lo es, y nunca lo será (1 Juan 4:4).

Como el pueblo de Dios que somos tenemos la promesa que la guerra entre los poderes de las tinieblas y Dios ya fue vencida, y el vencedor se llama Cristo Jesús (Juan 16:33). Tenemos que acordarnos que tal como Josué fue elegido de entre muchos, Dios nos eligió de entre muchos en este mundo para que seamos embajadores de Su reino y llamemos a los pecadores al arrepentimiento (2 Corintios 5:20).

Para concluir

¡Con cada día nuevo existe un nuevo comienzo! “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.”

Si queremos ser bendecidos, si queremos recibir la bendiciones que Dios tiene para nosotros a diario, entonces tenemos que asegurarnos de mantenernos en Su voluntad en todo momento (Romanos 12:2).

Para vivir vidas gozosas tenemos que asegurarnos de guardar Sus mandamientos (Juan 15:9-11). Tenemos que esforzarnos y ser muy valientes, tenemos que estar dispuestos a cruzar ese Jordán con las fuertes corriente de temor. Dios no nos ha dado espíritu de temor (2 Timoteo 1:7).

El cobarde tiene su lugar, pero ese lugar no es con Dios (Apocalipsis 21:8). Como congregación y ministerio, si queremos prosperar, entonces, tal como este pueblo se enfrento a los enemigos que existían en esa tierra, nosotros tenemos que enfrentarnos a esos ejércitos que atacan nuestras vidas. Esos ejércitos de apatía, y pereza (Proverbios 13:4).

Tenemos que enfrentarnos a nuestras faltas y pecados (Proverbios 28:13). Tenemos que enfrentarnos a esos ejércitos de desanimo y depresión (Proverbios 28:25). Tenemos que enfrentarnos sabiendo que Cristo esta con nosotros y que no existe nada superior a Él (Filipenses 2:9-11).

¡Con cada día nuevo existe un nuevo comienzo! En solo dos días se acabara este año, en solo unas horas se acabara este día; ¿cómo lo debemos comenzar? Has hoy un compromiso con Cristo, has hoy un nuevo comienzo. El pasado no importa, lo que importa esta por venir, lo que importa es el ahora. Recordemos, con cada día nuevo existe un nuevo comienzo. ¡Comienza hoy!

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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José R. Hernández
Autor
José R. Hernández
Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto, en Hialeah, FL. Graduado de Summit Bible College. Licenciatura en Estudios Pastorales, y Maestría en Teología.

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