Reflexiones Cristianas
Reflexiones cristianas para predicar: El silencio
Reflexiones Cristianas Lectura Bíblica: “…En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente…” Proverbios 10:19
Introducción
Según el diccionario de la Real Academia Española ser prudente es tener cautela, sensatez, buen juicio, moderación, discernir entre lo bueno y lo malo bien sea para seguirlo o huir.
En la Biblia hay un versículo que hace énfasis a la prudencia de un hombre que ve el mal y se esconde…
“…El hombre prudente ve el mal y se esconde, los simples siguen adelante y pagan las consecuencias…” Proverbios 7:12
Si no tenemos a Cristo como el centro de nuestras vidas será dificultoso llevar a cabo la difícil tarea de callar.
Cuando callamos practicamos la prudencia como fruto de la sabiduría divina.
Hay muchas personas que tienen por costumbre hablar sin pensar, sin refrenar su lengua aunque diga mentiras. Esclavizándose a sí mismo porque una mentira conlleva a otra mentira hasta quedar enlazado en su propia red de mentiras.
No preste su lengua para propagar chismes, y mucho menos para proferir maldiciones. Mire lo que dice en proverbios al respecto.
“…Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto…” Proverbios 18:2
Cuántas veces no hemos dicho cosas para luego arrepentirnos, y algunas veces el daño es irreversible. Y es allí donde nos toca comer del fruto que sembramos, por no saber callar.
Juana imitaba a su jefe en su oficina al día siguiente de ser amonestada, disgustada ilustraba con mofas a sus compañeras lo sucedido ese día, y decía: “Por mí que me bote el viejo gruñón ese, ya me tiene cansada…”
Y hablaba como él y tomaba su postura, hasta que en ello notó los gestos de sus amigas quienes tenían rato intentando decirle que se callara. Cuando se dio cuenta era tarde.
Al voltear se encontró cara a cara con su jefe, quien estuvo todo el rato detrás de ella viendo el espectáculo, y no lo pensó dos veces para darle su merecida carta de despido.
Juana era mayor y le dificultaba encontrar trabajo, así que quedo desempleada sin ingreso fijo. Y lo más triste es que de haber refrenado su lengua al año siguiente hubiese disfrutado de su jubilación.
Quizás se siente identificado (a) con esta lectura, y es que a muchos sucede que aunque han oído la palabra de Dios reinciden en imprudencia y eso pasa porque no ponen en práctica lo que la Biblia enseña.
Recuerde que usted puede ser Juana y tal vez los escenarios puedan ser otros y las situaciones más graves. Pero le aseguro que si usted guarda su boca como Dios le enseña mediante su palabra, tendrá paz.
“…El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias…” Proverbios 21:23
Conclusión
Sé que muchas veces nuestras bocas quieren abrirse para defenderse de injusticias, pero juntos obedezcamos lo que está escrito. Vamos a poner en práctica lo que hemos aprendido. Tomemos el mejor ejemplo de todos que es el de Cristo, quien teniendo la autoridad no abrió Su boca ante la bajeza de quienes le juzgaban.
“…Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, no abrió El su boca…” Isaías 53:7
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