Bosquejos Bibllicos
Bosquejos Biblicos.. Texto de la predicación: 1 Pedro 2:13-17
Introducción:
La rebeldía a las autoridades es algo nato de la naturaleza humana. Durante toda su vida, aún desde la niñez el ser humano es rebelde. Cuando éramos niños hacíamos berrinches para negarnos a obedecer a nuestros padres. Cuando llegamos a la adolescencia, pensábamos que sabíamos más que nuestros padres.
Luego crecimos un poco más y empezamos a trabajar. Pero nuestro corazón estaba completamente indispuesto a obedecer, y nos sometíamos a nuestros jefes de mala gana. Luego avanzamos un poco más en la vida y muchos se casaron. Y las esposas llegaron a darse cuenta que respetar a sus esposos no es algo tan sencillo como parece.
Y aunque no nos demos cuenta, los cristianos también solemos ser irrespetuosos con nuestras autoridades. Esto es patrones también se ven en muchos que profesan creer en Cristo.
Pero la voluntad de Dios para nosotros es la siguiente: “Sométanse a todas las autoridades humanas por causa del Señor.”
En este pasaje Dios nos manda a tener sumisión a todas las autoridades que él ha puesto en este mundo. El gobierno civil, nuestros padres, nuestros jefes, nuestros ancianos, pastores y diáconos, nuestros profesores, etc. Dios con este pasaje quiere volvernos hombres sumisos a todas a las autoridades.
Por eso, debemos,
- Temer a Dios.
- Respetar al rey.
- Amar a los hermanos.
I. Temer a Dios
a. La sumisión a Dios.
Nuestra autoridad máxima es Dios. Por eso, el pasaje diciendo que la sumisión a cualquier autoridad humana es “por causa del Señor” (vers. 13). De hecho, esa es la razón por la que el versículo 16 dice que debemos vivir como siervos de Dios, y el versículo 17 debemos temer a Dios. Porque Dios es nuestra mayor autoridad.
Temer no se refiere a tenerle miedo. Temor aquí se refiere a la honra, al respeto y la sumisión que le debemos a Él. En el contexto Pedro viene hablando de que debemos ser sumisos y dar respeto a las autoridades. Por eso, Temer aquí se refiere a tener un corazón deseoso de obedecer a Dios.
Un pasaje que pueda darnos claridad en esto es el Salmo 111:10, que dice: “El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR; buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos”
Aquí temer a Dios y cumplir sus mandamientos es prácticamente lo mismo. Temer a Dios significa tener disposición de corazón a obedecerle. Significa sentir un profundo respeto y honra hacia él, y así hacer todo lo que él nos diga.
b. Obedecemos a las autoridades para obedecer a Dios.
El temor a Dios es la fuente de la que brota nuestra sumisión a los demás. Eso es porque la obediencia a las demás autoridades es una forma de obedecer a Dios. Quien se somete a su superior, realmente se está sometiendo a Dios. Por eso dice que es “por causa del Señor” que lo hacemos.
La mujer que se somete a su marido, se somete a Dios. El creyente que se somete a su liderazgo, se somete a Dios. El hijo que se somete a sus padres, se somete a Dios. Someterse a la autoridad, es obedecer al Señor.
c. La obediencia a Dios y a las autoridades no siempre es equivalente.
Sin embargo, esto es así. A veces las autoridades nos pedirán hacer cosas que Dios nos manda hacer. Es ilógico pensar que en esas situaciones estamos obedeciendo a Dios, cuando claramente nuestras autoridades contradicen directamente sus mandatos.
En esos casos, debemos apelar al mismo principio. Dios es nuestra mayor autoridad. Si tenemos que desobedecer a los hombres, para obedecer a Dios, tenemos que hacerlo. Es necesario obedecer a Dios, ante que a los hombres. Dios es nuestra mayor autoridad.
II. Respetar al rey
a. ¿A qué se refiere con el rey?
El rey era una autoridad civil en aquel momento. Al rey representa a la autoridad civil, al gobierno, al estado. Así que, aunque no era no tenemos reyes como antes, los presidentes, gobernadores, alcaldes, diputados, y todos los que estén en el gobierno civil, entran dentro de esta categoría.