1) Organiza tu semana y sé diligente con tu trabajo o escuela para que estas responsabilidades no se interpongan con las actividades de tu iglesia local.
La biblia dice que al hombre diligente Dios lo pone delante de los reyes y jamás estará con los de baja condición (Proverbios 22:29).
2) Sé participativo en los chats de tu iglesia; con gozo genuino anima a las demás personas a mantenerse en unidad. Estas acciones por más sencillas que parezcan, serán de mucha edificación.
Guardar la unidad en el cuerpo de Cristo
El apóstol Pablo nos exhortó de manera muy específica de guardar celosamente la unidad en el cuerpo de Cristo. (Efesios 4:3-4)
3) Si no sientes gozo y tienes el ánimo decaído, habla inmediatamente con tus líderes y pastores para recibir ayuda espiritual.
Una de las cosas que más debemos cuidar en nuestra vida espiritual es nuestro gozo, porque el enemigo nos ataca por esa área, ya que quitándonos el gozo avanza en destruirnos y alejarnos de Dios. Recuerda amado, que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. (Nehemías 8:10)
4) No dejes de cultivar tu amistad con los miembros de la congregación, sé ingenioso para que, a pesar de la distancia, los lazos de hermandad sigan fortaleciéndose.
En los lazos de amistad y de hermandad en el cuerpo de Cristo es una herramienta muy poderosa para seguir firmes y activos en la obra del Señor. La palabra de Dios una vez más nos dice que cuando habitamos en armonía con nuestros hermanos, Él envía bendición y vida eterna. (Salmos 133:1)
5) Y de último , toma la reunión dominical en serio, aunque ésta sea de manera virtual. Levántate, desayuna, alístate y prepara tu Biblia y tu libreta de anotaciones.
Llega temprano virtualmente también. El que es fiel en lo poco, Dios lo pone en lo grande. (Mateo 25:23) así que por muy pequeño que sea el lugar que te toque en el reino de Dios, hazlo lo que debes hacer con sumo gozo, porque así alegras el corazón del Señor.
Conclusión
Nos estamos adaptando a esta nueva forma de reunirnos y llevar a cabo las actividades congregacionales, pero ten cuidado, seguramente serás tentado a bajar la guardia, ¡no te acomodes! Muchas veces la comodidad también nos lleva al desánimo, o no ver las recompensas de Dios en tu vida tan pronto como las quieres ver.
Pero quiero que sepas con mucha firmeza que tú eres muy útil en la obra del Señor. No te aísles, no te creas insignificante en o que lo que tú haces no tiene valor. En la obra del Señor hay mucho trabajo por hacer.
Cristo dijo que la Mies es mucha y los obreros son pocos, y ¿sabes quién es ése obrero que necesita el Señor? Tú mismo eres, tienes todo lo que se necesita para ser útil porque el Señor puso sus ojos en ti y te dio su Santo Espíritu.
Tu eres útil y no te preocupes por lo que no sepas porque el Señor mismo te va a ir capacitando a medida que vayas avanzando. Así que no desmayes, sigue adelante.
Ánimo; no te aísles que la obra del Señor te necesita. Sólo Cristo quiere corazones comprometidos fielmente con Él. Porque Él recompensa grandemente a los que le buscan y creen que Él existe. (Hebreos 11:6).
Sigue sirviendo a los demás con amor.
Bendiciones
© Julio Torres. Todos los derechos reservados.
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