Bosquejos Biblicos
Bosquejos Bíblicos.. Lectura Biblica: Salmo 1
Introducción
Repetidas veces, la Escritura llama a los hijos de Dios como “los justos”. Somos justos porque Jesús nos ha dado su justicia y hemos sido salvados.
Sin embargo, muy pocas veces estamos conscientes de que los justos tienen una manera particular. En otros casos, se está consciente de esta verdad. Pero se ve más provecho a la forma de vivir de los impíos. Porque después de todo, ¿de qué sirve ser justo, si lo malos prosperan y viven mejor que nosotros?
Quizá no pronunciamos estas cosas con nuestras bocas. Pero en nuestro corazón, mostramos tener este deseo. Cuando no le damos mucho valor a los mandamientos de Dios. O cuando somos más atraídos por lo que nos ofrece el mundo, pensamos de esta manera.
Sin embargo, claramente dice que el varón que ande en las sendas de los justos es bienaventurado. Es decir, es bendito, feliz, dichoso. Está en el camino correcto, y encontrará la verdadera felicidad.
Es por eso que la enseña del Salmo 1 es muy necesaria para nosotros, si queremos vivir y valor lo que Dios ha hecho en nosotros. Por ello, en bosquejos bíblicos, hoy veremos lo que enseña el Salmo 1.
Desarrollo
I. La manera de vivir de los justos (verss. 1-2)
a. Un contraste.
En primer lugar, este Salmo hace varios contrastes. Hay un contraste claro en todo el salmo entre los justos y los injustos. Pero también hay un contraste entre el versículo 1 y 2. El versículo uno dice que el justo no hace tres cosas, “sino que” se deleita en la ley del Señor. Por eso, veremos cada una de estas cosas contrastadas con la Palabra de Dios.
b. Ni sigue los consejos de los malos, sino de Dios.
El salmista dice que el justo no sigue no anda en los consejos de los malos, sino que se deleite en la ley de Dios. Es decir, sigue el consejo de Dios.
La idea es qué el justo considera como absurdos y terribles los consejos de los malos. Los aborrece, y los rechaza. Sin embargo, tiene en alta estima la palabra de Dios. La valora. Se deleita en ella.
c. No estuvo en caminos de pecadores, sino en los de Dios.
Por otro lado, el justo no se acomoda a la forma de vivir de los pecadores. Antes bien, corre de ellos, se aleja de ellos, los aborrece. Su manera de vivir no es determinada por el mundo.
La Palabra de Dios moldea cada área y cada espacio de su vida. Él ama los mandamientos de Dios. Saben que son el mejor camino y vive en ellos.
d. No se sentó en sillas de escarnecedores, sino que tiene comunión con otros justos.
Esto significa que el justo no está contento en tener comunión con los escarnecedores. Su más alto placer está en la comunión con los santos.
II. La prosperidad de los justos (verss. 3-4)
a. Los justos prosperan espiritualmente.
Ahora, los justos son bienaventurados porque sus senderos están bendecidos por Dios. Esta bendición es espiritual, más que “física”. Aunque sin duda, la piedad trae ganancias para esta vida también (1 Timoteo 4:8).
El salmista compara al justo con un árbol plantado junto a corrientes de agua. Estos árboles suelen ser muy grandes, vivos, frondosos y vivos. Porque están directamente conectadas con su fuente de vida, que la da muchas vitaminas y minerales.