El tiempo de Dios es perfecto | Reflexiones Cristianas
“Muchos dolores habrá para el impío; más al que espera en Jehová le rodea la misericordia de Dios”. Salmo 32:10
Esperar es una palabra que de seguro has oído, pero ESPERAR EL TIEMPO DE DIOS ¿Sabes lo que significa?
Todos tenemos sueños, día a día, luchamos por los anhelos de nuestro corazón; algunas personas se muestran impacientes y no les gusta esperar. Supongamos que la meta del año de alguien que no le gusta esperar es comprar un auto, luego de trabajar duro y reunir el dinero requerido para el auto de sus sueños, va al concesionario le dan una planilla que debe llenar, al consignarla le dicen que en el transcurso de esa semana le están llamando para informarle.
Esa persona encuentra inapropiado estar en espera de un auto nuevo, decide dejarlo, se va y termina comprando un auto usado que al poco tiempo le dio muchos dolores de cabeza y fue más el dinero que tuvo que invertir en repuestos. ¿Le suena familiar? , así somos todos, no nos gusta esperar y eso fue un simple ejemplo de una decisión para un bien material, a diario somos golpeados por nuestras malas decisiones y nos toca aprender forzosamente por las tablas de la experiencia.
Cuando no esperamos, manifestamos nuestra poca FE. Es muy importante comprender que cuando tenemos Fe en Dios no tenemos problemas de esa índole ya que esperamos en El. En la carta a los Hebreos 11:1 el apóstol Pablo describe la Fe como “La certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve”.
Al entregar nuestras vidas a Dios tomamos la decisión de confiar en El eternamente, ¿Por qué angustiarnos?
Leamos el Salmo 37: 3 – 5 “Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él y el hará”.
Entrega tu vida a Dios, confía en Él, desde antes de tu gestación Dios ha puesto su mirada en ti, si estás leyendo esto no es casualidad, todo ha sido un propósito de Dios, Él quiere bendecirte con lo mejor, El conoce tus deseos y anhelos, lo bueno, lo malo, lo más profundo de tus pensamientos.
Si estas en espera de una respuesta de parte de Dios lo único que puedo decirte es que El tiempo de Dios es perfecto. Quizás Él no va a responderte hoy, de seguro tampoco mañana, Él lo hará todo conforme a su voluntad, si decides esperar su tiempo alcanzarás las bendiciones que ha preparado para ti pero es tu decisión.
Me tomo el atrevimiento de dar un ejemplo que se da muy a menudo en la vida cotidiana.
Una bella doncella hija de padres cristianos en edad universitaria, recibe a Cristo, comienza a congregarse en la iglesia que asisten sus padres se bautiza y al pasar un tiempo su familia ora por un esposo para ella.
En la universidad se involucra con personas seculares de distintas ideologías, ella con mente débil y falta de dominio propio se siente como una más del grupo, deja de congregarse se cierra con sus padres y comienza a imitar el comportamiento de sus amigas. Todas tienen novio excepto ella, quien aunque apartada de la iglesia recordaba los consejos de sus padres quienes a diario le leían “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida”. Proverbios 4:23.
Entre tantos pretendientes e insistencias, se enamoró perdidamente de un chico que prometió bajarle el cielo y ella sin tomar en cuenta a Dios, ni la opinión de sus padres ni de su pastor se hizo su novia, huyó y se casó al poco tiempo con él a escondidas de sus padres para no ser señalada.
Al poco tiempo embarazada, sin amigos, con la autoestima por el piso, con vergüenza de volver con sus padres, tras el trago amargo de una infidelidad entre lágrimas y sollozos la joven decía: si tan sólo hubiese esperado el tiempo de Dios…
Cualquier coincidencia no es casualidad, si este es tu caso amiga quiero decirte que mientras vivas hay esperanza, si lo permites Dios puede restaurar tu vida.
En Eclesiastés 9:4 esta de manifiesto que “Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos, porque más vale perro vivo que león muerto”.
A todos nos puede pasar, Dios quiere lo mejor para nuestras vidas pero tenemos que aprender a esperar, su tiempo es perfecto.
Ya basta de tanto desorden en nuestras vidas, pidamos perdón a Dios por todos los errores que hemos cometido por no esperar, y asumamos nuestra realidad con responsabilidad, no es culpa de nadie más que de nosotros mismos, ya es un hecho y hay que aceptarlo con madurez, queda de parte de cada uno reincidir o reconciliarse con Dios y restaurar sus vidas.
“Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. Eclesiastés 3:15
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